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La poca vergüenza de Neymar en Barcelona para reírse de los culés y los madridistas
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Ulises Sánchez-Flor

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La poca vergüenza de Neymar en Barcelona para reírse de los culés y los madridistas

¿Bartomeu o algún directivo pueden explicar cómo Neymar se pasea por la Ciudad Deportiva como si fuera su casa? La diplomacia de Florentino choca con el desahogo del brasileño

Foto: Neymar, junto a Piqué, en el casino de Barcelona durante la visita del brasileño a la Ciudad Condal. (EFE)
Neymar, junto a Piqué, en el casino de Barcelona durante la visita del brasileño a la Ciudad Condal. (EFE)

Hay que tener muy poca o nada de vergüenza para presentarse en la oficina de trabajo de la que te has ido por la puerta de atrás y de forma traicionera con la excusa de que quieres saludar a los antiguos compañeros porque te unen lazos de amistad. Es lo que ha hecho Neymar, por segunda vez desde que es jugador del PSG, con una nueva visita a la Ciudad Deportiva del Barcelona. A la espera de que los excompañeros terminaran de ejercitarse, se metió hasta dentro del vestuario y alardeó con fotografías en las redes sociales de su barcelonismo. Sonrisas, abrazos y hasta algún puchero porque dice que los echa de menos. Después se marchó con Piqué al casino para participar en una partida de póquer y allí habló para dar calabazas al Real Madrid, porque dice que tiene contrato con el Paris Saint-Germain.

¿Bartomeu o algún directivo del Barcelona pueden explicar cómo Neymar se pasea por la Ciudad Deportiva como si fuera su casa? Poner un cartel en la entrada que diga ‘Prohibido Neymar o su padre’ sería un cante, pero estaría bien que de algún modo le hicieran llegar que no es bien recibido cuando se ha reído en la cara de todo el barcelonismo el día que pagó los 222 millones de euros y luego demandó al club porque le tenían que abonar la parte proporcional de la última renovación del contrato. Un disparate.

Foto: Marcelo presiona para robar un balón ante Pedro Porro en Montilivi. (Efe)

Debería estar más atento Gerard Piqué, ahora que por fin tiene galones de capitán, a esta situación tan absurda en lugar de estar pendiente de alimentar sus negocios. Porque si Piqué aspira un día a ser presidente del Barcelona, tiene que tener la sensibilidad de sus aficionados y pensar que para encontrarse con un excompañero que ha engañado a la actual directiva es más conveniente citarse en otro recinto que no sea la casa del barcelonismo. Pero Gerard Piqué está a otras cosas desde hace tiempo y no cayó en la ingratitud del brasileño y su padre con el club culé. Este es otro asunto, pero el fútbol parece secundario para el central culé.

Se podría establecer alguna comparación para analizar esta anomalía. No me imagino a Cristiano Ronaldo regresando a Madrid y acudiendo al vestuario de la Ciudad Deportiva de Valdebebas para ver de nuevo a Sergio Ramos, Marcelo, Benzema y compañía. El portugués podría entrar en el recinto con la cabeza más alta que Neymar a la Ciudad Deportiva del Barça, porque su salida a la Juventus estaba más pactada con Florentino Pérez, pese al distanciamiento, que la del brasileño con Bartomeu.

placeholder Mbappé, en el Mundial de Rusia. (EFE)
Mbappé, en el Mundial de Rusia. (EFE)

Un desahogado

La diplomacia de Florentino choca con el desahogo del brasileño. Si Neymar es el fichaje de Florentino Pérez para el verano de 2019, lo disimula bastante mal porque no se corta en exhibir su amor por el Barcelona y decir que se queda en el Paris Saint-Germain. Toda la mano izquierda que tiene el presidente del Real Madrid para que el club emita comunicados negando informaciones no la tiene Neymar, porque solo le interesa lo suyo y cada vez queda más señalado como uno de esos futbolistas que se venden al mejor postor. Que se lo piense Florentino Pérez, porque entre el madridismo se palpa cada vez con más fuerza el deseo de poder fichar, algún día, a Mbappé antes que a Neymar. Ni el francés ni el brasileño acabarán sus carreras en el PSG, pero al Madrid le puede convenir más esperar su oportunidad para fichar a Mbappé (19 años) que al cansino de Neymar (26 años).

No descarto que haya una tercera visita de Neymar a su querida casa del barcelonismo, porque a este chico le invade la nostalgia desde que se marchó a París y quizá se haya dado cuenta que fue un paso atrás porque se aburre en el campeonato galo y cada día que pasa le hace más sombra la estrella emergente que es Mbappé.

Foto: Vinicius durantido de la pretemporada con el primer equipo del Real Madrid. (Efe)

Hay que tener muy poca o nada de vergüenza para presentarse en la oficina de trabajo de la que te has ido por la puerta de atrás y de forma traicionera con la excusa de que quieres saludar a los antiguos compañeros porque te unen lazos de amistad. Es lo que ha hecho Neymar, por segunda vez desde que es jugador del PSG, con una nueva visita a la Ciudad Deportiva del Barcelona. A la espera de que los excompañeros terminaran de ejercitarse, se metió hasta dentro del vestuario y alardeó con fotografías en las redes sociales de su barcelonismo. Sonrisas, abrazos y hasta algún puchero porque dice que los echa de menos. Después se marchó con Piqué al casino para participar en una partida de póquer y allí habló para dar calabazas al Real Madrid, porque dice que tiene contrato con el Paris Saint-Germain.

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