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Evolución histórica de la deuda exterior neta española
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Juan Carlos Barba

Gráfico de la Semana

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Evolución histórica de la deuda exterior neta española

A pesar de la crisis la deuda exterior neta de la economía española supera por primera vez el billón de euros.Muchos ciudadanos, periodistas e incluso economistas

A pesar de la crisis la deuda exterior neta de la economía española supera por primera vez el billón de euros.

Muchos ciudadanos, periodistas e incluso economistas se preguntan por qué la deuda española está sufriendo tanto en los mercados financieros cuando nuestra deuda pública es mucho menor que la de otros países que no tienen absolutamente ningún problema, como puede ser la misma Alemania, y que además presentan también desequilibrio en las cuentas públicas y bajas tasas de crecimiento en la economía. Muchos concluyen, equivocadamente, que se trata de un ataque concertado sobre la economía española e incluso algunos van mas allá y elaboran estrafalarias teorías conspirativas que pasan por un maquiavélico plan para hacerse con el control de las grandes empresas españolas.

La explicación de esta pésima situación es, no obstante, mucho más simple, y se ve claramente en el siguiente gráfico.

Vemos representada la evolución de la Posición Neta de Inversión Internacional (NIIP) desde 1993 hasta junio de 2011. La NIIP se puede asimilar aproximadamente a la deuda exterior neta. Recoge tanto la inversión directa, como la indirecta, depósitos de extranjeros, bonos en manos de extranjeros y préstamos del exterior. En junio de 2011 superó, por primera vez, la cifra de 1 billón de euros (1,021 billones), partiendo de la modesta cifra de 70.000 millones de € en diciembre de 1992 (el 19% del PIB de aquel año). En comparación, la cifra actual equivale al 95% del PIB de España. La gran mayoría es deuda privada.

Alemania, por el contrario, presenta una posición acreedora de 951.000 millones de €. Es, pues, nuestra imagen especular. Esta deuda se ha acumulado como resultado del persistente déficit en la balanza de pagos que hemos padecido desde la entrada en el euro, motivado por la fortaleza de la demanda interna fruto de la expansión crediticia, la cual a su vez alimentó la burbuja inmobiliaria.

Una deuda externa tan elevada comporta unas obligaciones en forma de pagos de intereses, dividendos y beneficios por las inversiones extranjeras que inevitablemente coartarán de forma muy importante la actividad económica y por lo tanto los ingresos fiscales, de los cuales depende la capacidad de repago de la deuda pública. La deuda privada y la pública no son compartimentos estancos, y al final es la economía productiva la que tiene que afrontar el problema.

A pesar de la crisis la deuda exterior neta de la economía española supera por primera vez el billón de euros.