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María José Catalá, una alcaldesa embarazada
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Antonio Casado

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María José Catalá, una alcaldesa embarazada

Empate técnico de los dos bloques y clima de cambio favorable a la candidata con o sin Vox

Foto: La candidata a la alcaldía de Valencia, María José Catalá. (EFE/Kai Forsterling)
La candidata a la alcaldía de Valencia, María José Catalá. (EFE/Kai Forsterling)
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En Valencia se consolida la regionalización de la nueva política por la izquierda (Compromís se hace yolandista) y la vuelta al bipartidismo por la derecha (adiós a Ciudadanos). También en el ayuntamiento de la capital, donde la lucha por la vara de mando se reduce al igualadísimo pulso entre el tique Compromis-PSOE, encabezado por el ahora titular, Joan Ribó, y el tique PP-Vox, que personaliza la aspirante, María José Catalá.

Los dos partidos de la derecha, PP y Vox, mejoran sus respectivas facturaciones electorales. Los dos de la izquierda las empeoran, aunque muy ligeramente. En el área municipal, los socialistas y su candidata, Sandra Gómez, resisten respecto a los comicios de hace cuatro años. Y el drama judicial de Mónica Oltra tampoco afecta sensiblemente a Compromís. De hecho, casi se repiten los resultados a uno y otro lado de la clásica barricada derecha-izquierda, con trasvases poco significativos.

Foto: Alberto Núñez Feijóo junto a la candidata a la alcaldía de Valencia, María José Catalá; y el candidato a la Comunidad, Carlos Mazón. (EFE/Kai Forsterling)

La pulsión de cambio a favor de Catalá en el ayuntamiento ("Por una Valencia de todos, más allá de la ideología", es su estribillo) nace de la desaparición de Ciudadanos. Se disparan las opciones del PP de recuperar la alcaldía, superando el daño reputacional sufrido durante los años de la corrupción.

Sin embargo, no parece que la gestión municipal del actual equipo lastre las posibilidades de repetir la alianza PSOE-Compromís, pues casi el 58% de los ciudadanos encuestados en la ciudad de Valencia considera que la gestión de Joan Ribó ha sido buena o muy buena, frente al 32,5% que la considera mala o muy mala. Por eso insisto en que es el derrumbe de Ciudadanos lo que zarandea el tablero, mejorando la facturación de Vox (pasaría de dos a cuatro concejales) y disparando las opciones del PP de recuperar la alcaldía (pasaría de ocho a 12-13).

Pero una cosa es ganar y otra gobernar, una vez asumido que la sed de poder no reconoce la existencia de rayas rojas. Pudiera ser que, sin alcanzar la mayoría suficiente para gobernar en solitario, María José Catalá, la candidata embarazada (el alumbramiento de su segundo hijo coincidiría con su investidura como alcaldesa de Valencia), tenga que sumar a sus 12-13 concejales los cuatro de Vox para alcanzar al menos los 17 de la mayoría absoluta.

Foto: Ilustración: EC Diseño
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Es lo más probable, con los datos de IMOP-Insigths a mano. Su margen de error permite hablar de "empate técnico" a solo una semana del recuento. Por tanto, el comportamiento de última hora del voto indeciso será clave en el desenlace para una de las cuatro capitales españolas (Madrid, Barcelona y Sevilla son las otras tres) con más poder simbólico en la percepción del ganador de las elecciones territoriales del 28 de mayo, como teloneras de la batalla por la Moncloa en las generales de diciembre.

La debacle de Ciudadanos le hace perder los seis concejales que tuvo en 2019. Ese importante segmento de votantes convertirá al PP en ganador de las elecciones del 28 de mayo en la ciudad de Valencia, con muy serias posibilidades de volver a gobernar el emblemático ayuntamiento, según la encuesta de IMOP-Insigths para El Confidencial.

Foto: Protestas de afectados por la regresión del litoral en la playa de Gandía. (Cedida)

Solo una suma mayor de votos del bloque de izquierdas sobre el de derechas (aun con empate a concejales) puede impedir que Catalá se convierta en alcaldesa. No es la más conocida ni la mejor valorada, pero aparece como ganadora (primera en voto popular) en la encuesta. Se hizo famosa por haber roto el cinturón rojo como alcaldesa de Torrent en 2007, después de 30 años seguidos de poder socialista.

Ahora puede volver a hacerlo en una ciudad gobernada desde 2015 por el llamado pacto del Botànic, personalizado por Joan Ribó: "El futuro de la izquierda pasa por Yolanda Díaz", dice mirando al tendido sanchista. En cualquier caso, viento en las velas de Feijóo, que ayer llenó hasta la bandera la plaza de toros de la capital, mientras que el día anterior Sánchez había preferido mitinear en un lugar menos hecho para las multitudes (Ciudad de las Artes y las Ciencias).

En Valencia se consolida la regionalización de la nueva política por la izquierda (Compromís se hace yolandista) y la vuelta al bipartidismo por la derecha (adiós a Ciudadanos). También en el ayuntamiento de la capital, donde la lucha por la vara de mando se reduce al igualadísimo pulso entre el tique Compromis-PSOE, encabezado por el ahora titular, Joan Ribó, y el tique PP-Vox, que personaliza la aspirante, María José Catalá.

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