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Tramposas cifras del 24-M
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José Antonio Zarzalejos

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Tramposas cifras del 24-M

Habrá una victoria cuantitativa –al peso– que será el número total de votos. Habrá otra victoria, más cualitativa, que será la que se deduzca de los comicios en las grandes ciudades

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No hay duda alguna de que el día 24 los portavoces del PP anunciarán que su partido ha ganado las elecciones municipales y, seguramente, también muchas de las autonómicas. Les bastará para afirmarlo, en un caso, el número total de votos y, en el otro, haber sido la lista más votada. Otra cosa será –más adelante– si con esos resultados podrán o no formar gobiernos en ayuntamientos y comunidades.

Sucederá esto porque en España hay más de 8.100 municipios. Sólopartidos con mucha infraestructura podrán hacer una cobertura de listas que se aproxime a ese número. El PP presentará más de 7.300 candidaturas, el PSOE más de 7.200, Izquierda Unida no llegará por poco a las 2.000, Ciudadanos puede que alcance la cifra de 1.000, y Unión Progreso y Democracia rondará las 500. De Podemos no se sabe con certeza porque se presenta en muchos lugares en un conglomerado de izquierdas.

Por eso, las cifras del 24-M podrían ser tramposas. Habrá una victoria cuantitativa –al peso– que será el número total de votos. Habrá otra victoria, más cualitativa, que será la que se deduzca de los comicios en las grandes ciudades que agrupan a la mayor parte del censo electoral. Y será obligado discriminar uno y otro guarismo.

No es lo mismo ganar o perder en Miraflores de la Sierra que hacerlo en Madrid. El resultado electoral no siempre es cuantitativo

En esta legislatura el Gobierno no ha querido o no ha podido afrontar la reforma de la planta municipal española como han hecho los italianos y los franceses en la regional. Es un grave error económico-financiero y es un grave error político porque la urdimbre municipal en España es excesiva y propicia disfunciones enormes, con una diputaciones provinciales –salvo en el País Vasco– que resultan sobreabundantes y en todo caso ineficientes.

Al margen de esa ausencia de reforma de la Administración local que era una necesidad perentoria, será preciso, pues, aquilatar mucho en la valoración de los resultados. No es lo mismo ganar o perder en Miraflores de la Sierra –aunque los votos de sus naturales tengan el mismo valor– que hacerlo en Madrid. El resultado electoral no siempre es cuantitativo. En 1931 las candidaturas monárquicas ganaron en número a las republicanas, pero estás se impusieron en las ciudades y aquellas en los pueblos. Y se proclamó la II República. Hay, pues, cifras ‘tramposas’.

No hay duda alguna de que el día 24 los portavoces del PP anunciarán que su partido ha ganado las elecciones municipales y, seguramente, también muchas de las autonómicas. Les bastará para afirmarlo, en un caso, el número total de votos y, en el otro, haber sido la lista más votada. Otra cosa será –más adelante– si con esos resultados podrán o no formar gobiernos en ayuntamientos y comunidades.