Es noticia
La peregrinación de Bolsonaro a Pekín
  1. Economía
  2. Tribuna
Alicia García Herrero

Tribuna

Por

La peregrinación de Bolsonaro a Pekín

El presidente brasileño inicia su visita oficial consciente de que su país necesita el capital de China para reducir la elevada deuda pública y un mercado para sus productos agrícolas

Foto: El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante la ceremonia de bienvenida organizada a su llegada a Pekín. (Reuters)
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante la ceremonia de bienvenida organizada a su llegada a Pekín. (Reuters)

En su primera visita oficial a China, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no tendrá más remedio que cambiar el tono agresivo que mantuvo sobre este país durante su campaña electoral el año pasado. De su mensaje electoral "China quiere comprar Brasil", Bolsonaro puede que acabe diciendo: "Me encantaría que China estuviera interesada en comprar Brasil". De hecho, este es el principal motivo de la visita oficial de Bolsonaro: atraer capital de China.

El sector público de Brasil cada vez necesita más financiación para seguir operando, lo que hace que el sector privado, generalmente más productivo, se vea privado de fondos, empujando hacia abajo el crecimiento en un país que intenta escapar sin éxito de la trampa de ingresos medios.

Foto: Un camión deja la refinería Alberto Pasqualini de Petrobras (Reuters)


La necesidad de reducir el tamaño del sector público, claramente indicado en la campaña presidencial de Bolsonaro, cada vez apremia más a medida que la deuda pública de Brasil aumenta hasta niveles estratosféricos para un país emergente. Es tan así que, de complicarse la reforma de pensiones que Bolsonaro está empujando en el Congreso, la deuda pública podría alcanzar el 100% del PIB.

En este contexto, a Bolsonaro no le va a quedar más remedio que privatizar una buena parte de las empresas estatales de Brasil y, como lo muestran los datos sobre adquisiciones anteriores, no hay mejor comprador que China. De hecho, en los últimos años China ya ha realizado adquisiciones por valor de unos 30.000 millones de dólares con una clara preferencia por el sector energético.

En particular, una de las compañías estatales más grandes de China, State Grid, invirtió más de 10.000 millones de dólares en 2017 en la adquisición de CPFL Energia, una de las compañías eléctricas más grandes de Brasil. Bolsonaro tiene una larga lista de compañías, desde Electrobras hasta Petrobras, que necesitan capital y China está sin duda en la lista de inversores clave.

placeholder El presidente Xi Jinping recibe a Bolsonaro. (Reuters)
El presidente Xi Jinping recibe a Bolsonaro. (Reuters)

Más allá de la necesidad de capital extranjero fresco, la economía brasileña, que sigue estancada después de un período muy difícil en 2016, ha podido beneficiarse de la guerra comercial entre China y Estados Unidos gracias a las exportaciones de productos agrícolas y, en particular, de soja a China. El acuerdo provisional recientemente anunciado entre China y Estados Unidos, que exime a muchos de los productos agrícolas estadounidenses de los aranceles de importación de China, es en realidad una mala noticia para Brasil, al menos en lo que respecta a las exportaciones agrícolas. Sin embargo, Bolsonaro sabe que China necesita encontrar una solución a largo plazo para su dependencia de productos agrícolas clave y que desea ser más autosuficiente a la luz de la postura cada vez más dura de Estados Unidos sobre China.

Bolsonaro sabe que China necesita encontrar una solución a largo plazo para su dependencia de productos agrícolas clave

Una alianza estratégica entre Brasil y China podría ser música para los oídos tanto para Bolsonaro como para Xi Jinping. Sin embargo, Bolsonaro no quiere que Brasil se convierta en un vasallo más, como pudieran parecer los diecinueve países latinoamericanos que ya forman parte del proyecto estrella de la diplomacia china de la Nueva Ruta de la Seda. En ese contexto, Xi Jinping debería pensar en una oferta más exclusiva para el presidente de la economía más grande de América Latina. Al fin y al cabo, Bolsonaro y Xi Jinping tienen razones para forjar una alianza: Bolsonaro necesita el capital de China para reducir la elevada deuda pública de Brasil y un mercado de exportación para sus productos agrícolas. China necesita más aliados en un momento de confrontación estratégica con Estados Unidos. Es difícil encontrar uno más grande que Brasil en el mundo emergente.

En su primera visita oficial a China, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no tendrá más remedio que cambiar el tono agresivo que mantuvo sobre este país durante su campaña electoral el año pasado. De su mensaje electoral "China quiere comprar Brasil", Bolsonaro puede que acabe diciendo: "Me encantaría que China estuviera interesada en comprar Brasil". De hecho, este es el principal motivo de la visita oficial de Bolsonaro: atraer capital de China.

Brasil Xi Jinping Inversión extranjera