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Tres recetas para la imprescindible reconversión financiera
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Jesús Sánchez-Quiñones

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Tres recetas para la imprescindible reconversión financiera

La situación actual de las cajas de ahorros y bancos domésticos presenta una triple problemática. Cualquier solución que se plantee ha de afrontar los tres problemas.

La situación actual de las cajas de ahorros y bancos domésticos presenta una triple problemática. Cualquier solución que se plantee ha de afrontar los tres problemas. Si las actuaciones planteadas dejan al margen alguno de los tres problemas la semilla de problemas futuros estará plantada.

 

Problema de balance. Mientras los inversores tengan dudas sobre el valor de los activos reflejados en el balance de las entidades, éstas seguirán teniendo problemas para financiarse. La transparencia exigida por el Banco de España es un primer paso. Una vez publicada la exposición de cada entidad al sector inmobiliario y constructor, el Banco de España dará a conocer las cantidades adicionales de capital que cada entidad necesita para cumplir con los nuevos  requisitos marcados por el BdE.

No obstante, hasta que no se realicen los nuevos exámenes de estrés sobre los balances bancarios, considerando escenarios de menor actividad económica y de pérdida de valor de los activos inmobiliarios, no se sabrá que cantidad de recursos podría llegar a necesitar cada entidad ante una situación económica adversa. Los resultados de estos exámenes (stress tests) se conocerán durante los meses de verano.

El sobreendeudamiento es un problema generalizado de la economía. Aun así, las entidades más apalancadas son las entidades financieras. De cada 100 € que han prestado o invertido, menos de 5 € provenían de recursos propios. Los restantes 95 € correspondían a financiación ajena, bien a través de emisiones colocadas entre inversores, o bien a través de depósitos de clientes. Los nuevos requisitos de capital buscan un fortalecimiento de los recursos propios y un menor apalancamiento de bancos y cajas. En otras palabras, si una entidad no es capaz de aumentar sus  recursos propios tendrá que reducir su actual nivel de créditos vivos.

Las opciones para desapalancarse sólo son tres: vender activos, reducir pasivos o aumentar los recursos propios. Inevitablemente las entidades tendrán que utilizar todas las opciones simultáneamente.

La consecuencia más inmediata del problema de balance de bancos y cajas es una previsible reducción del crédito en el futuro cercano.

 

Problema de margen financiero. La agresiva política comercial llevada a cabo por determinas entidades, principalmente cajas de ahorros, de crecimiento en préstamos hipotecarios durante el boom, tiene consecuencias a largo plazo en sus cuentas de resultados. Un elevado porcentaje de los préstamos hipotecarios concedidos en los años de alegría inmobiliaria cuentan con un diferencial sobre el euribor inferior al 1% y vencimientos entre 20 y 30 años. Las mismas entidades que han concedido dichos préstamos se están financiando a tipos sensiblemente superiores. A día de hoy es frecuente pagar a la caja o banco correspondiente un tipo de interés en la  hipoteca inferior al tipo de interés que dicha entidad está ofreciendo por depósitos a sus clientes. Mal negocio.

Por supuesto, esta situación no afecta al conjunto del balance, ni en la misma medida a todas las entidades. Pese a ello, el descenso del margen de intermediación (intereses que cobran menos intereses que pagan) del conjunto de las entidades españolas es una realidad.

La consecuencia más inmediata del problema de margen financiero de las entidades se traduce en un inevitable encarecimiento del crédito nuevo.

Problema de sobrecapacidad. La dimensión de los bancos y cajas españoles creció en la misma medida que lo hacía el mercado inmobiliario. Prácticamente cada promoción inmobiliaria llevaba aparejada la apertura de una oficina bancaria. Una vez ha desaparecido dicho nivel de actividad promotora e inmobiliaria, el exceso de capacidad es patente. Así lo entiende el propio Ministerio de Economía cuando condiciona las ayudas del FROB a la reducción de al menos un 25% del número de oficinas, a la reducción de entre el 15% y 18% del empleo y a la presentación de un plan de viabilidad de la entidad que solicite ayuda financiera.

El sector financiero español se enfrenta a una verdadera reconversión. Inyectar dinero público en las entidades sin solucionar los problemas de viabilidad a largo plazo y de clara sobrecapacidad sólo serviría para dar oxígeno a las entidades durante un periodo de tiempo para encontrarnos con un problema aún mayor pasado ese periodo de gracia. Toda reconversión es dura y difícil, pero cuanto más se tarde en acometerla peores serán las consecuencias. Mientras tanto lo que nos espera es menos crédito y más caro.

 

Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4

La situación actual de las cajas de ahorros y bancos domésticos presenta una triple problemática. Cualquier solución que se plantee ha de afrontar los tres problemas. Si las actuaciones planteadas dejan al margen alguno de los tres problemas la semilla de problemas futuros estará plantada.