La chulería de Luis Enrique: desprecia a la misma prensa a la que elogiaba Mourinho

"Este equipo es merecedor de un crédito mayor, merecemos más fe STOP Necesitábamos más apoyo con el 0-1 que con el 2-1;el apoyo, antes STOP Oigo silbidos, de unos pocos, pero se escuchan, y creo que son inmerecidos, necesitamos cariño". Así, de manera telegráfica, se puede resumir la última chulería del entrenador deLuis Enrique. Esta vez los destinatarios de laperorata del entrenador delFC Barcelonano fueron los periodistas, ese gremio al que indisimuladamentedesprecia, sino directamente a quienes estosinforman: los aficionadosy, más concretamente, los que el martes se dieron cita en el Camp Nou y vieron cómo su equipo las pasaba canutas para ganar alBayer Leverkusen.

En el primer partido completo sin Messi, el equipo catalán ofreció una pobre imagen yremontó el 0-1 de los alemanesgracias alarreón en el llegaronlosgoles de Sergi Roberto y Luis Suárez en apenas dos minutos y a falta de menos de diez para el final.Una vezmás, y son demasiadas para ser casualidad,el Barça defendió muy mal, tanto en colocación como en los movimientos y las vigilancias defensivas, de ahí el peligro que llevó el Bayer Leverkusen. Muchas miradas siguenpuestas en Ter Stegen, pero el portero alemán es la primera víctima de los desajustes de su equipo.Para los expertos en la materia, el Barça quiere seguir jugando a lo que jugaba, pero hace tiempo que no lo hace, yahí radica la diferencia entre tener aun gran entrenador o auno que no lo es, por más títulos que haya levantado en un año.

El hecho de que la temporada pasada el Barça ganara el triplete gracias fundamentalmente a que Messi ofreció su mejor versión,permitió a Luis Enriquerecuperar elcrédito que tras la derrota de enero en Anoeta perdió por completo e, incluso,a punto estuvo de costarle el puesto si no llega a someterse a la exigencia de su presidente. "En el Barça juegan Messi y los diez que tú quieras", fue el ultimátum que Josep Maria Bartomeudio al técnico asturiano tras la suplencia del argentino en San Sebastián.

Tampoco hay que olvidar que después de mantener la incertidumbre de su continuidad,Luis Enriqueaceptóla renovación que le ofreció el precandidato Bartomeu, lo cual le vinculó al reelegido presidente. Sin embargo, ni el hecho de verse ratificado por los resultados, mucho más que por el juego, le ha servido al asturianopara relajarse en su relación con los mediosy, por extensión, con la opinión pública."Vamos a esperar a que entren y arrasen la puerta y tiren todas las sillas y se coloquen", ironizó el técnico del Barça con unos periodistas que hicieron ruido al llegar tarde a la sala de prensa. "Lo que pasa en el vestuario no interesa a nadie y a vosotros, menos", dijo en otra ocasión."Tengo la suerte de no ser periodista y de no tener que hacer titulares, eso os lo dejo a vosotros" o "esto sólo lo puede pedir un periodista. Mis jugadores siempre dan un paso adelante, ningún entrenador pediría eso", respondió hace tan solo dos días.

Claro que peor fue la temporada pasada, cuando aún no tenía los títulos para ampararse en ellos."Ahora llega una semana simpática y en la que se abre la veda”, dijo la temporada pasada, tras caeren el Camp Nou anteel Celta (0-1) y perder el liderato en favor del Real Madrid, precisamente lo que pasó hace una semana cuando también cayó ante el equipo gallego, esta vez en Balaídos y por goleada:4-1.

Dos maneras de cuestionar a los aficionados

Tal y como informamos en El Confidencial, el FC Barcelona comunicó el pasado martes a los medios de comunicación la decisión de quela prensa no viaje máscon el equipo.Los representantes del club negaron que Luis Enrique estuviera detrás de esa medida, aunque lo cierto es que al entrenador le molestó que se emitieran por televisión unas imágenes de su familia en un desplazamiento y decidió cortar por lo sano. "El objetivo es viajar de la mejor manera y más profesional posible", dijo Luis Enrique cuando la decisión aún no era oficial, pero ya entonces apuntaba a que era una decisión suya.

“En Inglaterra todo es diferente. Haces entrenamientos abiertos y no viene nadie. Prensa deportiva no hay. Una página, una fotografía y ya está. A nivel social hay más respeto a la privacidad. Están más relajados, tranquilos. Es una sociedad completamente diferente. Es un lugar fantástico para vivir". Estas palabras sondeMourinho, aunquea buen seguro que Luis Enrique las subscribe, por más que él no haya entrenadoen la Premier.

El portugués también se atrevió a cuestionar el comportamiento del público del Bernabéu, aunque lo hizo de manera indirecta."Quiero agradecer a los pocos que estaban detrás de la porteríaporque si no fuera por ellos pensaría que el campo está vacío", dijo Mourinho en referencia a Ultras Sur, antes de que Florentino Pérez decidiera expulsarles del Bernabéu."En esta sala, él es el puto jefe, el puto amo, el que más sabe del mundo", dijo Pep Guardiola en su visita al Bernabéu con motivo de las semifinales de la Liga de Campeones. La diferencia es que Luis Enrique no molesta a los rivales, sino a los propios...

Mourinho era el "puto amo", pero Luis Enrique, no

Al igual que le sucedió a Mourinho en el Real Madrid, Luis Enrique considera quela prensa no sólo es enemiga suya, sino que también lo esdel Barça. Sin embargo, durante su etapa en el banquillo del Bernabéu, Mourinhose quejóde la diferencia de trato que hayentre la prensa de Madrid hacia el Real Madridy la de Barcelona hacia el Barça. "La prensa de Madrid es muy diferente ala de Barcelona", aseguró el portugués."Allí están todos unidos, aquí cada uno va en una dirección. Es más complicado", añadió.

Pues sí, paradójico y significativo que Luis Enrique desprecie a la misma prensa que Mourinho elogió. Igual el problema lo tiene Luis Enrique y una chulería detrás de la que esconde sus limitaciones como entrenador. Su Barça ha ganado gracias a Messi y, aunque no le resulte tan fácil, también puede ganar sin el argentino. Pero otra cosa es cómo juegue, sin Messi y hasta con Messi. Como en el cuento de Cenicienta,por más veces que el asturiano preguntaraa suespejo mágico qué Barça es mejor, éste siempre le responderíalo mismo: "Como elde Guardiola, ninguno".