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Los riesgos de una rebaja masiva de calificación de deuda periférica
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Ignacio Rodríguez Añino

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Los riesgos de una rebaja masiva de calificación de deuda periférica

Es difícil tener mucha confianza en las agencias de calificación crediticia. No se puede decir que tuvieran mucho acierto cuando otorgaron la máxima calificación a titulizaciones

Es difícil tener mucha confianza en las agencias de calificación crediticia. No se puede decir que tuvieran mucho acierto cuando otorgaron la máxima calificación a titulizaciones de bonos basura. Ni que sean las entidades más ecuánimes e imparciales del mundo económico.

Sin embargo, los mercados no dejan de hacer caso a sus decisiones de rebaja de la calificación de los bonos soberanos, sobre todo si lo que se rebaja es deuda de países periféricos como España o Italia hace poco o Grecia, Portugal e Irlanda hace ya un par de años.

Desgraciadamente, además, España se acerca cada vez más hacia la calificación de “bono de alta rentabilidad” o “High Yield”. Y esto no sólo afecta a los bonos de gobierno sino también a los bonos corporativos españoles.

El bono español a diez años cotizaba ayer por encima del 6,7%, acercándose a la frontera del 7%, con un diferencial de 549 puntos básicos (5,49%) sobre el bono alemán. El italiano estaba en el 6,01%.  Estos diferenciales reflejan la presión a la que están siendo sometidos nuestros Estados, ya que los inversores creen que crecen sus posibilidades de impago y por tanto exigen una mayor rentabilidad para prestarles dinero.

Esa presión también se ha trasladado a los bonos corporativos no financieros españoles e italianos: 

Por ejemplo, Stephan Isaacs destacaba la semana pasada que los CDS a cinco años de Gas Natural, Iberdrola, Repsol o Enel cotizaban cerca de sus máximos de siempre, por encima de 455 puntos básicos. Y no sólo las “utilities”, también las operadoras de telefonía como Telefónica o Telecom Italia tienen la prima de riesgo cercana a los 500 puntos básicos.

Todas estas empresas tienen la calificación crediticia de grado de inversión. Sin embargo, sus primas de riesgo son más parecidas a las de un “High Yield”. Es decir, que el mercado no se cree que estas empresas sean  de alta calidad, sino que están bastante cerca de considerarlas “High Yield”.

En España los cuatro emisores más grandes están sólo a dos escalones de media de caer en la “alta rentabilidad”. Y en Italia la situación es similar:

Y es que los bonos corporativos tienen rebajas de calificación como consecuencia de la rebaja de sus propios bonos soberanos. Moody’s permite a las compañías no financieras un máximo de dos escalones por encima y S&P un máximo de 6, aunque la media es 2.

Entonces, ¿qué podría pasar en una hipotética rebaja masiva de la deuda Española e Italiana? Si los bonos corporativos no financieros de España perdiesen la calificación crediticia de grado de inversión, habría 47.000 millones de euros “entrando” en el universo “High Yield”. En Italia habría 59.000 millones. Esta cantidad sería enorme, ya que representaría el 80% del volumen actual de la deuda “High Yield” no financiera.

No es fácil que se dé una situación tan drástica, pero sí puede pasar que en los próximos años cada vez más deuda de empresas “periféricas” caiga en el ámbito del “High Yield”. El problema añadido entonces es que el número de inversores autorizados a invertir en “High Yield” es menor que el de los que pueden hacerlo en grado de inversión.

Es difícil tener mucha confianza en las agencias de calificación crediticia. No se puede decir que tuvieran mucho acierto cuando otorgaron la máxima calificación a titulizaciones de bonos basura. Ni que sean las entidades más ecuánimes e imparciales del mundo económico.

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