La crisis se sigue recrudeciendo, sin un final a la vista

Los últimos datos de servicios e industria indican que el ritmo de descenso de la actividad sigue aumentando.

Contrariamente a los reiterados mensajes “broteverdistas” por parte del Gobierno, los indicadores de servicios e industria (el grueso de la actividad económica del país) no muestran ningún indicio de que la crisis esté cerca de finalizar. Como mucho, lo que puede verse es una estabilización en la velocidad de caída de la actividad, pero en ningún caso una disminución de esta velocidad, ni mucho menos una recuperación.

En los dos gráficos de esta semana presentamos dos indicadores fundamentales de producción en servicios e industria y los comparamos con los indicadores adelantados (PMI de servicios y manufacturas).

En el primero de ellos podemos ver la situación actual de los servicios -deflactados–, tomando la media de los últimos 12 meses con el fin de reducir las oscilaciones estacionales. Como puede verse, el indicador de producción (Índice de Actividad del Sector Servicios) acelera de foma continua su caída desde marzo de 2011, y actualmente se desploma a una tasa del 6,9%. Teniendo en cuenta que este indicador abarca más o menos el 50% de toda la actividad económica del país; esto nos da una idea de los valores de depresión que estamos volviendo a vivir en la economía española. Como único dato positivo cabe decir que el indicador adelantado -el PMI– da indicios de estar estabilizándose, lo que llevaría en pocos meses a que la tasa de descenso de la actividad de los servicios se estabilizara también, tal vez en algún punto entre el -7 y el -8%. Esto supone que muchas de las empresas del sector se vean en una pésima situación, ya que después de cinco años de crisis pocas de ellas están en situación de aguantar semejantes caídas de la facturación sin graves problemas.

 

En el segundo gráfico se puede ver la evolución de la facturación de la industria (deflactada con el IPC). Como se ve, la caída de la industria empezó más tarde que la de los servicios (septiembre de 2011) y actualmente el descenso medio de los últimos 12 meses está en el -4,37%. En este caso, el indicador adelantado sí que da claras muestras de estabilización, pero no está mejorando. Ello podría llevar muy pronto a la velocidad de caída de la facturación en la industria a la horquilla del -4 o -5%, lo cual es poco menos que desastroso para el sector si no mejora rápidamente.

 

En conclusión, la economía española se está desplomando a tasas cada vez más aceleradas, y como único punto favorable podemos decir que hay indicios de que podríamos estar cerca del punto más profundo de esta segunda ola recesiva. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en cualquier momento un recrudecimiento de la crisis de deuda podría empeorar la situación de forma súbita, y esta es una eventualidad que no se puede descartar en absoluto.