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Pérdidas históricas, explicaciones insuficientes

El gobernador del Banco de España afirma que "por primera vez en su historia el BdE no ha tenido beneficios", pero debería decir que ha tenido pérdidas operativas

Foto: El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. (EFE/Cabalar)
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. (EFE/Cabalar)
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Este artículo se centra en España, pero lo que cuenta está ocurriendo en todos los bancos centrales de Europa. Las actuales pérdidas de los bancos centrales son históricas y suponen una impresionante transferencia de dinero público a la banca. En 2023, el BCE y los bancos centrales nacionales han pagado a la banca unos 140.000 millones de euros en intereses, y la banca europea se ha comprometido a pagar a sus accionistas unos 120.000 millones en dividendos y recompras de acciones.

El gobernador del Banco de España (BdE) publicó recientemente un artículo en el blog de la institución explicando el mal resultado económico del banco en 2023. Recomiendo encarecidamente su lectura, es un documento breve y didáctico, pero sus explicaciones se antojan insuficientes y dejan importantes preguntas sin contestar.

Beneficios privados vs. pérdidas públicas

Afirma que "por primera vez en su historia el BdE no ha tenido beneficios", pero debería decir que ha tenido pérdidas operativas. Que no es lo mismo. El nulo resultado contable se ha obtenido al utilizar unas (mal llamadas) provisiones creadas en años anteriores (luego veremos esto) de 6.612 millones de euros para cubrir una diferencia entre sus ingresos y gastos por ese mismo importe. Es válido decir que el BdE ha perdido por primera vez en la historia casi 7.000 millones de euros. Por supuesto, el Tesoro ha dejado de recibir dividendos, y no sabemos por cuantos años.

Pero nada se dice, explícitamente, de los casi 8.000 millones de intereses que el BdE ha abonado a la banca española en 2023 por los 260.000 millones depositados en la llamada facilidad marginal de depósito (FMD) en el BdE. Unos intereses que han supuesto, en promedio, casi el 50% del beneficio obtenido por la banca por su actividad en España.

También se afirma que "las políticas monetarias no convencionales de la última década, en combinación con las subidas de tipos de interés, iniciadas en 2022 para combatir la inflación, explican esta novedosa situación". Y efectivamente la causa de las pérdidas está relacionada con ambos factores. Pero silencio total sobre los motivos (nada obvios) de mantener los ingentes pagos a la banca por sus depósitos.

Los bancos centrales de Alemania, Austria e Italia se muestran partidarios de cambiar esta excesiva remuneración a la banca subiendo el coeficiente de reservas mínimas no remuneradas (CRM). El banco central suizo acaba de elevar al 4% su CRM frente al 1% del BCE. Según Bloomberg, en los debates dentro del BCE el gobernador Hernández de Cos estuvo en el bando de los que se oponían. ¿Es esto cierto? ¿Es necesario mantener esas transferencias para que la política monetaria sea eficiente?

Las superprovisiones cambiantes

Sobre las provisiones y los resultados futuros dice: "En 2022, antes de que los riesgos se materializaran, la provisión alcanzaba los 33.000 millones de euros. De acuerdo con los escenarios previsibles, este colchón servirá para cubrir con holgura el desfase temporal entre ingresos y gastos financieros".

Desde 2012 hasta 2022, el BdE retuvo beneficios y dotó provisiones por pérdidas no producidas, usando conceptos genéricos que han ido cambiando desde "provisión por riesgos financieros" a "dotación por cartera de política monetaria". Recordemos que la cartera del BdE se compone fundamentalmente de deuda pública que no exige provisión alguna (ningún banco privado lo hace).

Eso sí, la cartera de deuda del BdE está contabilizada a coste amortizado y no a precio de mercado, porque se supone que mantendrá los bonos hasta el vencimiento. Pero si tuviera que vender ahora tendría importantes pérdidas. Tiene, pues, pérdidas latentes que el BdE tampoco desglosa, algo que sí hace la Fed de Estados Unidos por transparencia.

La cartera de deuda del BdE está contabilizada a coste amortizado y no a precio de mercado

Las provisiones deben responder a deterioro de activos con riesgo de crédito durante el ejercicio. ¿Cómo y por qué se acumularon nada menos que 33.000 millones de provisiones (las mayores de la eurozona) durante una década? Es importante saberlo porque esas provisiones, si no fueron pérdidas del año, fueron un "alisamiento" de los beneficios que evitó distribuirlos al Tesoro (el único accionista del BdE). Esto supone un coste de oportunidad en el uso de ese dinero. No solo el BdE debería aclarar esto, por ser quien formula las cuentas, también el Gobierno, que es quien se las aprueba.

