Define empresario

Desde que empezó la pandemia (permitidme no ir más atrás a buscar y referirme solo a lo que está ocurriendo como consecuencia del caos económico que está generando el covid-19), no hay semana, ni casi día, que no podamos leer noticias sobre lo que el Gobierno quiere cambiar en el mundo laboral y en el mundo empresarial. Nos cuentan que se trata de aplicar una política social que permita contar con iguales oportunidades para todos y que el que más tiene, más pague. Y estaría hasta de acuerdo si se definieran bien los conceptos contra los que disparan.

Si llegado a este punto ya no estás de acuerdo conmigo, entiendo que es que o no estás convencido de que esos sean los intereses reales de quienes nos gobiernan o, todo lo contrario, igual no has reparado en qué significa lo que digo. Unos ejemplos: derogación de la reforma laboral, incremento de inspecciones a las empresas, aumento de las cuotas de la Seguridad Social, aumento de impuestos, aumento del salario mínimo interprofesional. Estás en tu derecho de pensar que a los empresarios, a esos que se llevan el dinero a espuertas a Suiza, hay que hacerles pagar todo lo que se pueda.

Como muchos españoles, hay empresarios que tienen que dejar de cobrar su sueldo para poder pagar a sus empleados

Pero permíteme hacer contigo, si sigues leyendo, algunas reflexiones sobre datos reales. En primer lugar, en enero de 2020, y según datos de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, en España había 2.888.317 empresas que empleaban a 15.988.426 personas. El 54,5% de los empresarios no tenía ningún asalariado en su empresa, y un 39,2% adicional empleaba a entre una y nueve personas, dando trabajo en total a 3.419.021 personas. Si quieres, nos quedamos aquí. El 93,2% de los famosos empresarios especuladores, que dan trabajo al 31,2% de los trabajadores españoles, son, en realidad, mileuristas. A los que, como a muchos españoles, les cuesta llegar a final de mes; a veces, incluso, tienen que dejar de cobrar su sueldo para poder pagar a sus empleados (sí, sí, no te rías ni te sorprendas, eso ocurre). Si no te lo crees, pregunta a tu peluquero, a la panadera, al electricista, al dueño del bar, a la mercería…

A estos datos, hay que añadir 2,2 millones de autónomos, personas físicas que pueden definirse de una forma parecida a la del anterior colectivo. Hablamos en total de 5,6 millones de personas vulnerables (término que parece haberse puesto de moda ahora), que se verían muy afectadas si se llevan a cabo las propuestas que hay encima de la mesa.

No queda aquí la cosa. Un 5,4% de las empresas, en el tramo de entre 10 y 49 personas, da trabajo a un total de 3.015.961 trabajadores. De media, en este tramo, cada empresa emplea a 19 personas. Tampoco parece que estemos ante grandes fortunas. Algo más que mileuristas, son organizaciones que requieren un gran esfuerzo para que un pequeño catarro no se les convierta en una pulmonía.

Las pymes son organizaciones que requieren un gran esfuerzo para que un pequeño catarro no se les convierta en una pulmonía

En definitiva, y sin incluir las empresas en el tramo de 50 a 249 empleados, cuyas dificultades para subsistir son muy elevadas, solo con las empresas y autónomos identificados hasta ahora sumamos casi nueve millones de personas. ¿De verdad, señores gobernantes, van ustedes a tratar por igual a las grandes empresas que a todo este colectivo que supone una parte significativa de nuestro tejido productivo? Y lo hacen con la excusa de defender al más débil, ¿de verdad, lo tienen claro?

Si los autónomos, personas físicas y los autónomos societarios, si los empresarios de las micropymes y de las pequeñas empresas no se esforzaran todos los días junto con sus empleados, con sus previsiones del ingreso mínimo vital, ustedes no darían de comer ni al 10% de las familias que quedarían en riesgo de pobreza. Lo que tienen que hacer es potenciar la creación de empresas, ayudarlas a que funcionen y que estas den de comer a todas esas familias que, en lugar de vivir del Estado, vivan de una manera satisfactoria de su propio trabajo, que estoy seguro es lo que quieren.

*Fernando Santiago Ollero es presidente del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos.