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La digestión ya está hecha; hay que comprar bolsa
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La digestión ya está hecha; hay que comprar bolsa

Hoy, día en el que espero que todo el mundo esté muy contento porque España ha pasado a la final del campeonato del mundo de fútbol

Hoy, día en el que espero que todo el mundo esté muy contento porque España ha pasado a la final del campeonato del mundo de fútbol –escribo, lógicamente, estas líneas sin saber el resultado-, voy a ser algo provocador: creo que la bolsa es el activo que hay que tener, concretamente hay que estar hasta las trancas de la española. Y repito, no sé como ha quedado el partido y, por lo tanto estas líneas no son fruto de un arrebato patriotero.

La principal razón es que el riesgo de ruptura del euro lo hemos dejado claramente atrás y creo que en las próximas fechas, la macro va a confirmar que los temores de volver a caer en recesión –comportamiento en W del PIB- ha sido una pesadilla de primavera. Sin duda, la volatilidad de las bolsas no va a desaparecer de un día para otro, pero los niveles de valoración justifican con creces los baches del camino.

A pesar de que algunos indicadores adelantados se están dando la vuelta –eso sí, desde máximos históricos-, nada apunta a que la economía mundial vaya a volver a meterse en recesión. Seguramente, también las estimaciones de beneficios empresariales para el año que viene se tengan que revisar a la baja. Pero nada que apunte a caídas, sino a crecimientos menores, lo que claramente ya está en los precios. El potencial de caídas desde estos niveles es mínimo por esta razón.

Además, los tipos actuales de los bonos a diez años son un soporte claro de valoración de la bolsa. En cualquier caso, si los temores que han llevado a que los bonos se comporten tan bien se concretaran –ruptura del euro, quiebra del sistema financiero, recesión, deflación y finalmente depresión-, ni siquiera estos activos servirían de refugio.

El hecho de que se vayan a publicar el resultado de los 'stress test' de la banca, supone una muy buena oportunidad para restaurar la confianza en el sistema financiero europeo. A día de hoy, todo el mundo está muy escéptico con el eventual resultado, y nadie cree que los escenarios que se van a plantear van a ser lo suficientemente exigentes y que, en cualquier caso, el sistema en su conjunto tiene unas necesidades de recapitalización muy grandes. El potencial de sorpresas sólo tiene un lado.

Y por último, ¡qué decir del sentimiento!. No creo que nadie esté ni medianamente positivo con las bolsas. Todo el mundo está atenazado por los distintos miedos y nadie hace nada más allá de comprar bonos alemanes. En algún momento a alguien se le encenderá la lucecita y se dará cuenta que resulta más interesante comprar letras españolas a dieciocho meses que bono alemán a diez años…

La digestión ya está hecha. Hay que comprar bolsa. Hay que comprar España y a corto plazo hay que ponerse por delante de los cortos: son muchas ratas las ratas que tienen que salir a la vez de la ratonera….

Hoy, día en el que espero que todo el mundo esté muy contento porque España ha pasado a la final del campeonato del mundo de fútbol –escribo, lógicamente, estas líneas sin saber el resultado-, voy a ser algo provocador: creo que la bolsa es el activo que hay que tener, concretamente hay que estar hasta las trancas de la española. Y repito, no sé como ha quedado el partido y, por lo tanto estas líneas no son fruto de un arrebato patriotero.