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"Lo peor de la crisis ya ha pasado"
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Roberto Centeno

El Disparate Económico

Por
Roberto Centeno

"Lo peor de la crisis ya ha pasado"

Se ha agotado el tiempo del disparate, del engaño masivo y de la demagogia populista, 4,3 millones de parados a fin de julio según Eurostat, que

Se ha agotado el tiempo del disparate, del engaño masivo y de la demagogia populista, 4,3 millones de parados a fin de julio según Eurostat, que serán casi 5 a fin de año y cerca de 6 a fin 2010, deberían borrar todo atisbo de frivolidad. Un desplome de las cuentas públicas como España no ha conocido jamás en tiempo de paz, con autonomías y ayuntamientos despilfarrando sin freno, con  un sistema financiero a las doce menos cinco de una crisis mayor, con la desaparición de casi mil PYMES y autónomos diarios por falta de financiación, obligarían a cualquier gobierno racional a tomar acciones drásticas e inmediatas, y sin embargo nada de esto ocurre.

           

Un Presidente de media España por voluntad propia, cada día más cesarista y radicalizado, que no es que no haga una a derechas, es que hace justo lo contrario a lo necesario, vive instalado en un mundo de mentiras, adulación y fantasías. Rodeado de su gobierno de chiquilicuatres, explica a sus fieles -cuya subsistencia depende de él- que no ha cometido un solo error, que ha dicho siempre la verdad, y que nunca ha improvisado, sino tomado las medidas oportunas en el momento oportuno. Y por si alguien tiene duda, el sábado nos desveló su grandiosa estrategia contra la crisis: más impuestos y más aborto, y su lema central: “Lo peor ya ha pasado”. Piensa que somos imbéciles y lo peor es que 11 millones de razones  lo avalan.

En línea con ello, ha presentado unos Presupuestos 2010 que comentaré cuando entreguen el Libro Amarillo. Su cuadro macroeconómico es tan surrealista que el Director General de Análisis Macroeconómico, D. Alvaro San Martín, responsable de su realización, dimitió hace dos semanas. La Sra. Salgado ha decidido que el PIB caerá solo el -0,3 % en 2010, cuando la caída oficial a junio era del -4,2 %, y la real casi el doble. Pero lo más delirante: el consumo privado, el 57 % del PIB, pasa del –5,9 % a junio 2009 a solo el -0,4 % en 2010.

Con salarios congelados y un expolio de 25.000 millones a las clases medias y bajas, con impuestos estatales, locales y la subida histórica de la luz, con el incremento imparable del paro… ¡el consumo se recupera 5,5 puntos! ¡Milagro!. O los empresarios, que sin financiación y sin demanda, ¡van a recuperar 26 puntos en la inversión en bienes de equipo! Y para rematarlo, un incremento,  que no un descenso, del gasto no financiero del 17,5%, 185.249 millones contra 157.604 de los PGE de 2009, y una reducción del gasto social del 52,8% al 51,6%. En resumen, más injusticia social, más paro y más déficit, envueltos en las mentiras más infumables.

Una industria que se desintegra

Pero vayamos a los hechos. Los últimos indicadores de actividad conocidos muestran justo lo contrario, que seguimos hundiéndonos y que lo peor esta por llegar. Empezando por la industria. No es que la caída de julio sea mayor que la de junio, es que el sector se está desintegrando y ya solo representa el 15% del PIB, frente al 35% que representaba en 1975, y la caída del Índice de Producción Industrial en julio, que fue del -17,4%, comparado con una subida del 2,6% en la eurozona. Un auténtico desastre. El IPI se sitúa en el nivel más bajo en 14 años, y el indicador adelantado que representan las entradas de pedidos cae un -26,2%, lo que indica que la situación empeorara. La industria del automóvil, por ejemplo, que supone el 20% del sector, se estima que no sobrevivirá más de cinco años, acelerada por la absoluta irrelevancia  política de Zapatero.

En los servicios, que representan los dos tercios del PIB, la cifra de negocios cayó un 14,3% en julio respecto al mismo mes del año anterior, y una caída acumulada del 13,9% en los últimos doce meses. Y digo yo, si los dos tercios del PIB caen un 13,9% en tasa interanual, si la industria cae un 26% también en interanual, la construcción, según el estudio sectorial más completo realizado hasta ahora por Acuña y Asociados, seguirá cayendo hasta 2012, y solo su impacto reducirá el PIB en un 4,6% en 2009 y el 4,3% en 2010, entonces ¿Cómo puede afirmar nadie que el PIB va a caer solo un 4,1%? Estas son las cosas que ocurren con los sistemas estadísticos y los servicios de estudios bancarios en las monarquías bolivarianas.