Además, ¿qué supuestos soportan que habrá holgura para cubrir las pérdidas venideras? Pérdidas que siguen materializándose cada mes que pasa sin que se modifique el actual marco de política monetaria. No sabemos, al menos por el momento, las hipótesis sobre la evolución de los tipos de interés, del nivel del CRM y del tamaño del balance del BdE, en las que se basan las afirmaciones vertidas.

El problema del BdE es su credibilidad

Por último, se dice que "la falta de beneficios se prolongará algún ejercicio más, pero no compromete en modo alguno el margen de maniobra para cumplir nuestras funciones". Es cierto que no tiene que afectar al cumplimiento de sus funciones, pero en modo alguno se puede decir que es imposible que no pudiera llegar a verse afectado ¿Cuántas pérdidas y por qué estima el BdE para los próximos años? ¿Por cuántos años?

¿Cómo y por qué se acumularon nada menos que 33.000 millones de provisiones (las mayores de la eurozona) durante una década?

Los bancos centrales tienen como misión lograr la estabilidad de precios, no existen para obtener beneficios (aunque lo normal es que los tengan) y no pueden ser declarados en quiebra por un tribunal. Un banco central puede continuar operando con un patrimonio neto negativo en términos contables porque tiene el poder de crear dinero y está exento de las reglas normales de solvencia corporativa. Como único emisor de su moneda nacional, los bancos centrales siempre pueden cumplir con las obligaciones derivadas de pasivos denominados en su moneda nacional. Pero dada la peculiaridad de la eurozona, puede que si al BdE se quedara sin patrimonio tuviera que recurrir al Tesoro.

La cuestión es la relación entre Tesoro y el BdE y las consecuencias de las transferencias de recursos de uno a otro. El BdE remunera al Tesoro cuando tiene beneficios, que es lo normal, y este podría cubrir pérdidas (capitalizar) al BdE si su credibilidad (por tanto, la de su moneda) pudiera estar en juego. Lo cierto es que en la actualidad no existe un solo modelo reconocido de buenas prácticas para regular la distribución de beneficios y los acuerdos de recapitalización entre los bancos centrales y sus Tesoros.

Los movimientos de saldos entre dos ramas del sector público (el Tesoro y el BdE) podrían ignorarse siempre y cuando sean transparentes (rendición de cuentas). Se cancelan a nivel contable del sector público. Lo que no se puede ignorar son los movimientos de saldos que cruzan la división entre el sector público y el sector privado, como es el caso actual.

Los movimientos de saldos entre dos ramas del sector público (el Tesoro y el BdE) podrían ignorarse siempre y cuando sean transparentes

Concluyo esta reflexión. ¿Es la única opción para implementar una política monetaria antiinflacionista remunerar el exceso de reservas de la banca o hay otras opciones? Y sí las hay. Por ejemplo, subiendo el CRM. Y, además, es más eficaz: no habría casi pérdidas (ni necesidad de provisiones) y se inyectaría menos dinero en el sistema financiero (dinero en forma de reservas bancarias), que, como hemos visto, termina en mayores dividendos de la banca y recompra de acciones.

La actual situación supone altos costes públicos y beneficios privados. Y más riesgo y coste para el Estado que ve cómo la actual política monetaria acorta la vida media de su deuda y la encarece. En breve se nombrará a la nueva gobernadora o gobernador y a su segundo. Sin menoscabar la buena tarea realizada por el gobernador Hernández de Cos, confiemos en que los próximos responsables sean más sensibles a las cuestiones planteadas aquí. La independencia del BdE está garantizada por ley, pero se debe ejercer con una rendición de cuentas serena y clara para no poner en duda su credibilidad. Y más en los complejos tiempos que nos esperan.

Los bancos centrales necesitan ser más honestos respecto a sus pérdidas y los Parlamentos deben exigirlo. La complacencia sobre este asunto, y el poco debate, no son aceptables.

*Carlos Arenillas es economista. De 2004 a 2008 fue vicepresidente de la CNMV y consejero del Banco de España.

Este artículo se centra en España, pero lo que cuenta está ocurriendo en todos los bancos centrales de Europa. Las actuales pérdidas de los bancos centrales son históricas y suponen una impresionante transferencia de dinero público a la banca. En 2023, el BCE y los bancos centrales nacionales han pagado a la banca unos 140.000 millones de euros en intereses, y la banca europea se ha comprometido a pagar a sus accionistas unos 120.000 millones en dividendos y recompras de acciones.

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