Notebook de campaña
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El escalofriante mensaje electoral del exetarra Rekarte
La entrevista en televisión al exmiembro de la banda terrorista ha sido el mejor mensaje electoral para que el próximo 24 de mayo los partidos proetarras no entren en las instituciones
EH-Bildu es una opción política al alza en el País Vasco y Navarra. Hegemónica en Guipúzcoa, tiene enorme penetración en Vizcaya y en la Comunidad Foral. Estará presente en la mayoría de los ayuntamientos vascos, muchos navarros, en las tres Diputaciones Forales y en el Parlamento Foral navarro.
Sus dirigentes dicen no ser los sucesores de la banda terrorista ETA, pero no lepiden que se arrepienta de sus crímenes; que reconozca el daño infligido a las víctimas y que se disuelva. Los electores de EH-Bildu son, en muy buena medida, los que antes optaban por las diversas marcas electorales que de la izquierda abertzale han sido.
La gran operación política que corresponde a sus líderes –demediados siempre por la larga sombra de ETA–consiste en blanquear la trayectoria de la organización terrorista, hacer pasar por gudaris a sus pistoleros y elevar su causa a la categoría política de conflicto con el Estado.
Es seguro que la democracia española –que ha puesto casi novecientas víctimas mortales–ha ganado policialmente a ETA. Pero no es nada seguro que le haya vencido en el terreno de las ideas y de los valores. De haberlo hecho, militar en EH-Bildu se consideraría, allí y fuera de allí, hacerlo en una fuerza política totalitaria y, por lo tanto, excluida de la comunidad democrática.
Es seguro que la democracia española ha ganado policialmente a ETA. Pero no es nada seguro que la haya vencido en el terreno de los valores
El sistema español, sin embargo, a través del Tribunal Constitucional –tan estricto en algunos temas y tan laxo en otros–ha determinado que EH-Bildu, Sortu y todas las marcas proetarras son legales. El día 24 puede que muchos de sus representantes se abracen, triunfantes, a ese siniestro personaje que es el diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano, que cuando oficiaba de redactor jefe de EGIN redactó el infame título de “Ortega vuelve a la cárcel” cuando la Guardia Civil liberó al funcionario de prisiones de su secuestro, que duraba ya 532 inhumanos días.
Jordi Évole –tan discutido y tan discutible–consiguió el domingo un Salvados antológico al entrevistar durante casi una hora, al ritmo de verbosidad que imponían los silencios necesarios en esa conversación, al exetarra Iñaki Rekarte.
Es un hombre sinceramente arrepentido que ha escrito un libro demoledor (Lo difícil es perdonarse a uno mismo,editorial Planeta) y que también lo estuvo en la entrevista del domingo por la noche en laSexta.
El resumen de lo que dijo es sencillo, nítido y brutal: ETA es un trágico error de la historia vasca y española en general que jamás sirvió a ideal alguno; que asesinó por un dinamismo bestial impuesto por mínimas elites de sanguinarios dirigentes, una organización delictiva que se cobijó –y se sigue cobijando–en el silencio y el miedo de los vascos (de los que están; no de los que nos hemos tenido que ir) y que, como dijo el que fuera asesino de cinco personas, es una losa sobre generaciones y generaciones de vascos.
El resumen de lo que dijo es sencillo, nítido y brutal: ETA es un trágico error de la historia vasca y española en general que jamás sirvió a ideal alguno
Quedan por resolver 347 asesinatos perpetrados por ETA. Queda por saber cómo y quienes han estado financiando con el chantaje a la banda terrorista. Quedan por dilucidar muchas complicidades. Por eso, votar a EH-Bildu o a cualquiera de sus marcas es un acto supremo de inmoralidad, no sólo política, sino también meramente humana.
El escalofriante alegato de Rekarte –harían falta cientos como el suyo para que la sociedad vasca recuperase su integridad deteriorada–ha sido el mejor mensaje electoral para que los epígonos del terrorismo no ocupen, agraviándonos a todos, puestos de responsabilidad en Ayuntamientos y Diputaciones vascos y navarros el próximo 24 de mayo.
EH-Bildu es una opción política al alza en el País Vasco y Navarra. Hegemónica en Guipúzcoa, tiene enorme penetración en Vizcaya y en la Comunidad Foral. Estará presente en la mayoría de los ayuntamientos vascos, muchos navarros, en las tres Diputaciones Forales y en el Parlamento Foral navarro.