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El riesgo está en los países desarrollados, no en los emergentes
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Jesús Sánchez-Quiñones

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El riesgo está en los países desarrollados, no en los emergentes

Cualquier inversión en los países llamados emergentes, principalmente Brasil, Rusia, India y China, se ha considerado como la parte más arriesgada de cualquier cartera de inversión,

Cualquier inversión en los países llamados emergentes, principalmente Brasil, Rusia, India y China, se ha considerado como la parte más arriesgada de cualquier cartera de inversión, destinando, en todo caso, un porcentaje mínimo a dichas zonas geográficas. Con el comportamiento de las economías de estos países frente a la crisis, previsiblemente tal percepción de riesgo variará en los próximos años.

 

La actual crisis financiera es la primera que no tiene su epicentro en los países emergentes, sino en las economías desarrolladas. Cabría pensar que la crisis iba a descarrilar la mejora de la situación económica de muchas economías emergentes. Muy al contrario, dichas economías  se han convertido en el motor del crecimiento mundial. En 2009 el mundo desarrollado (EE.UU., Europa y Japón) soportará una caída de PIB (Producto Interior Bruto) del 3,5%, mientras que los cuatro principales países emergentes (Brasil, Rusia, India y China (BRIC)) crecerán un  1,8%, gracias a China e India. Las previsiones para 2010 siguen la misma tendencia: el mundo desarrollado crecerá apenas un 1% mientras que los BRIC crecerán a tasas del 5%.

Al margen del crecimiento económico, la situación de las finanzas públicas de estos países se encuentran en una situación sensiblemente más holgada que la de los países desarrollados, con una menor presión de la deuda pública. A modo de ejemplo, Brasil mantiene su ratio de deuda sobre el PIB por debajo del 40% mientras que de acuerdo con las estimaciones de la OCDE para 2010, EE.UU. se acercará al 100% de deuda sobre el PIB; Japón al 200%; y el conjunto de la Zona Euro soportará una deuda del 89% del PIB, con países como Italia superando el 125%. La presión para financiar tal cantidad de deuda la tienen los países desarrollados, no los emergentes.

Otro de los factores que tradicionalmente han ocasionado la crisis de los emergentes ha sido su alta dependencia de los capitales exteriores. Actualmente, los ellos son los grandes tenedores de reservas de divisas del mundo. Las reservas de Brasil superan los 200.000 millones de dólares.

Si analizamos la evolución de la distribución del valor de las bolsas de valores de las distintas zonas geográficas en las dos últimas décadas se observa que el peso de cada zona geográfica ha variado sustancialmente.

Así, la bolsa japonesa representaba en 1989 más del 40% de valor de todas las bolsas mundiales. Diez años más tarde representaba menos del 20% y actualmente no alcanza el 10% de la capitalización mundial.

La bolsa estadounidense representaba algo más del 20% en 1989, dobló su cuota en 1989 y actualmente supone algo más del 30% del valor de todas las bolsas mundiales.

Las bolsas europeas, excluidas las del Reino Unido apenas han incrementado su participación porcentual en la capitalización bursátil mundial en los diez últimos años, manteniéndose por encima del 20%.

En los últimos 10 años, la cuota de mercado bursátil de los mercados emergentes no ha parado de crecer. De suponer apenas algo más del 5% hace 10 años a situarse cerca del 20% en la actualidad.

Todo parece indicar que el peso de las bolsas de los países emergentes seguirá creciendo en los próximos años, en detrimento del resto de áreas geográficas. No obstante, las bolsas de los países desarrollados también se beneficiarán de la mejora de los emergentes en la medida en que dispongan de empresas multinacionales con un porcentaje elevado de su actividad en dichas zonas. Afortunadamente este es el caso de la bolsa española.

Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4

Cualquier inversión en los países llamados emergentes, principalmente Brasil, Rusia, India y China, se ha considerado como la parte más arriesgada de cualquier cartera de inversión, destinando, en todo caso, un porcentaje mínimo a dichas zonas geográficas. Con el comportamiento de las economías de estos países frente a la crisis, previsiblemente tal percepción de riesgo variará en los próximos años.