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La nueva moneda de los Brics ni está ni se la espera
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Juan Ramón Rallo

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La nueva moneda de los Brics ni está ni se la espera

Hoy por hoy, el dólar simplemente no tiene rival y a nadie le interesa renunciar a él para dar un salto al vacío

Foto: Luiz Inácio Lula da Silva, Xi Jinping, Cyril Ramaphosa, Narendra Modi y Sergei Lavrov. (Reuters/Gianluigi Guercia)
Luiz Inácio Lula da Silva, Xi Jinping, Cyril Ramaphosa, Narendra Modi y Sergei Lavrov. (Reuters/Gianluigi Guercia)
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Hace unos días, del 24 al 26 de agosto, tuvo lugar en Johannesburgo la XV cumbre de los Brics; hasta el momento, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Durante las semanas anteriores, se había venido rumoreando que este grupo de países podría acordar la emisión de una nueva divisa común que aspirara a competir globalmente con el dólar. A la postre, estas cinco economías concentran más del 40% de la población mundial y casi el 20% de los flujos comerciales.

Sin embargo, nada de ello ocurrió. Es más, tanto el ministro de Exteriores de la India como el de Finanzas de Sudáfrica descartaron de plano que semejante propuesta haya llegado siquiera a plantearse dentro del grupo de los Brics. Pero ¿por qué economías tan importantes como estas no se coordinan para independizarse del dólar creando su propia divisa? Pues porque, en contra de lo que a muchos les gustaría, no resulta ni mucho menos tan sencillo.

Foto: Un grupo de personas pasa por delante del Centro de Convenciones de Sandton, que acogerá la próxima cumbre de los Brics. (Reuters/James Oatway)

Por un lado, los Brics podrían ciertamente crear un banco central supranacional que emitiera un pasivo monetario común a todos ellos, pero eso implicaría una limitación de su soberanía monetaria de cada Estado: si las monedas nacionales de los Brics (el real, el rublo, la rupia, el renminbi y el rand) son reemplazadas por esa nueva moneda supranacional, los cinco Estados que componen los Brics renuncian por entero a gestionar su propia política monetaria (no podrían modificar los tipos de interés o el tipo de cambio para estimular o enfriar su economía), y si, por el contrario, se limitan a crear una nueva moneda común que conviva con la local, la política monetaria de cada uno de los Brics deberá coordinarse con la del resto para regular el valor de esa nueva divisa común. En cualquiera de ambos casos, la limitación de su autonomía monetaria no parece que resulte demasiado apetecible para ninguno de los Brics, máxime cuando la coyuntura y las necesidades de cada una de estas economías pueden ser muy dispares.

Por otro lado, los Brics también podrían adoptar colectivamente la moneda nacional de alguno de ellos: previsiblemente, la de China (por ser la economía más importante dentro de este grupo). Si Brasil, Rusia, India y Sudáfrica renunciaran a sus monedas locales o usaran el renminbi para sus transacciones exteriores (en sustitución del dólar), también podríamos hablar de una desdolarización de los Brics. Pero, nuevamente, esta propuesta conlleva problemas similares a la anterior (limitación a la autonomía monetaria de cada país), con la agravante de que cuatro economías se someterían geopolíticamente a la gestión monetaria autónoma de la quinta. Incluso en el caso de que el renminbi solo se empleara para pagos exteriores, reemplazar el dólar por la divisa china supondría adquirir una reserva exterior muchísimo menos aceptable en el conjunto del planeta que el dólar y, por tanto, exponerse al riesgo de que se deprecie frente al billete verde cuando quisieran efectuar alguna compra en el extranjero o defender el valor de sus propias monedas.

Foto: Putin reaparece en la cumbre de los Brics de manera telemática. (EFE/Marco Longari)

En definitiva, hoy por hoy es harto inverosímil que cinco economías tan distintas como los Brics impulsen la creación de una nueva divisa global: no hay capacidad económica ni voluntad geopolítica para hacerlo. Distinto es el caso de que traten de reducir el uso del dólar en sus intercambios internos: si hay relaciones comerciales fluidas entre ellos, tiene sentido que parte de esos intercambios se liquiden en monedas locales. Pero poco más: hoy por hoy, y con respecto al comercio global, el dólar simplemente no tiene rival y a nadie le interesa renunciar a él para dar un salto al vacío.

Hace unos días, del 24 al 26 de agosto, tuvo lugar en Johannesburgo la XV cumbre de los Brics; hasta el momento, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Durante las semanas anteriores, se había venido rumoreando que este grupo de países podría acordar la emisión de una nueva divisa común que aspirara a competir globalmente con el dólar. A la postre, estas cinco economías concentran más del 40% de la población mundial y casi el 20% de los flujos comerciales.

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