El sector financiero español: un modelo que hace agua

La profunda reestructuración, quiebra, fusiones y absorciones del sector tras la crisis financiera ha provocado que, desde el año 2009 hasta ahora, se computen cerca de 100.000 personas menos trabajando en el sector financiero. Un 14% de ese empleo se ha destruido en los últimos cuatro años: el sector financiero ha expulsado a 13.000 personas trabajadoras después de la pandemia.

Esta reducción de la cifra de personas trabajadoras en el sector financiero, es la consecuencia implícita del cierre de oficinas llevado a cabo desde 2008, que en España ha supuesto una reducción de un -61,2% (-28.000 oficinas).

Este proceso ha desencadenado graves consecuencias en las condiciones de trabajo del personal del sector, que ha sufrido un progresivo incremento de su carga de trabajo como consecuencia de la reducción de plantilla y de la red de oficinas, así como la necesidad de realizar cada vez más esfuerzos para adaptarse a nuevas regulaciones y estrategias empresariales.

Sin embargo, los datos de actividad del negocio bancario indican que las plantillas siguen incrementando su productividad. Así lo demuestran las ratios de activo o el margen de intereses por persona empleada, que se incrementan de nuevo en el último año.

El sector financiero ha comenzado el año 2024 con cifras récord de beneficios. Así, las cinco entidades financieras del Ibex que han presentado sus beneficios de 2023 han cerrado el año con una cifra conjunta de beneficios antes de impuestos de 26.088 millones.

Con estas cifras, es patente la mejora que el sector ha obtenido en términos de solvencia y liquidez en la última década, pero también lo es el empeoramiento de las condiciones laborales de las personas que trabajan en él, de las personas que han hecho posible que el 2023 haya sido el año más rentable de la historia para el sector financiero español.

Sin embargo, los datos de actividad del negocio bancario indican que las plantillas siguen incrementando su productividad

Y en este escenario de beneficios récord, ¿cuál es la propuesta que han puesto las patronales sobre la mesa de negociación de los convenios sectoriales? Incrementos salariales por debajo del IPC, ampliar la movilidad geográfica a 50 kilómetros, desregulación horaria, recortar ayuda de estudios…. Y estas propuestas se enmarcan dentro de una actitud totalmente contraria a la negociación.

¿Cuál ha sido nuestra respuesta? Iniciar la mayor movilización de las plantillas del sector financiero en décadas, con manifestaciones (el 8 de febrero fue en Madrid, el 21 será en Barcelona, Sevilla y Valencia) y paros (el 26 de febrero, un paro parcial de 8:00 a 10:00 horas y el 22 de marzo una huelga de 24 horas)

Y ¿qué queremos? Incrementos salariales acordes a los beneficios del sector; topes del interés de los préstamos a la plantilla ante la subida del euríbor y medidas de calado que mejoren el clima laboral cada vez más insostenible marcado por la presión comercial, la falta de plantilla, las cargas de trabajo y el impacto sobre la salud.

Iniciar la mayor movilización de las plantillas del sector financiero en décadas con manifestaciones y paros

Para CCOO lo que está claro es que sin sus plantillas el sector financiero no estaría celebrando beneficios récord. Ya es hora de que empiecen a valorarlas.

*José María Martínez es secretario general de Servicios de CCOO