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Rapero Valtònyc: el odio en la rima
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Antonio Casado

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Rapero Valtònyc: el odio en la rima

Acusó a los Borbones de corruptos antes de saberse que don Juan Carlos ocultaba una fortuna en el regazo de Corinna Larsen. “Lo que dije no es mentira y lo voy a utilizar en mi defensa”

Foto: El rapero Valtònyc. (EFE)
El rapero Valtònyc. (EFE)

La abolición de los instrumentos musicales en favor de las denterosas diabluras del 'disc jockey' que pincha y mezcla sirve al rapero prófugo Josep Miquel Arenas Bertrán (Sa Pobla, Mallorca, 1993) para anunciar a ritmo de 'flow' que “el próximo Paracuellos será en mi puta isla” y celebrar la belleza de “tu bandera española en llamas”.

No hace falta ser un virtuoso en 'aliteraciones' ni especializarse en gramática subversiva si se trata de vomitar soflamas tipo “puta policía, puta monarquía”. O complacer con ripios prefabricados la petición de un tal Pablo Iglesias, que en 2012 le pidió algo sobre el rey Borbón para un programa marginal de televisión llamado 'La Tuerca'. Allí nacieron sus problemas iniciales con la Justicia, de los que el hoy vicepresidente del Gobierno no quiere saber nada, según el propio Valtònyc le reprochó este verano: “Quien me encargó la canción me ha llevado al exilio”.

Foto: El rapero Valtonyc se ha fugado del país, donde le condenan por algunas de sus letras | EFE

Después se fue esmerando en el arte de inocular el odio en sus rimas. No solo las dedicadas al Rey de España (“Llegaremos a la nuez de tu cuello, cabrón”), a empresarios (“les cortaré el cuello como ellos recortan salarios”) y políticos regionales (“Bauzá debería morir en una cámara de gas”). En sus obras completas glosa al “puto pepero con los sesos fuera” y “el miedo de un guardia civil en Euskadi”. Reclama “la cloaca de Ortega Lara para Rubalcaba” y la "socialización de los medios de producción a tiros". Espera que explote “un bus del PP con nitroglicerina cargada”, canta que “justicia sería pasarlos por la guillotina”… y así sucesivamente.

Pero miren ustedes por dónde, Valtònyc, repudiado como imagen de marca por la Unión de Pagesos de su tierra y huido desde junio de 2018, se ha venido arriba al sentirse un adelantado al culebrón del Rey emérito y su actual condición de juguete roto. De aquella manera, claro. Acusó a los Borbones de corruptos antes de saberse que don Juan Carlos ocultaba una fortuna en el regazo de Corinna Larsen. “Lo que dije no es mentira y lo voy a utilizar en mi defensa”, dice ahora que la Justicia belga vuelve a dar largas a la Justicia española, que reclama su detención y entrega (ya fue rechazada en septiembre de 2018).

Foto: El rapero Valtònyc. (EFE)

Antes de devolver al rapero, condenado en 2017 a tres años y medio de cárcel por la Audiencia Nacional (confirmada por el Supremo en febrero de 2018) y reclamado en una orden internacional de busca y captura, el juez de apelación de Gante quiere saber si el delito de injurias al Rey tiene parangón en Bélgica. Por eso formula una cuestión prejudicial ante su Tribunal Constitucional. Le reclama asimismo un pronunciamiento sobre si los delitos de odio, enaltecimiento del terrorismo, humillación a las víctimas y amenazas, por los que también está condenada la criatura, son compatibles con el ejercicio de la libertad de expresión y la creación artística.

En los versos que rimaban Borbón con corrupción, los hechos le han dado la razón. Y ahora utilizará los trapicheos del Rey emérito en su defensa

De esta manera, la consulta nacionaliza en su país las cuentas pendientes de Valtònyc en España, pues una ley belga de 1800 considera delito los insultos al rey, pero entiende el juez que eso está reñido con los citados derechos, a la luz de la doctrina del Tribunal Europeo de los DDHH. Y si vale para Bélgica, vale para España, diga lo que diga nuestro Código Penal.

Foto: Josep Miquel Arenas, conocido como Valtònyc (EFE)

Hay otra derivada. La decisión del juez de Gante, aplazando la entrega de Valtònyc hasta conocer el fallo del alto tribunal belga, pone un regalo a los pies del rapero. Tiempo para ir macerando la idea de que, al menos en los versos que rimaban Borbón con corrupción, los hechos le han dado la razón. Y ahora utilizará los trapicheos financieros del Rey emérito en su defensa. Es lo primero que ha dicho Josep Miquel Arenas al saber que la Justicia belga volvía a rechazar su entrega inmediata.

Lo que nos faltaba.

La abolición de los instrumentos musicales en favor de las denterosas diabluras del 'disc jockey' que pincha y mezcla sirve al rapero prófugo Josep Miquel Arenas Bertrán (Sa Pobla, Mallorca, 1993) para anunciar a ritmo de 'flow' que “el próximo Paracuellos será en mi puta isla” y celebrar la belleza de “tu bandera española en llamas”.