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Cuánto nos toca de la quita de la deuda griega
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Jesús Sánchez-Quiñones

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Cuánto nos toca de la quita de la deuda griega

Los bonos griegos con vencimiento a diez años cotizan al 55% de su valor nominal. Dicho de otro modo, los inversores esperan que dichos bonos sufran

Los bonos griegos con vencimiento a diez años cotizan al 55% de su valor nominal. Dicho de otro modo, los inversores esperan que dichos bonos sufran una quita de alrededor del 45% de su valor facial.

La reestructuración de la deuda griega es inevitable. La única cuestión a determinar es cuándo se producirá. Parece que las autoridades europeas, incluidos el gobierno alemán y el Banco Central Europeo, se decantan por aplazar la reestructuración. De ser ésta la decisión finalmente adoptada, hay que ser conscientes de las consecuencias.

Del total de los 160.000 millones de euros de deuda pública griega viva, los bancos griegos son titulares del 17,9%, el Banco de Grecia controla casi el 6%, el BCE el 17,6% y el FMI y otros préstamos bilaterales suponen el 18,5% de la deuda. Los bancos europeos controlan el 17% y otros tenedores extranjeros el 16% restante.

Dado lo inevitable de la reestructuración en el tiempo, al vencimiento de los bonos griegos actualmente vivos, pocos serán los titulares que renueven su posición comprando bonos de nueva emisión. Los únicos compradores de los bonos griegos son: por un lado el propio Banco Central Europeo, que actualmente ya controla 28.000 millones de euros; por otro lado los bancos griegos que utilizan los bonos griegos para obtener financiación del BCE, depositando los bonos emitidos por el estado heleno como garantía.

A su vez, al estar produciéndose una cuantiosa fuga de depósitos, la única vía de financiación de los bancos griegos es la apelación a las líneas de liquidez del BCE. Como consecuencia de lo anterior, cuanto más tiempo pase sin que se produzca la reestructuración de la deuda griega, mayor será la exposición del BCE al riesgo griego. En primer lugar al aumentar su exposición como financiador de última instancia de los bancos griegos que ven cerradas cualquier otra vía de financiación y, por tanto, se ven en la obligación de apelar al BCE para poder financiarse.

En segundo lugar como comprador de bonos griegos en el mercado a través del SMP (Securities Market Programme), programa de compra de bonos soberanos de países con dificultades de financiación. Al final del primer trimestre de este año, y considerando que la totalidad de los bonos griegos en los balances de los bancos helenos han sido utilizados para conseguir financiación del BCE, hipótesis muy verosímil, el 40% de la deuda griega se encontraría ya, de una forma o de otra, en el balance del BCE.

Cuanto más tiempo transcurra, menor será la exposición a la deuda griega del resto de tenedores actuales (bancos europeos y otros inversores extranjeros), y mayor será el porcentaje de deuda griega en poder del BCE. Al ser inevitable la reestructuración, cuando esta se produzca, dará lugar a una quita que será asumida en gran parte por el BCE.

El capital del BCE procede de los bancos centrales nacionales (BCN) de todos los Estados miembros de la UE. Asciende a 10.760.652.402 euros de los que sólo están desembolsados 5.196.932.289 euros. Las participaciones de los BCN en este capital se calculan utilizando una clave que refleja la participación de los respectivos países en la población y en el producto interior bruto de la UE, con igual peso. En la actualidad el peso del Banco de España es del 8,30% del capital, frente al 18,9% del Bundesbank o el 14,2% del Banco de Francia.

En conclusión, aplazar la reestructuración de la deuda griega supone aumentar la socialización de las pérdidas a través de las crecientes posiciones del BCE en los bonos helenos. Cuando las deudas no se pueden pagar, alguien tiene que cargar con las pérdidas. Parece que la decisión, una vez más, es socializar gran parte de las mismas a través del BCE.

Los bonos griegos con vencimiento a diez años cotizan al 55% de su valor nominal. Dicho de otro modo, los inversores esperan que dichos bonos sufran una quita de alrededor del 45% de su valor facial.

Deuda Bonos corporativos Banco Central Europeo (BCE)