Es noticia
El PSOE va a la guerra contra Iglesias
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

El PSOE va a la guerra contra Iglesias

Los socialistas van a lanzarse contra Podemos desvelando algunas de las cuestiones menos conocidas de las negociaciones con el partido morado en los últimos meses

Foto: Sánchez e Iglesias durante un reunión en el Congreso. (EFE)
Sánchez e Iglesias durante un reunión en el Congreso. (EFE)

El PSOE piensa centrar su campaña en la recuperación del millón y medio de votos perdidos entre las elecciones generales de 2011 (Rubalcaba) y las de 2015 (Sánchez). Los “cualitativos” que se manejan en Ferraz han detectado un retorno del voto prestado a Podemos y una creciente aversión del votante socialista al partido de Pablo Manuel Iglesias, cuya figura personal va a ser objeto de una campaña específica orientada a presentarle ante la opinión pública como un “impostor”. Según el diccionario, “persona que finge ser alguien diferente” o “persona que engaña con apariencia de verdad”, “farsante”, “tramposo”, “embaucador”. “Vamos a ver si somos capaces de quitarles la careta, hasta ahora la verdad es que no hemos podido o no hemos sabido”, dice un estrecho colaborador de Pedro Sánchez.

La campaña desvelará ciertos detalles de la conducta de Iglesias y sus negociadores durante las 48 horas de abril en las que hicieron creer al PSOE que era posible desalojar a Rajoy de La Moncloa. Por ejemplo, el especial empeño en organizar el “paseíllo” por la carrera de San Jerónimo, la disposición a aceptar a Ciudadanos como compañero de viaje a cambio de ciertos sillones o el babeo con Rodolfo Ares, a cuyo magisterio se encomendó Iglesias como fuente de buenos consejos (“Tengo mucho que aprender de ti”), tal y como luego hizo con Julio Anguita.

placeholder Errejón y Hernando. (EFE)
Errejón y Hernando. (EFE)

Dos meses después de la fallida negociación “a tres” el equipo de Pedro Sánchez ya tiene claro que aquel “paripé” solo pretendía blanquear la imagen de un líder obsesionado por los sillones (el CNI, TVE, el BOE, la Vicepresidencia del Gobierno…) y vencido por el odio al PSOE, (la alusión a la “cal viva” fue un golpe bajo en el sentir de los socialistas, incluidos los que el 20-D habían votado a Podemos). “Y todo esto se lo vamos a hacer pagar en las urnas”, dice ahora el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, convencido que Podemos es una burbuja alimentada artificialmente por ciertos medios de comunicación y asentada sobre vistosos montajes de cartón piedra.

Las recientes apariciones televisadas de Iglesias abonan esa valoración. Sonrisas, mano tendida, suavización de propuestas y cara de niño bueno, despachadas a manos llenas desde distintas cadenas. A veces, desde varias a la vez, como ocurrió este martes, hasta el punto de hacer creer al maestro Harguindey -irónico y lúcido, como siempre- que se le había estropeado el mando de la tele. De pronto se calzó las sandalias de San Francisco de Asís. El lobo travestido de cordero. En un oportuno fogonazo digital, el exlíder socialista Alfredo Perez Rubalcaba constató la impostura del declarado seguidor de la serie 'Juego de Tronos'. De los dramáticos reinos de la traición, el fornicio, la venganza y el asesinato como herramienta en la lucha por el poder a los bucólicos personajes de 'Heidi'.

No demasiado lejos quedó el tiempo en que Iglesias defendía la dialéctica de los puños, al hablar de “política masculina como la nuestra; es decir, con pelotas”. Y no digo que defendiera también la dialéctica de las pistolas, pero es cierto que en sus antologías le hemos oído decir que “el capitalismo solo entiende el lenguaje de las armas” y que es democrático el derecho a llevarlas. Cosas de la videoteca.

Pese a todo, en Ferraz creen que con Errejón las cosas serían de otro modo. Y, por si acaso, quieren dejarle a salvo de la campaña contra Podemos

También la número dos del PSOE por Madrid en las elecciones del 26-J, Margarita Robles, maneja referencias a Podemos y su líder, sin nombrarlos, como las orientadas a quienes viven de la impostura. Reclamando para el PSOE el deber de canalizar el malestar social, advierte sobre el peligro de que esa indignación la capitalicen “los magos del 'marketing', la propaganda, los fuegos artificiales y los espectáculos de luz y sonido”. En su mano -la de los socialistas- está la posibilidad de impedirlo. Y entienden que eso pasa por declararle a la guerra a Podemos, como respuesta al reto del 'sorpasso', y en especial a su líder carismático, Pablo Manuel Iglesias, al que el escritor Javier Marías calificó hace unos días de “caudillista y megalomaníaco”.

Los socialistas quieren presentar a Podemos como “un partido con muchas almas” (así lo definía hace unos días la presidenta andaluza, Susana Díaz), sin dejar de mostrar sus preferencias por la que representa Íñigo Errejón. Por si llegase el caso. En Ferraz están convencidos de que con Errejón las cosas serían de otro modo. Y de que solo en ese hipotético escenario se revisaría lo que Jordi Sevilla, ministro en la sombra de Sánchez, suele decir: “El PSOE no pactará con Podemos de ninguna manera, pase lo que pase el día 26 de junio en las urnas”.

El PSOE piensa centrar su campaña en la recuperación del millón y medio de votos perdidos entre las elecciones generales de 2011 (Rubalcaba) y las de 2015 (Sánchez). Los “cualitativos” que se manejan en Ferraz han detectado un retorno del voto prestado a Podemos y una creciente aversión del votante socialista al partido de Pablo Manuel Iglesias, cuya figura personal va a ser objeto de una campaña específica orientada a presentarle ante la opinión pública como un “impostor”. Según el diccionario, “persona que finge ser alguien diferente” o “persona que engaña con apariencia de verdad”, “farsante”, “tramposo”, “embaucador”. “Vamos a ver si somos capaces de quitarles la careta, hasta ahora la verdad es que no hemos podido o no hemos sabido”, dice un estrecho colaborador de Pedro Sánchez.

Alfredo Pérez Rubalcaba Íñigo Errejón Julio Anguita Pedro Sánchez