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Iker Casillas, la leyenda del fútbol que retrata a los que incitan a odiar
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Kike Marín

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Iker Casillas, la leyenda del fútbol que retrata a los que incitan a odiar

El portero sigue haciendo historia con España, pero una corriente de manipulación más que de opinión sigue fomentando la burla y la falta de respeto hacia su figura

Foto: Iker Casillas saluda tras el Rumanía-España. (Efe)
Iker Casillas saluda tras el Rumanía-España. (Efe)

“Hay una ley del fútbol que dice que el entrenador escoge a los jugadores para ganar. Yo siempre juego por méritos, si no, estaría en el banquillo”. Esto podía haberlo dicho Iker Casillas, pero los derechos de autor le pertenecen a su colega italiano Gianluigi Buffon. El ahora guardameta del Oporto volvió a ser titular con España, en el infumable amistoso de este domingo de Rumanía y sumó 166 partidos como internacional, más que ningún otro futbolista europeo. Iker superó los 165 de Vitālijs Astafjevs, el excentrocampista letón (Riga, 3 de abril de 1971) que ostentaba el récord, y a nivel mundial ya es sexto, a un partido del quinto, el ecuatoriano Iván Hurtado, y a tres del cuarto, el egipcio Hossam Hassan. Los tres primeros, el también egipcio Ahmed Hassan (184), el saudí Mohamed Al-Deayea (178) y el mexicano Claudio Suárez (177), se antojan inalcanzables, salvo que el portero español no cuelgue los guantes tras la Eurocopa de Francia, como parece que hará... o quizás no.

Desde que debutase el 3 de junio de 2000 en Gotemburgo ante Suecia, Casillas ha sido campeón de todos los torneos en los que ha participado con España, salvo la Copa Confederaciones: un Mundial y dos Eurocopas con la absoluta, campeón del mundo sub 20, una Meridian Cup, campeón de Europa sub 17 y sub 15. Aunque sólo sea por lo que ha sido, Iker sería considerado una leyenda en cualquier país del mundo, a excepción, claro está, del suyo. Más allá de las rivalidades y los rescoldos del 'mourinhismo', lo que ha logrado, tanto con el Real Madrid como con su selección, se merece un respeto, el que algunos demuestran no tenerse a sí mismos cuando se mofan de él. Una vez que la titularidad de Casillas se confirmó y el partido que se disputaba en Cluj dio comienzo, su récord se hizo oficial y empezó a comentarse en las diferentes redes sociales. "Astafjevs y Casillas, dos leyendas", fue un sencillo mensaje que sirve para demostrar a dónde hemos llegado.

Se puede debatir, incluso discutir, que Casillas sea un fijo en las listas de Del Bosque y, por supuesto, si lo debería ser de cara a la próxima Eurocopa. Se puede debatir, incluso discutir, si en Francia el portero titular debe ser David de Gea, mucho más joven y en forma, en esa dulce transición de la que habló el propio Del Bosque. Se puede debatir, incluso discutir, que el exguardameta del Real Madrid y ahora del Oporto quizás debió dejar La Roja al mismo tiempo que su amigo Xavi o su excompañero Xabi Alonso, para de esta manera ponérselo más fácil a un seleccionador que respeta el pasado glorioso de Iker, pero sabe que De Gea es ya más presente que futuro. Eso sí, lo único que parece claro es que, hoy por hoy, el puesto más seguro de España es el de portero.

Sin embargo, lo que no se puede discutir, incluso consentir, es que a Casillas se le falte permanentemente al respeto, incluso en el plano personal. Burlarse de él, como curiosamente hacen muchos madridistas, es algo que no entra en la cabeza de cualquier aficionado al fútbol, al menos de los que no estén intoxicados por esa mano alargada y siniestra que mueve los hilos de los generadores de confusión más que de opinión. Una vez finalizado el partido de Rumanía, el portero y capitán de España empezó a contestar preguntas que le hacían sus seguidores a través de Twitter. Uno de ellos le preguntó qué prefería, si ‘El Chiringuito’ o comer uranio, a lo que el portero contestó que ‘El Chiringuito’, pero no el de Pedrerol, sino el de Pepe, refiriéndose a la serie de 'Telecinco'.

Sabido es que, al menos en España, la memoria no es algo de lo que los aficionados al fútbol suelen andar sobrados. Más bien al contrario. El problema es que a los niños y no tan niños no sólo no se les enseña a respetar a las leyendas, sino que se les desinforma y manipula para incitarles a odiarlas. El trato que recibe Iker les retrata, precisamente porque es algo premeditado.y con unos oscuros intereses que, en contra de lo que podía pensarse, le ha perseguido incluso a su destierro en Portugal.

A otra cosa no, pero el ahora portero del Oporto está acostumbrado a jugar bajo presión, de ahí que recuperar la titularidad después del gran partido de De Gea en Italia tampoco debió de suponerle un extra de responsabilidad. Frente a quienes pudieron verle aparentemente desganado, Iker respondió con un par de intervenciones de las que acostumbraba, ya fuera en el Real Madrid o en la propia Selección, y que solían servir para que su equipo no perdiera, precisamente lo que ocurrió este domingo. Sí, de Casillas es más fácil hablar en pasado que en presente, pero lo mismo ocurre con otras leyendas del fútbol a las que, a diferencia de él, se les sigue respetando que sigan en activo, a pesar de tener más años y menos palmarés que él.

“Tenía 12 años cuando le di la espalda a la portería. Y continuaré haciéndolo. Mientras las piernas, la cabeza y el corazón aguanten". No, esto tampoco lo ha dicho Iker, sino que es una carta de agradecimiento que Buffon dedicó a la portería cuando batió el récord de imbatibilidad del fútbol italiano. Con 38 años, el guardameta de la Juve no ve el fin de su carrera, tal vez porque considera que "las críticas no son una falta de respeto y nos mantienen vivos, pues luego ahí en el campo, y allí solo estás tú y nadie más”. La diferencia es que lo que recibe Iker no son críticas, que también y muchas de ellas jusfificadas, sino burlas. Y es que mientras en Italia respetan a Buffon, quien, por cierto, falló en el gol de Aduriz, en España hay quienes desprecian a Casillas. Su lamentable salida del Real Madrid pareció ser un punto y final, pero sólo fue un punto y seguido. No soportan seguir viéndole con España, y aún más si quien le convoca es Del Bosque, otro 'apestado' para ellos, para los mismos. ¿Casualidad? No.

“Hay una ley del fútbol que dice que el entrenador escoge a los jugadores para ganar. Yo siempre juego por méritos, si no, estaría en el banquillo”. Esto podía haberlo dicho Iker Casillas, pero los derechos de autor le pertenecen a su colega italiano Gianluigi Buffon. El ahora guardameta del Oporto volvió a ser titular con España, en el infumable amistoso de este domingo de Rumanía y sumó 166 partidos como internacional, más que ningún otro futbolista europeo. Iker superó los 165 de Vitālijs Astafjevs, el excentrocampista letón (Riga, 3 de abril de 1971) que ostentaba el récord, y a nivel mundial ya es sexto, a un partido del quinto, el ecuatoriano Iván Hurtado, y a tres del cuarto, el egipcio Hossam Hassan. Los tres primeros, el también egipcio Ahmed Hassan (184), el saudí Mohamed Al-Deayea (178) y el mexicano Claudio Suárez (177), se antojan inalcanzables, salvo que el portero español no cuelgue los guantes tras la Eurocopa de Francia, como parece que hará... o quizás no.

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