Es lo mismo que sucede con el déficit: todo el mundo habla de un 10% en 2009… ¡Pero cómo que el 10%! Ese es solo el del Estado, pero ¿qué pasa con el déficit de  autonomías y ayuntamientos, que crece exponencialmente y donde ningún dato está actualizado? Los de carácter anual se difunden con un retraso de ¡dos años!, y como denunciaba en junio Malo de Molina: “El gobierno ha roto completamente la hucha para satisfacer las reivindicaciones autonómicas, sin que conozcamos su impacto sobre el déficit o la deuda pública”, y está hablando de unas administraciones que realizan el ¡66% del gasto!, no el 36% como incomprensiblemente dice el WSJ, 200.000 millones  de casi 300.000, excluida SS. Mientras tanto, gobierno y el Banco de España no tienen ni idea de que lo que está pasando. Y hay más, ¿dónde ponemos los 70.000 millones que van directamente a deuda sin pasar por déficit?, ¿y qué con los 30.000 millones debidos a PYMES y autónomos? Habrá que sumarlo, digo yo, ¿o lo va a pagar Obama?

2010: lo peor está por llegar.

 

Y de cara al año que viene, con el desplome del empleo y de las cuentas públicas, con la reducción de unos 1.600 euros por familia de la renta disponible, consecuencia de la brutal subida de impuestos estatal y local, la mayor de nuestra historia, más la subida espectacular de servicios esenciales como la luz y el gas, ya a la cabeza de Europa,  con la segura subida de tipos de interés, con la expulsión del crédito del sector privado, y con el cierre del grifo del dinero fácil del BCE, la situación no solo va a  empeorar, es que puede situarnos al borde del precipicio, con una diferencia entre ingresos y gastos –no sólo déficit- del 25 % del PIB.

No saldremos del túnel enganchados al tren con todos los demás como dice Solchaga, porque Zapatero nos ha desenganchado. Nadie tiene el peor gobierno en 200 años, nadie un modelo de estado imposible de financiar, y que ha fragmentado la unidad de mercado de la nación, nadie una deuda equivalente al 170% del PIB, y menos una situación en la que 15 millones de ocupados no funcionarios tengan que mantener con sus impuestos y cotizaciones sociales, a otros 12 millones de personas, entre funcionarios, asesores, parados y pensionistas.

Como se preguntaba la prensa francesa: “¿Qué pinta Zapatero en el G-20, con una tasa de paro que dobla la europea, y dice que está mejor que nadie?, la crisis le viene grande”.

Realmente la indigencia intelectual del personaje no tiene parangón, lo peor de la crisis no ha pasado ni va a pasar hasta que no haya un gobierno capaz, hasta que no cambiemos el modelo de estado y cortado los 60.000 millones año que despilfarra,  hasta que no tengamos un sistema financiero solvente y capaz de restablecer en crédito a familias y empresas y hasta que no acometamos las reformas estructurales esenciales.

Nada de eso está a la vista, en realidad ni está ni se le espera, así que vuelvo a lo mismo, solo la inminencia de la suspensión de pagos como nación o una crisis del sistema financiero que ponga en peligro el euro y obliguen al BCE a intervenir y a tomar las riendas de nuestra economía, podrá poner fin al hundimiento. Y entretanto, Rajoy mantiene a sus autonomías y ayuntamientos despilfarrando y subiendo impuestos como los que más, con el Ayuntamiento de Madrid a la cabeza, ¿así es como nos van a salvar?

Se ha agotado el tiempo del disparate, del engaño masivo y de la demagogia populista, 4,3 millones de parados a fin de julio según Eurostat, que serán casi 5 a fin de año y cerca de 6 a fin 2010, deberían borrar todo atisbo de frivolidad. Un desplome de las cuentas públicas como España no ha conocido jamás en tiempo de paz, con autonomías y ayuntamientos despilfarrando sin freno, con  un sistema financiero a las doce menos cinco de una crisis mayor, con la desaparición de casi mil PYMES y autónomos diarios por falta de financiación, obligarían a cualquier gobierno racional a tomar acciones drásticas e inmediatas, y sin embargo nada de esto ocurre.