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La España de Zapatero pierde aceite
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Alberto Artero

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La España de Zapatero pierde aceite

Leo con desapasionado interés un suelto publicado ayer por Vidal Maté en la sección de economía de El País sobre el colapso en origen de los

Leo con desapasionado interés un suelto publicado ayer por Vidal Maté en la sección de economía de El País sobre el colapso en origen de los precios del aceite de oliva. La acumulación de excedentes ha conducido a una situación crítica justo antes del inicio de la campaña oleícola de este año. Rosa Aguilar, a la sazón ministra saliente del ramo, habría reclamado a Bruselas la autorización para el almacenamiento privado como vía inmediata de paliar la situación, parche temporal que ya se ha aplicado en el pasado y que puede, en un momento dado, repercutir en la calidad. Una noticia más. O no. Porque vamos a ver, si en el mundo mundial lo que está de moda es la tierra y las materias primas agrícolas, ¿cómo puede ser esto posible?

Traslado la pregunta a mi amigo Juan Pablo, un ecijano apasionado de su tierra y conocedor profundo de las dinámicas de este mercado. Déjame un par de horas, me pide. Lo que finalmente recibo es un análisis exhaustivo del sector, de su situación, problemas y oportunidades con prolíficas referencias a publicaciones tanto de actores de la industria, como de la Administración o el Consejo Internacional. Siendo España como es líder en términos de consumo y producción mundial -con un 46% de cuota frente al 15% de Italia o el 10% de Grecia-, la gestión que se ha hecho, tanto a nivel gobierno central como autonómico, ha sido nefasta, a espaldas de la enorme oportunidad que para nuestro país esta realidad supone.

  1. Coyuntura. Por debajo de 2,4 euros/litro, el agricultor tradicional pierde dinero. Actualmente el aceite de mejor calidad, Virgen Extra, se está pagando a 1,81 y las subvenciones, que habían sido su tabla de salvación hasta ahora, están en proceso de desaparición. Son las españolas plantaciones de baja densidad (120-180 olivos por hectárea), agua escasa que afecta al volumen final, y compuestas de árboles de varios pies que dificultan la recogida mecanizada de la oliva. Ese es el perfil dominante.
  2. Problemas operativos adicionales. Fragmentación tanto de fincas como de cooperativas que impide las economías de escala. Localismo del cooperativismo (“lo mío es lo mejor”). Fraude en la categorización de acuerdo con las catas que periódicamente se realizan (que resta credibilidad). Banalización de la materia prima en el punto de venta al ser usada como gancho. Control del aprovisionamiento por parte de unos pocos compradores que ejercen un cierto oligopolio en precios. Escaso esfuerzo de marketing y diferenciación frente a lo que hace, por ejemplo, Italia con el aceite… español, lo que afecta a las exportaciones. Exceso de oferta global en 2009-2010. Fortaleza del euro.
  3. El papel de la Administración. Merece un punto y aparte. Las promesas del Gobierno Central –caso de la Ley del Olivar- se han quedado en nada pero más preocupante aún ha sido la acción de las Administraciones regionales, en especial la andaluza. Un ejemplo. Actualmente existe una indefinición tal sobre los derechos del agua que muchos productores han decido irse al Alentejo portugués donde hay “garantía” de suministro para 2/3 años aún en sequía, amén de seguridad jurídica. Es el caso de Savena que trabaja para Mercadona, modelo de explotación intensiva que multiplica la densidad, incrementa así la producción y reduce el umbral de rentabilidad en origen a la mitad. Allí está también Bogaris que no solo de promoción vive el hombre. Marruecos o Chile se están configurando como alternativas adicionales.
  4. Oportunidades y soluciones. Crecimiento de la demanda mundial ligada a los valores de la dieta mediterránea (el de oliva supone solo el 3% del consumo mundial de aceites y grasas). Características organolépticas únicas que lo convierten en un super-alimento. Mejora de la productividad, plan Renove hacia un modelo más intensivo (de 400 arbustos por hectárea hasta 1600). Aplicación de criterios empresariales al modelo de gestión que supere la dependencia de las ayudas. Integración vertical y acuerdos a largo plazo de suministro con los agricultores. Convenios de comercialización internacional como el de Hojiblanca con Cargill. Especialización y posicionamiento local e internacional. Impulso de las Denominaciones de Origen, muchos aceites distintos, siguiendo el modelo de los vinos. Estabilidad normativa, especialmente en el caso del aprovisionamiento de agua.

Es verdad que se trata de un producto que, a diferencia de otros, se ha mantenido ajeno a la especulación financiera al no existir instrumentos que utilicen el aceite de oliva como subyacente, como los ETFs-Exchange Traded Funds o similares. Y que el precio de partida es sustancialmente superior al de otros aceites dadas las particulares intrínsecas de su cultivo y lo limitado de su producción (el mercado mundial de soja es 14 veces superior y el de girasol más de 3, The Economist-Vegetable Oil, What´s cooking?, 17/09/2011). Ocurre igualmente que el apego a la tierra hace que se trate de un mercado poco líquido lo que dificulta la consolidación y ocasionó en su día que se produjeran transacciones de labor a precios disparatados imposibles de rentabilizar. Sin embargo, son excusas de los que se empeñan en asesinar el sector. España ha de tomar conciencia de lo que tiene y explotarlo racionalmente. Hasta ahora ha perdido aceite… de oliva. Es hora de remediarlo.

Nunca te acostarás…

Leo con desapasionado interés un suelto publicado ayer por Vidal Maté en la sección de economía de El País sobre el colapso en origen de los precios del aceite de oliva. La acumulación de excedentes ha conducido a una situación crítica justo antes del inicio de la campaña oleícola de este año. Rosa Aguilar, a la sazón ministra saliente del ramo, habría reclamado a Bruselas la autorización para el almacenamiento privado como vía inmediata de paliar la situación, parche temporal que ya se ha aplicado en el pasado y que puede, en un momento dado, repercutir en la calidad. Una noticia más. O no. Porque vamos a ver, si en el mundo mundial lo que está de moda es la tierra y las materias primas agrícolas, ¿cómo puede ser esto posible?