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Independentismo violento y poco honorable
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Antonio Casado

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Independentismo violento y poco honorable

El nacionalismo dolido por su vergonzante baño de realidad ha vomitado en las redes sociales desde que se conoció la muerte del fiscal Maza

Foto: Manifestación en Barcelona por la libertad de los presos soberanistas. (EFE)
Manifestación en Barcelona por la libertad de los presos soberanistas. (EFE)

En su sábana del domingo nos recordaba Paco Rosell que en cierta ocasión el escritor Julio Caro Baroja recomendó un desembarco masivo de psiquiatras en el País Vasco. Una forma de exorcismo aplicable a la Cataluña perpleja tras el gatillazo soberanista del 27 de octubre. Mucho mejor que el 155 como viaje de vuelta a la realidad, por favor.

Los síntomas son alarmantes. Mofarse de la muerte del fiscal general, José Manuel Maza, es el último producto después del revolcón al independentismo. Antes hubo otros. El clarinazo de Marta Rovira, por ejemplo, que hace poco denunció en la radio la sed de sangre catalana en el Estado español.

No hay nada tan violento como las intolerables burlas a un fiscal general de cuerpo presente. O sembrar el odio con una mentira consciente

Nombrada sucesora por Junqueras, que se ofrece en sacrificio para marcar diferencias con Puigdemont, Rovira encabeza las listas de ERC en las elecciones del 21 de diciembre. Estamos hablando de la mujer que, tras el acercamiento de Ada Colau al caballo ganador, tiene todas las papeletas para llevar adosado a su futuro cargo el título de 'molt honorable'.

O sea, que la nieta de un alcalde franquista (Sant Pere de Torelló), que va camino de convertirse en la máxima representante del Estado español en Cataluña, sostiene que si la declamada república independiente se quedó en el amago fue porque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, amenazó con un baño de sangre. Y, claro, eso no se lo puede permitir gente tan pacífica como los independentistas.

¿Pacíficos?

No hay nada tan violento como las intolerables burlas a un servidor del Estado de cuerpo presente. El nacionalismo dolido por su vergonzante baño de realidad las ha vomitado en las redes sociales desde que se conoció el fallecimiento del fiscal Maza. Un primer actor en la dinámica judicial derivada del 'procés'. Quien venía ejerciendo como promotor de la acción de la Justicia “en nombre del interés público tutelado por la ley”.

Rovira, tras el acercamiento de Colau, tiene todas las papeletas para llevar adosado a su futuro cargo el título de 'molt honorable'

Y, sobre todo, no hay nada tan violento y tan poco honorable como la siembra del odio a través de una mentira consciente. Dice Marta Rovira que conoció “de buena fuente” la intención de reprimir con fuego real, ya no con balas de goma, a quienes en la calle reclamasen una verdadera ruptura con España después de la proclamación de la independencia del pasado 27 de octubre en el Parlament. El Gobierno, por boca de su portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, ha dicho que eso es “una burda patraña”.

Respuesta políticamente correcta frente a una mente paranoica. Pero cuentos de ese tipo, como la 'brutalidad policial', los 1.000 heridos del 1-O, la arbitraria cifra de síes a la reconexión, los pobres 'presos políticos', el Estado represor de patriotas catalanes, la vuelta del franquismo, etc., han entrado con asombrosa facilidad en los circuitos mediáticos internacionales.

Marta Rovira acusa al Estado de amenazar con "muertos en la calle"

En los tiempos de las 'fake news', tampoco hace falta endosar el trabajo desestabilizador a los rusos. Está al alcance de cualquier virtuoso del ciberespacio al servicio de tal o cual causa. Política o no política. Y en este punto, a uno le gustaría saber, por pura curiosidad, cómo se las arreglaría Rovira, para desmentir a quien contase 'de buena fuente', por ejemplo, que el independentismo piensa crear un grupo terrorista para asesinar a líderes políticos españoles.

A ninguna mente pacifista se le pasa por la cabeza. Pero las malas artes en el uso de internet y las operaciones de deformación de la opinión pública están a la orden del día. Basta con que a alguien tan paranoico como la secretaria general de ERC, aunque desde el otro lado de la barricada, se le ocurra colocarlo en las redes sociales en boca de cualquier dirigente con pocos escrúpulos que se remita a 'fuentes fiables'.

En su sábana del domingo nos recordaba Paco Rosell que en cierta ocasión el escritor Julio Caro Baroja recomendó un desembarco masivo de psiquiatras en el País Vasco. Una forma de exorcismo aplicable a la Cataluña perpleja tras el gatillazo soberanista del 27 de octubre. Mucho mejor que el 155 como viaje de vuelta a la realidad, por favor.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Íñigo Méndez de Vigo Marta Rovira Ada Colau Independentismo Oriol Junqueras