Es noticia
Metros cuadrados de talento: por qué hay que repensar la oficina
  1. Economía
  2. Tribuna
Ángel Serrano

Tribuna

Por

Metros cuadrados de talento: por qué hay que repensar la oficina

El autor desarrolla el cambio de tendencia en el uso de las oficinas por parte de las empresas y los retos culturales que implica.

Foto: Por qué hay que repensar la oficina. (iStock)
Por qué hay que repensar la oficina. (iStock)

Nos encontramos inmersos en una época de cambios y transformación profundos. Afectan a la manera en la que nos comunicamos y relacionamos entre nosotros, con nuestras empresas, con las marcas, con las ciudades… En definitiva, una nueva manera de trabajar, producir y consumir. Una transición en la que confluyen la transformación digital, la energética y medioambiental y las nuevas variables sociales y demográficas. Y a todo esto se le suma una velocidad vertiginosa.

Ante ese escenario, las empresas tienen grandes retos que afrontar: la modernización de su cultura, un nuevo liderazgo, una renovada propuesta de valor para el empleado, cambios en el espacio de trabajo y una dirección y control basadas en resultados y no en la presencialidad. Todo ello, promovido por el deseo de los profesionales de trabajar bajo un trato de confianza y libertad responsable, donde lo importante es el fruto del trabajo, no el lugar ni el cuándo, dando así la bienvenida a la revolución flexible.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

Esta transformación responde al desafío que tienen las empresas de ofrecer una renovada propuesta de valor para el empleado, que además supone una vía por la que atraer, fidelizar y motivar talento en sus organizaciones. El trabajador empoderado ha hablado alto y claro: quiere un reconocimiento económico justo, trabajar bajo la confianza y flexibilidad en organizaciones con propósito, que cuenten con líderes orientados al cambio y mejora constante que formen y enriquezcan profesional y personalmente a sus equipos.

Lo importante es el fruto del trabajo, no el lugar ni el cuándo

Sueldo, flexibilidad, propósito y liderazgo son los cuatro pilares sobre los que se construye la nueva propuesta de valor de la revolución flexible. Un nuevo paradigma que responde a las expectativas de los empleados y que les permite trabajar para vivir y no vivir para trabajar.

¿Cómo se tangibiliza esto? Con la llegada de modelos híbridos. A partir de ahora, las empresas podrán acceder a un universo de talento más amplio, descentralizado y distribuido globalmente, y el espacio de oficinas tendrá que adaptarse al nuevo escenario donde se deje de ir a la oficina a trabajar presencialmente para convertirse en un lugar de superficie más reducida y mejor aprovechada para el desarrollo de encuentros presenciales de valor.

Contexto macro y optimización de los espacios de trabajo

Ante un contexto macroeconómico marcado por la guerra de Ucrania y sus efectos en el coste de la energía y las cadenas de suministro, la inflación, los altos tipos de interés y el enfriamiento de la economía del gigante chino, parece que la incertidumbre ha desembocado en una gran oleada de despidos, sobre todo en el ámbito tecnológico.

Solo en lo que llevamos de año se han destruido más de 100.000 puestos de trabajo en las tecnológicas, más de la mitad de los que se destruyeron en 2022. Y tras el talento, estas compañías han empezado a fijarse en el inmobiliario como segunda fuente para disminuir sus gastos. Un ejemplo de ello es la empresa matriz de Google, Alphabet Inc., quien ha anunciado una inversión de 500 millones de dólares para reducir espacios de oficina durante el primer trimestre de 2023. Las compañías ya se están dando cuenta de que hay mucho espacio alquilado que no se utiliza. Además, tras la partida de los salarios, la del gasto en oficina y suministros es la más relevante en la mayoría de las organizaciones.

El gasto inmobiliario es la segunda fuente de ahorro para las empresas

En Estados Unidos, los edificios de oficinas no han superado la tasa de ocupación del 50% y, según el último informe publicado por Relogix, los puestos “ocupados” el 25% del tiempo son en realidad “utilizados” únicamente el 8%. Según otro estudio realizado en edificios de oficinas de EEUU, Canadá, Europa y Reino Unido, no se han superado niveles de ocupación del 40%, ya que muy pocos profesionales van a la oficina los lunes y los viernes. Aunque en España todavía no hay datos publicados, estimamos que no superaremos niveles de ocupación del 65%.

El gasto inmobiliario hundido es extraordinario. Si un 50% del espacio alquilado está vacío durante 5 días, además del sábado y el domingo, supone que el 65% de la renta pagada no tiene utilidad. ¿Asumiría una organización que un profesional estuviera un 65 % de su tiempo sin trabajar?

Foto: Rosa Espín y Manuel Deó, CEOs de Ambar Partners.

Todo esto explica cómo la llegada del modelo híbrido, de la revolución flexible, presenta un doble impacto en el talento y en la huella inmobiliaria. Este nuevo escenario es el reto y la gran oportunidad para que las empresas accedan a más talento, siendo contrataciones que no implican una necesidad de alquilar metros cuadrados adicionales de oficina. La clave de la revolución flexible es que permite crecer en talento y no en metros cuadrados. La necesidad real son metros cuadrados de talento y no metros de oficinas vacías.

El trabajo no es un lugar, es el resultado.

Ángel Serrano, CEO y cofundador de Zityhub

Nos encontramos inmersos en una época de cambios y transformación profundos. Afectan a la manera en la que nos comunicamos y relacionamos entre nosotros, con nuestras empresas, con las marcas, con las ciudades… En definitiva, una nueva manera de trabajar, producir y consumir. Una transición en la que confluyen la transformación digital, la energética y medioambiental y las nuevas variables sociales y demográficas. Y a todo esto se le suma una velocidad vertiginosa.

Mercado inmobiliario Oficinas Trabajo Talento
El redactor recomienda