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Los futbolistas son unos vagos, no entrenan ni la mitad que los ciclistas
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Luis Pasamontes

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Los futbolistas son unos vagos, no entrenan ni la mitad que los ciclistas

Las redes sociales han ayudado a que el populismo se apodere de la realidad en muchos rincones cotidianos, y el deporte no iba a ser menos. Como exciclista debo romper una lanza por el fútbol

Foto: Chris Froome y Marcelo, a quien se le mira con lupa su físico. (EFE)
Chris Froome y Marcelo, a quien se le mira con lupa su físico. (EFE)

¿Habéis escuchado la frase del titular alguna vez? ¿Os suena? A mi sí, además, como ciclista era común la comparación entre ambos deportes. Las redes sociales ayudan al discurso fácil y al aplauso populista. Imágenes que emparejan a un futbolista en el suelo quejándose por una entrada y un ciclista ensangrentado cruzando la línea de meta tras una caída; partidos de 90 minutos y entrenamientos de 1-2 horas frente a vueltas de tres semanas y entrenamientos de 5 horas; calambres tras la prorroga frente a ciclistas 'apajarados' por falta de comida o líquido terminando épicas jornadas; lejanía entre los sueldos de los mejores futbolista del mundo y los de los mejores ciclistas del pelotón internacional... jugadores que podría hacer dos equipos profesionales de ciclismo con sus nóminas. Nada hay de falso en estas afirmaciones, pero ¿y qué?

¿Realmente es justo y correcto compararlos? Sinceramente y bajo mi punto de vista creo que no, que no tiene sentido. Tengo el gusto de conocer deportistas de diferentes disciplinas, entre ellos futbolistas a los que admiro. Además, con muchos de ellos comparto rutas y pasión por la bicicleta. El que fuera capitán del Atlético de Madrid, Roberto Solozábal, pedalea sobre bici de montaña, carretera o ciclocross, le apasiona este deporte. Me contaba que la bici para él es fantástica, le permite mantenerse en forma sin miedo a la lesión. Sin impacto ni contacto, a no ser que toques el suelo por caída, la bici es una aliada magnífica para los grandes del balón después de sus carreras deportivas. El fútbol castiga tanto que muchos acarrean lesiones de por vida en rodillas, caderas o tobillos. Alguna vez hemos hablado de estas comparaciones y sus respuestas han reforzado aún más mis pensamientos.

Roberto me explicaba cómo muchos futbolistas disputan partidos lesionados. Algunos se tienen que vendar para jugar por molestias que arrastran de tiempo atrás. Él tiene una frase que me llama mucho la atención y que hace reflexionar sobre el tema del que estamos hablando: “Puedo hacer 200 km diarios a mi ritmo en bicicleta durante días, pero no podría jugar un partido de 90 minutos muchos días seguidos”.

El fútbol entraña peligro. Sí, peligro

Tengo claro que en dos deportes diferentes te vas a encontrar deportistas diferentes, siempre, no existe otra variable. Tuve el gusto de impartir una charla al primer equipo del Real Betis Balompié cuándo Víctor Sánchez del Amo, gran apasionado de la bicicleta, ejercía de entrenador. Palpé de cerca la profesionalidad que hay detrás de un equipo de fútbol. Fue apasionante poder compartir un día completo de entrenamiento y observar algunos detalles que me llamaron la atención. El equipazo de preparadores que trabajan con Víctor, valoraban y estudiaban con detalle la composición de los ejercicios físicos que los jugadores realizarían durante la jornada. Un ejercicio arriba o abajo puede provocar la lesión de alguno de los deportistas. El estrés al que están sometidos los futbolistas es máximo. Las instantáneas de algunos fotógrafos durante un partido de fútbol demuestran las posiciones de 'funambulistas' que adoptan en ocasiones a la hora de rematar o interceptar un balón.

Recuerdo tras la temporada reunirme con el resto del equipo para jugar una 'pachanga'amistosa. Al día siguiente no podíamos caminar, el dolor era tan fuerte en zonas como los abductores que prácticamente cojeábamos, parecía que habíamos corrido dos Vueltas a España seguidas. No nos habíamos esforzado al máximo, no habíamos jugado ni siquiera 90 minutos, pero estábamos destrozados físicamente.

A dieta: las rodillas soportan lo que soportan

Me contaban en una comida que uno de los mejores jugadores de nuestra liga no perdonaba su entrenamiento con preparador personal y su dieta nunca, ni siquiera cuando había una comida de amigos en casa. Su respuesta era sencilla: “Disculpad que no coma lo mismo y que haya llegado un poco tarde, pero mis rodillas están preparadas para soportar un peso y si me paso o no hago lo que debo me puedo lesionar, me puedo romper”. Fácil de entender, ¿verdad?

Foto: Cristiano lamenta uno de sus múltiples fallos. (EFE)

La pretemporada es el único momento en el que el futbolista puede alargar sus entrenamientos y castigarse un poco más de lo habitual. Una vez empieza la Liga, los partidos les dejan tan machacados que durante la semana su trabajo no puede ser exigente, debe ser prácticamente de recuperación. Rodillas que golpean tu cuádriceps, tobillos que se retuercen como si fueran de goma, pisotones, cabezazos, codazos en la cara, tacos clavados… Es lo normal en cualquier partido, no es necesario que sea un derbi, forma parte del juego y de las ganas de tener el balón en posesión.

A veces pienso si los ciclistas tuvieran los sueldos de los futbolistas qué ocurriría y creo que se aceptaría. ¿Por qué? Porque el deportista profesional no elige su valor dentro de la sociedad. Es la sociedad la que decide el lugar que ocupa. Todos hemos consumido fútbol en alguna ocasión pero no todos han consumido ciclismo. Camisetas de equipos de primera división agotadas, pero los maillots de equipos World Tour no. Y no caigamos en el error de pensar que todos los jugadores de primera división tienen sueldos estratosféricos. Salir en televisión y en periódicos no es sinónimo de ser millonario.

Me gusta el deporte, me encanta saber que el deportista está bien mas allá de sus resultados y nunca me he comparado con otros. Claro que hay muchas diferencias, algunas incluso se deberían denominar injusticia entre deportes, pero os aseguro que el que menos culpa tiene es el que entrena y compite.

Disfrutad de las mujeres y hombres que marcan goles, que vencen en etapas, que encestan triples, que conducen a gran velocidad en circuitos o que destrozan el crono y no olvidéis que todos merecen respeto y admiración. No es nada fácil estar ahí.

*Luis Pasamontes fue ciclista profesional (Movistar y Caisse d'Epargne, entre otros) y ahora es mentor deportivo y conferenciante.

¿Habéis escuchado la frase del titular alguna vez? ¿Os suena? A mi sí, además, como ciclista era común la comparación entre ambos deportes. Las redes sociales ayudan al discurso fácil y al aplauso populista. Imágenes que emparejan a un futbolista en el suelo quejándose por una entrada y un ciclista ensangrentado cruzando la línea de meta tras una caída; partidos de 90 minutos y entrenamientos de 1-2 horas frente a vueltas de tres semanas y entrenamientos de 5 horas; calambres tras la prorroga frente a ciclistas 'apajarados' por falta de comida o líquido terminando épicas jornadas; lejanía entre los sueldos de los mejores futbolista del mundo y los de los mejores ciclistas del pelotón internacional... jugadores que podría hacer dos equipos profesionales de ciclismo con sus nóminas. Nada hay de falso en estas afirmaciones, pero ¿y qué?

Luis Pasamontes Víctor Sánchez del Amo