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El negocio más fértil de España que quiere comprar el dueño de Ferrari
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Agustín Marco

A Corazón Abierto

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El negocio más fértil de España que quiere comprar el dueño de Ferrari

Dicen que las crisis generan, además de muchas víctimas por el camino, oportunidades de negocio para los empresarios más sagaces. Los tajos que con mayor o

Dicen que las crisis generan, además de muchas víctimas por el camino, oportunidades de negocio para los empresarios más sagaces. Los tajos que con mayor o menor razón el Gobierno ha dado a la sanidad pública han dejado desiertas unas necesidades básicas que las empresas privadas han aprovechado con urgencia. Muchos españoles que han sido desatendidos por la quiebra de muchas comunidades autónomas no han tenido más remedio que rascarse el bolsillo para no caer en las eternas listas de espera.

Ahí están las operaciones de adquisición llevadas a cabo por el Grupo Hospitalario Quirón, que en los últimos doce meses ha engullido a competidores como USP o la prestigiosa Clínica Teknon. O la venta de la Clínica La luz a Capio o la de MD Anderson, la filial española del centro especializado en tratamientos contra el cáncer.

Uno de estos grupos que ha sabido hacer de la necesidad un gran negocio es el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), una empresa nacida hace veinte años que, en realidad, ha explotado en los últimos ejercicios, al calor del retraso de las parejas en casarse o juntarse y quedarse embarazadas, lo que ha reducido la capacidad de engendrar hijos. Una realidad social a la que se ha añadido la limitación de las ayudas que concedía hasta hace no mucho el Ministerio de Sanidad que preside esa señora de piel horneada a la que le regalaban un Jaguar como a un niño unas golosinas por Halloween.

Porque el Gobierno ha dicho que solo atenderá a aquellas parejas casadas como Dios manda que demuestren que la "mujer es estéril". Los responsables del Ministerio y de las comunidades han aprobado la nueva cartera básica común de servicios del Sistema Nacional de Salud en relación a la reproducción asistida, según la cual, estos tratamientos se financiarán "por motivos terapéuticos o preventivos". Otro de los requisitos para recibir esta prestación será, además de ser capaz por una misma de conjugar óvulos con espermatozoides, no tener más de 40 años en el caso de la mujer y de 55 para los hombres. Es decir, si eres mujer sin pareja o lesbiana o tienes más de esa edad, hay que rascarse el bolsillo y acudir a una clínica privada.

El grupo de clínicas de infertilidad IVI ha multiplicado por tres su beneficios en apenas cuatro años al calor de los recortes aprobados por el Gobierno, contrario a subvencionar tratamientos médicos para generar nuevos contribuyentes

Y la mejor de España y una de las que más prestigio tiene en el mundo es la que han creado y desarrollado las familias Pellicer, Saurat y Remohi. Un grupo con presencia en gran parte de España, así como en México, Chile, Panamá, Argentina y Brasil, que ha colaborado en traer 55.000 niños al mundo, futuros contribuyentes a las arcas de la Seguridad Social en el caso de que, como vocifera Cristóbal Montoro, este país sea capaz de generar empleo.

La compañía factura ya cerca de 140 millones de euros, con un crecimiento anual próximo al 8%. Tiene un beneficio operativo próximo a los 30 millones y obtiene un beneficio neto de casi 25. Un bombón de empresa, que invierte en investigación y que ha suscitado el interés de los inversores institucionales de los que tanto se habla ahora. Uno de los que más ha husmeado alrededor de IVI ha sido el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo.

El jefe de Fernando Alonso, dueño de la famosa escudería desde que la compró a Enzo Ferrari en 1991, ha estado cerca de entrar en el capital de la clínica valenciana. A través de Montezemolo & Partners, la firma de inversiones que gestiona la fortuna familiar, el italiano preguntó meses atrás por cómo IVI era capaz de reproducir sus resultados, de crecer a tal velocidad. Porque apenas hace cuatro años, el beneficio de la empresa de fertilidad apenas era de 10 millones, casi tres veces menos que en 2012.

El rápido crecimiento de su cuenta de resultado ha atraído el interés de Montezemolo & Partners, el private equity del jefe de Fernando Alonso, una firma que invierte el dinero de varios de los mayores millonarios de Italia

Pero los Pellicer, los Saurat y el doctor Remohi rechazaron el acercamiento, pese a tratarse de una de los apellidos con más glamour de Europa, con más de 350 millones bajo el brazo para invertir de millonarios como Johan Rupert (Richemont Luxury Group) o Diego Della Valle (Tod´s)

No les hacía falta el dinero para seguir expandiéndose porque su deuda bancaria no llega ni a los 30 millones, es decir, apenas una vez su Ebitda. Ya les gustaría a muchas empresas del Ibex 35 tener ese ratio de apalancamiento. No obstante, les picó la curiosidad. Querían saber hasta cuánto podían conseguir si decidían vender la empresa si hacían un proceso competitivo ante el temor de que los problemas de sucesión entorpeciesen la paz accionarial.

Para ello, contrataron a Arcano, una boutique financiera especializada en asesorar a estas perlas desconocidas para el público general. El resultado del análisis de las cuentas es que IVI podía valer 400 millones de euros, una tasación que a varios potenciales compradores les pareció excesiva antes del verano y que ahora, tras la operación de Teknom con Quirón, ya ven con ojo más clínico.

Una demostración más de que en España, pese a las penurias del día a día, la incapacidad permanente de los políticos, las zancadillas de los caudillitos autonómicos y los trincadores profesionales –en algunas estas empresas hospitalarias se han refugiado consejeros de Sanidad que hicieron grandes relaciones personales- se hace negocio, se crea empleo, se genera conocimiento, sin necesidad de constituir ningún consejo de viejos sabios, de salvapatrias, amarrados al sillón sin prescripción médica. 

Sean felices

Dicen que las crisis generan, además de muchas víctimas por el camino, oportunidades de negocio para los empresarios más sagaces. Los tajos que con mayor o menor razón el Gobierno ha dado a la sanidad pública han dejado desiertas unas necesidades básicas que las empresas privadas han aprovechado con urgencia. Muchos españoles que han sido desatendidos por la quiebra de muchas comunidades autónomas no han tenido más remedio que rascarse el bolsillo para no caer en las eternas listas de espera.

Infertilidad Arcano