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¿Puigdemont, Torra y Otegi en un debate sobre deporte? Sujétame la copa
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Darío Ojeda

¿Puigdemont, Torra y Otegi en un debate sobre deporte? Sujétame la copa

Partido Popular y Ciudadanos criticaron la gestión del PSOE en un debate organizado por la FNEID en el Hotel Intercontinental de Madrid en el que también participó Podemos

Foto: Omar Anguita (PSOE) tras un discurso. (EFE)
Omar Anguita (PSOE) tras un discurso. (EFE)

Un piloto, un periodista, un yudoca y un baloncestista se sientan a debatir de deporte y lo que pasa a continuación no te sorprenderá. En esta campaña electoral, todos los debates están cortados por el mismo patrón. Los bloques están muy claros y las futuras alianzas son bastante previsibles. Los suplentes se comportan como los titulares, repiten los mismos argumentos y siguen el mismo guion, da igual quién organice el debate.

El piloto es Omar Anguita, líder de las Juventudes Socialistas que se estrena en la lista por Madrid al Congreso de los Diputados. ¿Experiencia en deporte? Más allá de ser del Barça y abonado del Atlético de Madrid, poca. Y se le nota. Por qué era el representante socialista cuando en el partido hay gente con más experiencia en estos asuntos es un misterio. Estuvo como Pedro Sánchez en los dos debates televisados: ni bien ni mal, sino todo lo contrario.

Cometió el error de no adaptar su discurso a la audiencia. En un debate es muy importante saber para quién hablas. En RTVE o Atresmedia te ve todo el país; en el de este miércoles, organizado por la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID), solo un reducido público de gente que no quiere que le toques el bolsillo. Unos, los empresarios, quieren bajadas de impuestos. Otros, los representantes de federaciones, más financiación y menos controles. A ambos les intentó vender las bondades del anteproyecto de ley del deporte elaborado por el Gobierno socialista, que encontró el rechazo en buena parte del sector cuando fue presentado. Como venderle hielo a un esquimal.

placeholder Imagen del debate organizado por FNEID este miércoles en Madrid. (Foto: FNEID)
Imagen del debate organizado por FNEID este miércoles en Madrid. (Foto: FNEID)

Caña al PSOE del PP a la de ya

El periodista es Vicente Azpitarte, candidato del PP al Senado por Granada. Quien lo haya escuchado durante los úlimos años en esRadio sabe que no hace prisioneros delante de un micrófono. En cuanto tuvo uno delante empezó a disparar contra el PSOE mientras Anguita empezaba a preguntarse qué hacía allí. "Es imposible que el PSOE saque adelante esa ley con el apoyo de los independentistas", dijo. "Los que están utilizando el deporte para hacer política, Puigdemont, Torra, Otegi, ¿me vas a decir que van a estar de acuerdo en sacar una ley nacional de deporte con vosotros?". ¿Torra y Otegi en un debate sobre deporte? Sujétame la copa.

Azpitarte, al que hay que agradecerle haber estado más acertado que su jefe con los datos (solo dio uno y era correcto, y además no sacó ningún gráfico), es el prototipo de ese nuevo PP que vende Casado y que representa mejor que nadie Cayetana Álvarez de Toledo. La lección bien aprendida: caña al PSOE, que pacta con los que quieren romper España. "Que el presidente del Gobierno haga del deporte una cuestión de Estados cuando está fracturando el Estado...". El 'cayetanismo' ha llegado.

Territorio comanche para la izquierda

El yudoca es Óscar Peñas, asesor de Podemos, que imbuido por el espíritu responsable de Pablo Iglesias reprochó el tono al representante del Partido Popular e intentó ganarse al grupo de empresarios que tenía delante. "Sois una parte muy importante, arriesgáis mucho", les dijo, antes de recordarles que "la cuenta de resultados más importante es que la salud de los ciudadanos está en juego".

El debate era territorio comanche para los representantes de la izquierda. Una de las preguntas hizo referencia a la subida del IVA a los servicios deportivos (aprobada por el PP en 2012, por cierto) y otra a la competencia desleal de la administración pública en el sector del deporte. Ni PSOE ni Podemos van a prometer a la patronal una bajada de impuestos ni van a renegar de la subida del salario mínimo.

El baloncestista es Roberto Núñez, portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid. Fue el único que no se comportó cómo el número uno de su partido: ni un ataque gamberro, ni un marco ni una mísera tesis fotocopiada, solo propuestas (fue el que más propuestas presentó) y palabras de comprensión para esos empresarios que suspiran por una bajada de impuestos y que saliban con un gobierno de populares y naranjas. "El sector del deporte ha sido maltratado fiscalmente", dijo.

No se metió en las discusiones que sí protagonizó Albert Rivera en los dos debates televisados, pero como él le tendió la mano al PP. No hubio reproches cruzados entre él y Azpitarte, que se unieron para criticar que el Gobierno quiera presentar una candidatura conjunta con Portugal y Marruecos al Mundial 2030. "Si también en esto vamos a criticar al adversario político... Es que criticamos todo", se lamentó el representante del PSOE. No está claro si sabía a qué había ido.

¿Y el deporte femenino? ¿Y la igualdad? Quizá sea el tema deportivo estrella en los programas electorales. Reforzar y proteger el papel de la mujer en el ámbito deportivo es de lo poco que une a todos los partidos. Pero luego llega uno de los escasos debates sobre el asunto en la campaña electoral y no hay ninguna mujer y el tema apenas se trata. Los candidatos a presidir al Gobierno son cuatro hombres, por eso los dos grandes debates han sido 100% masculinos, pero en uno como el de este miércoles, organizado por la FNEID, había más libertad. Ni por esas.

Un piloto, un periodista, un yudoca y un baloncestista se sientan a debatir de deporte y lo que pasa a continuación no te sorprenderá. En esta campaña electoral, todos los debates están cortados por el mismo patrón. Los bloques están muy claros y las futuras alianzas son bastante previsibles. Los suplentes se comportan como los titulares, repiten los mismos argumentos y siguen el mismo guion, da igual quién organice el debate.