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La excursión cubana de Moratinos y ZP
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Antonio Casado

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La excursión cubana de Moratinos y ZP

Zapatero y Moratinos han cometido un error, y punto. Así ha venido a reconocerlo el exministro en su conversación con Margallo, de la que sólo hemos de quedarnos con una frase: "No volverá a ocurrir"

Foto: Reunión entre el presidente de Cuba, Raúl Castro (espalda), el expresidente del Gobierno de España, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2i), el exministro de Exteriores español Miguel Ángel Moratinos (EFE)
Reunión entre el presidente de Cuba, Raúl Castro (espalda), el expresidente del Gobierno de España, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2i), el exministro de Exteriores español Miguel Ángel Moratinos (EFE)

No se trata de discutir la libertad del expresidente Zapatero y su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para desplegar una agenda de partido en materia de relaciones exteriores, como parece ser el casosegún el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que, esta vez sí, estaba al cabo de la calle sobre el viaje de sus dos cualificados compañeros a la Cuba castrista.

Se trata de reprobar, en principio y por principio, una iniciativa que afecta directamente a una política de Estado sin que los responsables del Estado hubieran recibido, antes y después, cumplida y detallada información. No lo justifica ni el hecho de que cosas parecidas también lashubiera hecho antes el expresidente Aznar al Gobierno Zapatero, como se ha llegado a argumentar ayer desde las filas socialistas.

La Cuba castrista es en estos momentos una incierta encrucijada sobre la que están trabajando discretamente las diplomacias occidentales, como la norteamericana, la de la Unión Europa y, para qué contar,la española, que opera sobre realidades culturales, empresariales e históricas tan cercanas como para que a nadie le parezca un disparate afirmar que Cuba, como el Sáhara, es visto por los españoles casi como un problema doméstico.

Por todas esas razones, incluso los que no somos sospechosos de afinidad política con Gobierno del PP, entendemos el malestar del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, por la falta de información recibida por parte del expresidente y el exministro socialistas antes y después de entrevistarse con el presidente cubano, Raúl Castro.

Han cometido un error. Así ha venido a reconocerlo Moratinos en su conversación con Margallo, de la que hemos de quedarnos con una frase: 'No volverá a ocurrir'

Muy pobres y muy mal traídas han sido las excusas utilizadas por los dos exgobernantes para justificarse, como la información previa al embajador en La Habana o la tardía confirmación del encuentro con el primer mandatario cubano. Ninguna de ellas tiene la fuerza suficiente para derogar el doble reproche de García-Margallo: "desleal" e "inoportuno".

Zapatero y Moratinos han cometido un error, y punto. De hecho, así ha venido a reconocerlo el exministro de Asuntos Exteriores en su conversación de ayer con García-Margallo, de la que sólo hemos de quedarnos con una frase: "No volverá a ocurrir". Zapatero es un licenciado en Derecho, pero Moratinos es un diplomático y un diplomático es un servidor del Estado. Nadie mejor que él para admitir que su viaje ha sido, efectivamente, desleal e inoportuno.

Dicho sea todo lo cual en el mejor de los supuestos. El apuntado por Zapatero cuando declaraba ayer que siempre "actúo por el bien de España". Porque hay supuestos mucho más oscuros que nos remiten a la inesperada vocación empresarial de Miguel Ángel Moratinos. Y en ese caso no habría sido Zapatero el que habría arrastrado a su ministro, sino al revés.

Como ya le arrastró –acuérdense ustedes– a un viaje a Guinea. Mejor que sea la primera de las hipótesis, y no esta, porque no me gustaría tener que pasar por el pequeño Nicolás para explicar algunas actividades recientesdel exministro de Asuntos Exteriores. Por supuesto, bastante más lucrativas que las del servicio al Estado.

No se trata de discutir la libertad del expresidente Zapatero y su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para desplegar una agenda de partido en materia de relaciones exteriores, como parece ser el casosegún el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que, esta vez sí, estaba al cabo de la calle sobre el viaje de sus dos cualificados compañeros a la Cuba castrista.

Raúl Castro Miguel Ángel Moratinos José Manuel García Margallo