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La birria de un Barcelona surrealista en Sevilla
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Gemma Herrero

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La birria de un Barcelona surrealista en Sevilla

El Sevilla ganó 2-0, goles de Sarabia y Ben Yedder, a un FC Barcelona que salió con los menos habituales para la ida de cuartos de final de la Copa del Rey. ¿Se confió Valverde?

Foto: Luis Suárez salió por Boateng en el segundo tiempo. (Reuters)
Luis Suárez salió por Boateng en el segundo tiempo. (Reuters)

El Barcelona más surrealista cayó en el Sánchez Pizjuán por 2-0 ante un Sevilla blandísimo y se jugará estar en semifinales de la Copa del Rey en el partido de vuelta. La idea es que ya lo arreglará Messi en el Camp Nou el próximo miércoles, a eso se han acostumbrado en el club, el equipo y hasta el tendido, pero a todos los que llevan a gala el estilo, el buen juego, el ADN y una manera de hacer las cosas que los distinguía de los demás, basta decir que el Barça solo tiró entre los tres palos una vez en 90 minutos. Una birria, vamos.

Con retales, con Messi y Busquets en Barcelona, con Luis Suárez, Coutinho y Jordi Alba en el banquillo. Con Prince Boateng de titular habiendo completado solo un entrenamiento y seguramente sin saber cómo se llama el delegado o el utillero. Con Semedo de lateral izquierdo por primera vez desde que llegó, con Aleñá perdido de extremo, con Malcom de coladero, con la nada, el Barça se la pegó. Y tiene su mérito teniendo en cuenta que el Sevilla no tuvo en la primera parte ni colmillo, ni pulso ni carácter. La planicie. Y aun así, el gol de Sarabia en el 58’ fue suficiente como para resucitar al muerto y que llegara el segundo de Ben Yedder en el 76’ gracias a una pérdida de balón de Coutinho —el fichaje más caro de la historia del Barça—, que había salido al terreno de juego siete minutos antes sustituyendo al recién fichado y estrenado Boateng.

placeholder Ben Yedder se acordó de Emiliano Sala. (EFE)
Ben Yedder se acordó de Emiliano Sala. (EFE)

Aquí no pasa nada

El Barça ha ganado las últimas cuatro Copas del Rey de forma consecutiva, mientras que el Real Madrid ha ido encadenando una Champions tras otra. Eso hace pupa. Y provoca que se replanteen los objetivos. La Copa, no lo es. Por eso Valverde dio descanso a Messi y Busquets y nadie se echó las manos a la cabeza, teniendo además el comodín de la vuelta en casa. Por eso existe la sensación del ‘aquí no pasa nada’, aunque el partido en el Sánchez Pizjuán sea infame y Luis Suárez, el único que disparó entre los tres palos. A la hora de apostar, resulta evidente que Valverde lo hace por la Liga y la Champions, y no es reprochable. Es lo que hay. Porque la Copa ya no hace ilusión. Hasta un futbolista ultracompetitivo como Piqué terminó diciendo tras el encuentro: “Si le damos la vuelta en el Camp Nou, bien. Si no, otro año será”.

Foto: El Real Madrid está en lo más alto en la tabla de ingresos.

La cuestión es que la ‘segunda unidad’ del Barça produce no solo un profundo aburrimiento, es que que encima provoca una sensación de desierto. De encefalograma plano. Mientras Bartomeu se aplaudía a sí mismo por fichar a De Jong y se mira al horizonte para recuperar la ilusión, el entusiasmo, en Sevilla al conjunto culé no le reconocía ni su padre. Es lo que hay, pero si esto es suficiente, que venga dios —es decir, Cruyff— y lo vea.

Ficha del partido

2 - Sevilla: Juan Soriano; Mercado, Kjaer, Sergi Gómez; Jesús Navas (André Silva, m.71), Sarabia (Franco Vázquez, m.66), Amadou, Banega, Escudero (Arana, m.88); Promes y Ben Yedder.

0 - Barcelona: Cillessen; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Semedo (Jordi Alba, m.80); Arturo Vidal, Rakitic, Arthur; Malcom (Coutinho, m.63), Kevin-Prince Boateng (Luis Suárez, m.63) y Aleñá.

Goles: 1-0, M.58: Sarabia. 2-0, M.76: Ben Yedder.

Árbitro: Carlos del Cerro Grande (Comité Madrileño). Amonestó al local Sergi Gómez (m.73) y al visitante Jordi Alba (m.84).

Incidencias: partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante 38.403 espectadores. Césped en perfecto estado. 

El Barcelona más surrealista cayó en el Sánchez Pizjuán por 2-0 ante un Sevilla blandísimo y se jugará estar en semifinales de la Copa del Rey en el partido de vuelta. La idea es que ya lo arreglará Messi en el Camp Nou el próximo miércoles, a eso se han acostumbrado en el club, el equipo y hasta el tendido, pero a todos los que llevan a gala el estilo, el buen juego, el ADN y una manera de hacer las cosas que los distinguía de los demás, basta decir que el Barça solo tiró entre los tres palos una vez en 90 minutos. Una birria, vamos.

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