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¿Por qué Sánchez no consulta sobre pactos con ERC?
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¿Por qué Sánchez no consulta sobre pactos con ERC?

Una mayoría similar a la del masivo sí del sábado al pacto con UP rechazaría la complicidad con ERC si el precio fuese el derecho de autodeterminación y la amnistía a los presos

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. (EFE)

El PSOE consultó a sus militantes sobre el pacto para gobernar en coalición con Unidas Podemos. Barrió la posición oficial (92%). Pero ni se le ocurre consultarlos sobre un eventual pacto con ERC para sacar adelante la investidura de Sánchez. Ahí termina la 'reinvención plebiscitaria de la política', editorializada ayer por un periódico de difusión nacional. El desenlace sería distinto. Aunque si lo hace el partido de Junqueras y Rufián, ¿por qué no debería hacerlo también el partido de Sánchez y Ábalos?

Se explica. Una mayoría similar a la del masivo sí del sábado al pacto 'progresista' con UP (matizada seguramente por los votos del PSC) rechazaría cualquier forma de complicidad con ERC si el precio fuese el que sus dirigentes se hartan de pregonar, en singular carrera de sacos con sus competidores de JxCAT hacia la Cataluña una, grande y libre. Básicamente: ejercicio del derecho de autodeterminación y amnistía para los presos 'políticos' (pronto, las comillas irán solo en el sustantivo).

No le den más vueltas sus guionistas de cabecera. Si Sánchez quiere ser presidente del Gobierno, deberá desdecirse de sus inequívocas posiciones contra el derecho de autodeterminación, en defensa del orden constitucional y de innegociable respeto a la ley como límite de cualquier intento de sumar los 13 escaños de ERC al bloque de la gobernabilidad.

ERC pone precio a la investidura de Sánchez sin dejar de competir con JxCAT en una singular carrera de sacos por la Cataluña una, grande y libre

No hace falta que se desdiga ya en las conversaciones de partido a partido que PSOE-ERC abrirán esta semana en Barcelona, donde solo se exigirá, como condición previa para lograr la investidura de Sánchez, la mutua conformidad respecto a la futura mesa bilateral entre iguales, entre dos gobiernos, el central y el autonómico, el Gobierno y el Govern, “el de España y el de Cataluña”, en lenguaje 'indepe'.

A los delegados del PSOE (Lastra, Illa y Ábalos) les bastaría con aceptar 'a priori' esa futura mesa para conseguir la abstención de los 13 escaños de ERC. ¿Y después?

¿Que salga el sol por Antequera, como ha llegado a sugerir algún fino analista? Espero que no hayan razonado así los guionistas de Sánchez, porque el mandato de la militancia a los negociadores de ERC (Rufián, Jové y Vilalta), tras la consulta de hoy, va a ser terminante: no a Sánchez si del diálogo de partido a partido no sale un acuerdo “con calendario y garantías de cumplimiento” que aborde el “conflicto político con el Estado” en una futura mesa negociadora de Gobierno a Gobierno.

ERC rechazará la investidura si no hay acuerdo "con garantías de cumplimiento" de abordar el "conflicto político" en tratos de Gobierno a Gobierno

Esa es la formulación. Si los socialistas la asumen, ya de inicio estarían desmintiéndose a sí mismos. Al menos respecto a la naturaleza del conflicto: “Un problema de convivencia entre catalanes”, Sánchez 'dixit'. La contraparte dice otra cosa: “De Cataluña con el Estado”, según mandato que hoy alumbrará la consulta de ERC a sus militantes.

Una nube negra en el horizonte. Se achica el espacio de la política comprometida con el orden constitucional y se ensancha el de las fuerzas desafectas. Va a arrancar una legislatura, si arranca, con más de un tercio de diputados de escaso apego a la Constitución (Vox, nacionalistas, UP).

La situación interpela a las fuerzas que funcionan como pilares centrales del sistema. PSOE por la izquierda y PP por la derecha, con Cs de bisagra entre ambos. Llegado el caso, si llega, Sánchez, Casado y Arrimadas tendrán ocasión de demostrar que la razón de Estado está por encima de sus respectivos cálculos de partido o de liderazgo. Antes o después han de afrontar el reto de rescatar España de la tela de araña en la que se ha metido la política nacional.

El PSOE consultó a sus militantes sobre el pacto para gobernar en coalición con Unidas Podemos. Barrió la posición oficial (92%). Pero ni se le ocurre consultarlos sobre un eventual pacto con ERC para sacar adelante la investidura de Sánchez. Ahí termina la 'reinvención plebiscitaria de la política', editorializada ayer por un periódico de difusión nacional. El desenlace sería distinto. Aunque si lo hace el partido de Junqueras y Rufián, ¿por qué no debería hacerlo también el partido de Sánchez y Ábalos?

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