¿Cuántas veces ha sido ilegalizado el bitcoin en China?

El Banco Popular de China anunció esta semana que quedaban prohibidas todas las operaciones en monedas virtuales y que, en consecuencia, cualesquier entidad, nacional o extranjera, que proporcionara asistencia a las mismas estaría incurriendo en una ilegalidad. El anuncio del Estado chino coincide con la crisis de liquidez del coloso inmobiliario Evergrande y, más en general, con el riesgo de que el burbujístico sector del ladrillo se redimensione y el crecimiento económico se ralentice.

Justamente por ello, si las autoridades chinas están planteándose estimular la economía mediante políticas expansivas o socializar pérdidas a través de la inflación, tendría sentido que en estos momentos buscaran redirigir hacia el yuan toda la demanda de liquidez que emergerá durante los próximos meses… eliminando para ello cualquier potencial competencia monetaria frente al yuan, como la que pudieran constituir las divisas virtuales (en realidad, la principal alternativa sería proporcionada por monedas extranjeras fuertes como el dólar o el euro, pero, llegado el caso, las autoridades chinas lo tendrían bastante sencillo para establecer controles cambiarios).

Tampoco deberíamos perder de vista que esta no ha sido la primera vez que China ha proclamado públicamente que iba a perseguir el bitcoin

Ahora bien, tampoco deberíamos perder de vista que esta no ha sido la primera vez que China ha proclamado públicamente que iba a perseguir el bitcoin y otras monedas digitales. Los anuncios llevan sucediéndose desde el año 2013 y cada vez generan un menor impacto en el mercado. En concreto y a modo de ilustrativo recordatorio:

• El 5 de diciembre de 2013, China prohibió que las instituciones financieras canalizaran operaciones en bitcoins. La reacción del mercado fue brutal: en tres días, el precio de la moneda virtual bajó de 1.237 dólares a 697, esto es, una caída del 45%. Y, de hecho, la moneda virtual no volvió a recuperar los 1.237 dólares hasta el 2 de marzo de 2017, más de tres años después.
• El 11 de septiembre de 2017, China prohibió la emisión de nuevas monedas virtuales. Nuevamente, los efectos se dejaron sentir en la cotización del bitcoin, pero de un modo más suave: el precio cayó desde 4.335 dólares a 3.243 en apenas cuatro días (alrededor de un 25%). Además, el precio se recuperó mucho más rápido: el 1 de octubre de 2017, la moneda virtual ya había regresado a su marca anterior.
• El 5 de febrero de 2018, China prohibía todos los 'exchanges' (mercados de cambios) de monedas virtuales. El bitcoin se hundió en dos días desde los 9.241 dólares a 6.938 (otra vez un 25%). Pero en esta ocasión, el 14 de febrero ya regresó a los niveles previos.
• El 18 de mayo de 2021, el banco central chino prohibió a las instituciones financieras canalizar operaciones en cualquier criptodivisa. El bitcoin cayó en un día desde 42.897 dólares a 36.720 (cerca de un 15%). En este caso, la recuperación del nivel previo (por razones distintas a China) se prolongó algunas semanas más hasta el 7 de agosto.

Para prohibir las criptomonedas no basta con ordenarlo, sino que es necesario destinar importantes medios materiales

De momento, la última prohibición de China, que afecta a todos los agentes y a la totalidad de las monedas digitales, apenas ha movido el precio del bitcoin en un 7,5%: las repercusiones, pues, parecen estar siendo decrecientes (del 45% al 25%, del 25% al 15% y del 15% al 7,5%). El llamado FUD ('fear, uncertainty, doubt') regulatorio de China influye cada vez menos sobre los inversores: en parte, porque el mercado global del bitcoin es cada vez mayor y lo que ocurra en una parte del mismo —por muy poblada que esté China— va volviéndose relativamente menos determinante y, en parte, porque para prohibir las criptomonedas no basta con ordenarlo desde un texto legal, sino que es necesario destinar importantes medios materiales para descubrir a todos aquellos que no están cumpliendo con la ley y castigarles con suficiente dureza como para disuadir al resto de la población.

Quizás en el futuro asistamos a este tipo de represalias por parte de las autoridades chinas y, en ese momento, habrá que recalibrar los riesgos, tanto de operar dentro de China como de invertir en criptomonedas. Pero hasta entonces, las amenazas del Gobierno chino van recordando cada vez más al cuento de Pedro y el lobo: todo lo cual no implica, claro, que el lobo no pueda terminar mordiendo.