El nuevo capitalismo

Los resultados publicados en el informe 'Edelman Trust Barometer', la carta de Larry Fink, CEO del principal fondo de inversión internacional, y, por supuesto, los estudios y noticias que surgen del World Economic Forum de Davos nos permiten afirmar que la sostenibilidad, el medioambiente y el impacto de las organizaciones en las comunidades en donde operan serán temas vitales de la agenda empresarial.

Hemos llegado a un punto en el que la vida, tal y como la conocemos, cambiará drásticamente si no activamos un comportamiento transformador tanto en el ámbito personal como en el profesional. Por ello, las empresas también se encuentran implicadas en la lucha contra el cambio climático para asegurarse su supervivencia en el largo plazo.

Cuatro de cada 10 ciudadanos se sienten decepcionados cuando un producto con la etiqueta de 'ético' o 'sostenible' no lo es

Esta es la razón por la que la ética cobra, día a día, más peso. Febrero ha sido su mes y hemos podido comprobar cómo muchas organizaciones —entre ellas, la que lidero, Corporate Excellence— han realizado actos donde se ha abordado de manera directa este concepto de suma importancia para las instituciones en más de 60 países. Cada vez queda más claro que un comportamiento ético tiene un impacto directo en la sociedad en que vivimos y, por tanto, en la percepción que tienen todos los públicos de una organización.

Este año, la ética no solo da título al informe de Edelman ('Trust: Competente and Ethics'), donde se afirma que el comportamiento ético representa el 76% del capital de confianza —mientras que la competencia empresarial alcanza solo el 24%—, sino que también tiene relevancia en el último estudio ‘Marcas con valores’, elaborado por 21 Gramos, donde se apunta que cuatro de cada 10 ciudadanos se sienten más decepcionados cuando un producto con la etiqueta de 'ético' o 'sostenible' resulta no serlo. Esto es especialmente relevante en un contexto en el que el incumplimiento del contrato social ha erosionado el capital de confianza entre la opinión pública y las empresas.

La ética, imprescindible en los próximos años

Observamos, por tanto, que términos como ética o sostenibilidad no pueden ser utilizados de manera superficial, sino que deben conllevar un verdadero comportamiento ejemplar. Me siento bastante seguro al afirmar que la ética va a ser un eje imprescindible a lo largo de los próximos años.

Estamos, por tanto, ante un cambio de concepción en cuanto a lo que hemos considerado tradicionalmente capitalismo. Es el momento de apostar por un capitalismo de largo plazo y de creación equilibrada de valor para todos los grupos de interés. Hoy, más de la mitad (56%) de los ciudadanos piensa que el modelo de capitalismo cortoplacista y de maximización del valor para los accionistas hace más daño que bien al mundo. Este estado de opinión de la ciudadanía determina que las perspectivas de crecimiento de las empresas deben estar inextricablemente vinculadas a su capacidad para operar de forma sostenible y satisfaciendo las necesidades de todos sus 'stakeholders'.

Urge, por tanto, un liderazgo empresarial que sea capaz de entender los problemas del mundo para ser parte de su solución. En la publicación 'Global Risk Report 2020', elaborada por World Global Forum, se apunta que si no se promueve de forma urgente un crecimiento económico sostenible, los líderes no podrán abordar las amenazas que se presentan ante ellos, como las crisis climáticas.

El 56% de ciudadanos piensa que el capitalismo cortoplacista y de maximización del valor para accionistas hace más daño que bien

Y es que los problemas del mundo atañen a todos, ciudadanos y empresas. Y precisamente, las empresas pueden ser las catalizadoras del cambio, pero tienen que entender muy bien la importancia de generar valor en el largo plazo y de forma equilibrada para todos los grupos de interés. Para ello, son necesarias la escucha social y la inteligencia contextual, dos grandes herramientas de gestión que deben utilizarse con excelencia.

Conocer el entorno, escucharlo y saber interpretarlo forman parte de los deberes de los líderes del futuro que conectan su empresa con todos sus grupos de interés. Estos se van a enfrentar a un escenario incierto, por lo que deben de contar con la formación y habilidades necesarias en la gestión de los intangibles para saber tomar decisiones basadas en el conocimiento profundo de la empresa, el negocio y su ecosistema de conexiones e interrelaciones. En su mano está no solo el futuro de la empresa y el de sus empleados, sino también el del mundo.

*Ángel Alloza es CEO de Corporate Excellence-Centre for Reputation Leadership.