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Lo siguiente es llamar gordo a Casemiro: por qué no es el sheriff del Real Madrid
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Ulises Sánchez-Flor

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Lo siguiente es llamar gordo a Casemiro: por qué no es el sheriff del Real Madrid

Una vía de escape para Ancelotti es que se hable del físico de Casemiro y se diga que no está en su mejor momento para dar equilibrio al equipo. El brasileño es víctima de los bandazos tácticos del entrenador

Foto: Casemiro en el partido entre el Valencia y el Real Madrid en Mestalla. (Efe)
Casemiro en el partido entre el Valencia y el Real Madrid en Mestalla. (Efe)

El ventilador está en marcha en el Real Madrid después de una semana negra con las primeras derrotas de la temporada en la Champions y en la Liga. Hay que encontrar explicaciones y culpables al desorden táctico que origina el cambio de tendencia. El diagnóstico de accidente, en palabras de Ancelotti, no convence cuando son tres partidos sin ganar (Villarreal, Sheriff y Espanyol), con solo dos goles marcados y cuatro en contra. El primer señalado es Ancelotti por tener un equipo desordenado, futbolistas fuera de sitio y dar bandazos con diferentes sistemas desequilibrados e inconsistentes.

El entrenador italiano no quiere ser el único responsable de las primeras derrotas y lo hizo saber nada más acabar el encuentro en Cornellà con unas declaraciones con las que protegerse de las críticas. “En una semana el equipo ha cambiado la actitud. Es el peor partido y es verdad que parecíamos desordenados y no teníamos un control del partido”, dice Carletto para encontrar una vía de escape con la que hacer más llevadero este parón de selecciones y en previsión de que el bache se alargue. El mensaje con tono de dureza a los jugadores tiene que llegar a Florentino Pérez. Carlo se anticipa, no sea que al presidente le empiecen a entrar las dudas sobre el trabajo y capacidad del italiano en su segunda etapa.

Foto: Luis Enrique durante su comparecencia para dar la última lista de convocados. (EFE)

Otra vía de escape para Ancelotti es que hable del físico de Casemiro y se diga que no está en su mejor momento para dar equilibrio al equipo. Corre la versión de que el brasileño está en un momento físico bajo y hasta pierde la concentración. Sorprende. Uno de los argumentos que provocaron su regreso al banquillo y le hicieron entrenador fue venderle a Florentino que el equipo iba a dar espectáculo con un juego vertical. Es el nuevo fútbol, según el italiano, y el Madrid de Zidane estaba anclado. Era necesario reactivar el juego ofensivo con más velocidad y vértigo. A Casemiro no le ve fino el cuerpo técnico, entre los que tiene mucho poder de decisión el preparador físico Antonio Pintus. Encajan mejor la frescura, movilidad y el ida y vuelta de Camavinga y Fede Valverde.

Suplente contra el Espanyol

Casemiro no se discute en la Seleccion de Brasil y era fijo en el Real Madrid de Zidane. Con Ancelotti no sucede lo mismo. La decisión en Cornellà resultó sorprendente en el vestuario. Ancelotti dejó en el banquillo a Casemiro y apostó por un centro del campo con Kroos, Modric, Fede Valverde y Camavinga. En el primer partido de la temporada en el que podía alinear juntos a la sala de máquinas del Madrid de Zidane no lo hizo. Casemiro, Kroos y Modric no están, según Ancelotti, para hacer el fútbol vertiginoso y moderno que pretende.

Zidane ya intentó darle otro giro al centro del campo con Odegaard y dejó a Casemiro en el banquillo en el primer partido de Liga de la pasada temporada. Empezó a darse cuenta, muy pronto, de que este juego de ida y vuelta si no tienes un goleador, del tipo de Cristiano Ronaldo, y no del de Jovic e incluso del de Vinicius, no es válido. Hace falta equilibrio y Casemiro es el jefe. El sheriff.

Lo necesita la estructura del equipo para ser sólido y lo reclaman desde Courtois hasta Benzema. El brasileño es el único y el mejor centrocampista de contención, pero Ancelotti está metido en un lío de sistemas que ni sus propios jugadores captan. La única vía de escape que tiene Carletto es que se diga que Casemiro, el más capacitado para dar equilibrio, está bajo de forma. Lo siguiente que dirán los defensores de Ancelotti es que Casemiro está gordo.

placeholder Casemiro en el banquillo del estadio de Cornellà. (Efe)
Casemiro en el banquillo del estadio de Cornellà. (Efe)

El brasileño es víctima de los bandazos tácticos del entrenador. No jugó ni un minuto en la plácida victoria con goleada al Mallorca. Sufrió en el empate contra el Villarreal en un centro del campo desnaturalizado con Fede Valverde desplazado en el lateral derecho. Le quitó Ancelotti contra el Sheriff tras el gol del empate de Benzema. El equipo fue de cristal. Es suplente contra el Espanyol en el último partido antes del parón. Corre la versión, que le llega a Casemiro, de que no está en su mejor momento físico y está lento porque no cierra los espacios en un equipo que juega a ser más vertical.

Un equipo desordenado

Ancelotti actúa en sintonía con el proyecto del presidente y el trabajo está encaminado para que jueguen los jóvenes talentos. Llegó Camavinga y lo puso desde el primer día, sin pretemporada y sin conocer a los nuevos compañeros. Funcionó con un gol del francés en el debut y una asistencia en el gol de Rodrygo en San Siro contra el Inter de Milán. Pone en marcha, sin dudas, el relevo generacional porque es la hoja de ruta que marcan en los despachos. Es la estrategia para generar ilusión, que hace mucha falta, entre los aficionados que no han visto llegar a Mbappé y se quedaron sin celebrar ningún título la temporada pasada.

Se olvida Ancelotti de todo lo que aporta Casemiro si ordena el equipo y consigue comprometer al resto para que sean un equipo en el que defiendan todos de manera coordinada en la presión y hacer un buen repliegue. Poner a Casemiro, que en la primera etapa de Ancelotti en el banquillo del Madrid no estaba en sus planes, con la etiqueta de jugador superado por los rivales por una mala forma física no es justo porque lo que se busca es desviar la atención del berenjenal táctico del entrenador.

El ventilador está en marcha en el Real Madrid después de una semana negra con las primeras derrotas de la temporada en la Champions y en la Liga. Hay que encontrar explicaciones y culpables al desorden táctico que origina el cambio de tendencia. El diagnóstico de accidente, en palabras de Ancelotti, no convence cuando son tres partidos sin ganar (Villarreal, Sheriff y Espanyol), con solo dos goles marcados y cuatro en contra. El primer señalado es Ancelotti por tener un equipo desordenado, futbolistas fuera de sitio y dar bandazos con diferentes sistemas desequilibrados e inconsistentes.

Casemiro Vinicius Junior
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