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Feijóo: continuismo económico del sanchismo
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Juan Ramón Rallo

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Feijóo: continuismo económico del sanchismo

Si alguien esperaba ver un cambio radical de rumbo con Feijóo al frente de la Moncloa, que se desengañe por entero

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (Reuters/ Albert Gea)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (Reuters/ Albert Gea)
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El PP de Alberto Núñez Feijóo ya ha presentado su programa electoral y, dentro de él, sus compromisos en materia económica. Desde luego había cierta expectación en qué prometería un Feijóo que lleva semanas propugnando una enmienda a la totalidad del sanchismo (también, suponemos, en lo económico): ¿sería cierto que acaso en la siguiente legislatura pudiéramos ver una reversión de las líneas maestras de política económica del Gobierno de PSOE-Podemos? Pues, a juzgar por las propuestas económicas del PP, no. De hecho, bien podríamos denominar al proyecto económico de Feijóo como un sanchismo adecentado. En particular, existen “sanchismos” que Feijóo abraza en su totalidad y sin matiz alguno; otros que acepta con retoques menores; y solo, por último, existen algunas políticas marcadamente sanchistas que de verdad quiere enmendar.

Primero, entre los sanchismos que Feijóo abraza in toto podemos mencionar el ingreso mínimo vital, la Tasa Tobin, la Tasa Google, la ley rider o el nuevo régimen de cotización de los trabajadores autónomos. Segundo, entre las medidas sanchistas que Feijóo mantendrá con escasos retoques encontramos el impuesto extraordinario a la banca y a las eléctricas, las subidas del salario mínimo interprofesional (que seguirán dándose pero incorporando a un grupo de expertos al diálogo social), la reforma del sistema de pensiones (indexando estos ingresos al IPC) o la reforma laboral. Y, por último, hallamos aquellos campos en los que Feijóo sí ha prometido un giro radical respecto al sanchismo: independencia y transparencia de los organismos oficiales, racionalización de la carga regulatoria, cuantificación del coste económico de las nuevas regulaciones, abandono de la excepción ibérica, mochila austriaca, supresión del impuesto a las grandes fortunas y deflactación del IRPF para quienes ingresen menos de 40.000 euros anuales.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el acto de inicio de campaña. (Reuters/Albert Gea)

Es verdad, por tanto, que Feijóo mantiene diferencias (algunas de ellas singulares) con Sánchez, pero el grueso de su política económica tiene más de continuista que de rupturista. Feijóo no va a enterrar ninguna de las grandes reformas económicas que han impulsado PSOE y Podemos durante los últimos años. Incluso algunas de las medidas aparentemente más opuestas al sanchismo, como la derogación del impuesto a las grandes fortunas o de la excepción ibérica, no son más que la consecuencia de la temporalidad con la que se aprobaron tales medidas: la excepción ibérica es una concesión temporal de la Comisión Europa a España y Portugal (por tanto, está condenada a expirar salvo que se reforme el marco europeo de energía en la línea promovida por este gobierno) y el impuesto a las grandes fortunas tenía una vigencia de únicamente dos años. Por tanto, ni siquiera aquí Feijóo se aparta del guion sanchista.

En definitiva, si alguien esperaba ver un cambio radical de rumbo con Feijóo al frente de La Moncloa, que se desengañe por entero. La economía española seguirá, con diferencias muy pequeñas, por el mismo camino marcado por Sánchez que no es otro, grosso modo, que el propio del consenso socialdemócrata europeo. En el mejor de los casos –y no es poco– experimentaremos una cierta mejoría en nuestra calidad institucional –pues acaso ése sea el peor rasgo del sanchismo: la subordinación de todo el aparato del Estado a sus intereses personalistas–, pero continuaremos con impuestos altos, gasto público creciente y dirigismo estatal expansivo. En todo eso, por desgracia, no hay diferencias sustantivas entre Sánchez y Feijóo.

El PP de Alberto Núñez Feijóo ya ha presentado su programa electoral y, dentro de él, sus compromisos en materia económica. Desde luego había cierta expectación en qué prometería un Feijóo que lleva semanas propugnando una enmienda a la totalidad del sanchismo (también, suponemos, en lo económico): ¿sería cierto que acaso en la siguiente legislatura pudiéramos ver una reversión de las líneas maestras de política económica del Gobierno de PSOE-Podemos? Pues, a juzgar por las propuestas económicas del PP, no. De hecho, bien podríamos denominar al proyecto económico de Feijóo como un sanchismo adecentado. En particular, existen “sanchismos” que Feijóo abraza en su totalidad y sin matiz alguno; otros que acepta con retoques menores; y solo, por último, existen algunas políticas marcadamente sanchistas que de verdad quiere enmendar.

Pedro Sánchez Alberto Núñez Feijóo
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