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Cómo y por qué deberían las pymes españolas cotizar en una bolsa internacional
Ser asesor registrado y 'listing sponsor' permite conocer de primera mano las reticencias en las pymes sobre las posibilidades de crecimiento que ofrecen las bolsas internacionales
Ser asesor registrado y 'listing sponsor' permite conocer de primera mano las reticencias en las pymes sobre las posibilidades de crecimiento que ofrecen las bolsas internacionales. Argumentos como “eso de cotizar es para compañías grandes”, “me van a quitar el control de mi empresa” o, sobre todo, “es muy caro y complicado” son frases muy comunes. Algo comprensible si tenemos en cuenta el poco conocimiento que hay en España sobre las ventajas que tiene cotizar en una bolsa internacional como Euronext, la plataforma de bolsas europeas que desde 2017 tiene oficina en España y acerca a las pymes españolas a las bolsas de Francia, Holanda, Bélgica, Portugal e Irlanda.
En un entorno globalizado donde la competencia de las empresas no está limitada por fronteras, cotizar en bolsas internacionales es algo más que buscar fondos para crecer con recursos propios, es válido para compañías que necesitan tener una visibilidad de marca o imagen internacional, para captar y retener profesionales, para empresas familiares que deseen reestructurarse y tener una valoración de la misma o para compañías que están en proceso de expansión y crecimiento. Pero, sobre todo, para aquellas que a lo largo de los próximos dos o tres años es posible que vayan a tener una operación corporativa en el horizonte. Esta anticipación y preparación que exige el cotizar será, sin duda, uno de los factores determinantes del éxito de las mismas.
Cotizar es una decisión importante para la empresa y hacerlo comporta determinados ajustes y reestructuraciones en la sociedad
Los interrogantes principales de cualquier directivo de este tipo de empresas sobre la conveniencia de cotizar en los mercados internacionales son dos: por qué cotizar ahora y cómo hacerlo sin cambiar mi estructura societaria actual. Estas son las dudas que vamos a solventar en este artículo.
En primer lugar, ¿por qué cotizar en mercados de valores internacionales ahora? La incorporación a cotizar es una decisión importante y hacerlo comporta, en la mayoría de los casos, hacer determinados ajustes y reestructuraciones en la sociedad o en el accionariado. Esto sin duda es mejor hacerlo en épocas de bonanza y crecimiento. Por lo tanto, aconsejamos realizar todos estos trámites y anticiparse antes de que las circunstancias les obliguen a realizarlo con unas prisas que puedan afectar sustancialmente a la valoración de la compañía.
Los beneficios de cotizar son inmediatos y notables en cuanto a notoriedad de la marca, fiabilidad ante entidades financieras, credibilidad en operaciones internacionales y grandes contratos, profesionalización del equipo directivo, valoración de referencia, etc. Así que, ¿para qué posponerlo? Adelantarse y posicionarse en el ámbito internacional como una compañía que ofrece rigor y transparencia es una importante motivación para cotizar en mercados internacionales.
Nos encontramos ante un cambio de paradigma para las pymes españolas, la competencia es global y debemos estar preparados
La segunda duda más habitual es ¿cómo se cotiza? El proceso de incorporación a las bolsas internacionales es más sencillo de lo que muchas empresas creen. Todo empieza con un análisis de tres o cuatro meses en el que se trabaja intensamente con los accionistas de referencia. Al final de este periodo, se puede tomar una correcta decisión sobre si cotizar o no en el mercado de valores, en relación a sus expectativas y necesidades.
Respecto a dónde hacerlo, hay muchas posibilidades, pero Euronext es el mayor mercado paneuropeo y ofrece condiciones de acceso mucho más accesibles. En determinados casos, como las socimis, tienen un mercado adecuado en Euronext Access París, donde ni siquiera se les exige un porcentaje mínimo de difusión. El tema de la difusión, es decir, si se tiene o no que tener accionistas minoritarios a la hora de incorporarse a cotizar, es uno de los temas que más preocupan a las empresas, por lo que sugerimos que esto se haga poco a poco a medida que puedan surgir las necesidades, sin prisa.
En los casos en que no se quiera más accionistas, es mejor que primero coticen y que abran las puertas de su accionariado cuando ya lleven uno o dos años cotizando. Ya habrá tiempo de dar entrada a nuevos invitados.
En resumen, nos encontramos ante un cambio de paradigma para las pymes españolas, la competencia es global y debemos estar preparados para competir en igualdad de condiciones —incluyendo el acceso al mercado de valores— que el resto de compañías de nuestro sector. Ahora no hay barreras. Si antes la competencia de las pymes españolas estaba en España, ahora se abre al mundo, y cotizar en los mercados internacionales es una de las mejores alternativas para posicionar una compañía en un entorno internacional y preparada para nuevos retos corporativos pendientes de llegar.
Antonio Fernández es presidente de ArmanexT.
Ser asesor registrado y 'listing sponsor' permite conocer de primera mano las reticencias en las pymes sobre las posibilidades de crecimiento que ofrecen las bolsas internacionales. Argumentos como “eso de cotizar es para compañías grandes”, “me van a quitar el control de mi empresa” o, sobre todo, “es muy caro y complicado” son frases muy comunes. Algo comprensible si tenemos en cuenta el poco conocimiento que hay en España sobre las ventajas que tiene cotizar en una bolsa internacional como Euronext, la plataforma de bolsas europeas que desde 2017 tiene oficina en España y acerca a las pymes españolas a las bolsas de Francia, Holanda, Bélgica, Portugal e Irlanda.