La golfada del Barcelona de quitar el dorsal a Carles Aleñá para dárselo a De Jong

Lo que le falta al FC Barcelona es pasar por encima de un canterano. Carles Aleñá desvela cómo le arrebataron su dorsal, el 21, para dárselo a Frenkie de Jong. Una maniobra fea que deja en mal lugar a la directiva de cara a los aficionados y al propio vestuario porque demuestra los privilegios que quieren dar al joven centrocampista holandés. Para sacarlo del Ajax no eran suficiente los 86 millones de euros (75 fijos más 11 en variables) del acuerdo en el mes de enero. Había más promesas para convencer al joven y hacerle ver que iba a ser una figura desde el primer día. De Jong eligió el dorsal ’21’ de Aleñá y para el club no era un problema. Existe la idea, además, de que le harán hueco en el once a costa de presionar a Rakitic para que se vaya y poder sacar una buena cantidad de dinero.

Carles Aleñá se ha desahogado en tierras japonesas. Ha sacado algo que le retorcía las tripas. El feo deja en muy mal lugar a la directiva del Barcelona por no respetar los códigos del vestuario. Se hace más sucio por tratarse de un canterano. “La directiva le prometió el dorsal sin avisarme”, es la denuncia de Aleñá. Este tipo de decisiones no le corresponden a un dirigente. Es un negociado de la plantilla y se rige por la veteranía y no por los privilegios que haya que dar a un fichaje. Eden Hazard, por ejemplo, está jugando en el Real Madrid con el dorsal ’50’ y no le ha quitado el ’10’ a Luka Modric. Florentino Pérez no se mete en estos asuntos. Como cuando fichó a Cristiano Ronaldo y la primera temporada tuvo que llevar el ‘9’. El ‘7’ era de Raúl.

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El Barça ha pasado por encima de Aleñá y lo peor es que se ha ido por detrás. Podrá decir ahora que ha sido un fallo de comunicación o cualquier excusa, pero las palabras del canterano tienen veracidad y credibilidad. “Eché de menos un mensaje de la directiva. Al menos de que De Jong había pedido el número porque se lo prometieron. Son cosas que pasan, a veces, en este club. Me supo mal porque creo que yo siempre he tenido buenos gestos con el club. Simplemente un mensaje. De Jong me lo pidió con humildad y me dijo que era una decisión mía”, es el relato que deja en evidencia a los dirigentes que cedieron a una petición que no le corresponde resolver al club y sí al dueño del dorsal. Por no hablar de cómo han enchufado al hijo del agente de De Jong.

Rakitic, en peligro

Las declaraciones de Carles Aleñá refuerzan la idea de que el plan en el Barcelona es que Frenkie de Jong se sienta como una estrella y encuentre los menos obstáculos posibles para entrar en el once. Primero un buen contrato, con un sueldo de 10 millones de euros netos que puede subir por los objetivos alcanzados, luego el dorsal ’21’ y la promesa de Ernesto Valverde de que ha llegado para ser importante. Se tiene que dar por perjudicado, en este caso, Ivan Rakitic cuando escucha las palabras del entrenador y dice que “los años van pasando y no sé si Rakitic va a ser un jugador importante en esta temporada. Ahora van a venir jugadores nuevos y tiene que pelear por su sitio”. Todo muy mosqueante. Frenkie de Jong se tiene que ganar el puesto de titular y los minutos en el día a día, los partidos, con la competencia y demostrar que es mejor. No se lo pueden regalar. Ni el dorsal.

El club y directiva que preside Josep María Bartomeu comete una torpeza importante. El club que tiene fama de ceder ante Messi no puede dar esta sensación de arrebatarle un dorsal a un canterano. Le deja en mal lugar y es un capítulo que se suma a otros extradeportivos como la dimitisión del vicepresidente Jordi Mestre por discrepancias con la Junta directiva.