Catexit (XXIV): quise descansar, pero no pude

Estuve el martes en Madrid, en la presentación de un libro deDavid Summers, 'Hoy me he levantado dando un salto mortal', que he prologado. Fue un acto lleno de cariño, con gente que se quiere, que quieren al autor. David dice que el libro es "un testimonio real, contado en primera persona", en el que habla del trabajo, de la amistad, de la creatividad, del éxito y el fracaso.

Se estaba muy bien allí, en el Hard Rock Café de Castellana-Colón. David me dedicó el libro, comimos juntos, él siguió atendiendo periodistas y yo me volví a Barcelona, muy descansado, muy "esponjado"... y con tema para este artículo de El Confidencial, porque llevo 23 artículos sobre el Catexit y tenía ganas de descansar y dejaros descansar a vosotros.

El día no había empezado bien. En Barcelona, cogí un taxi para ir a la estación de Sants. El taxista había puesto una emisora en la que un señor hablaba y hablaba y hablaba de las innumerables virtudes de la independencia. Aguanté pacientemente el sermón. En Sants, a la hora de pagar, le dije -en broma un poco indignada- que me tenía que hacer descuento por el rollo que había tenido que escuchar. El taxista, muy educado, me contestó: "Debía haberme dicho usted que quitara la radio. En un taxi manda el cliente". Reconocí que él tenía razón y no seguí protestando.

A la vuelta del viaje, me puse a trabajar en casa, preparando el artículo sobre el libro de David.

PERO

En estas circunstancias, todo lo que se puede estropear, se estropea. Leo el titular de 'La Vanguardia': 'Puigdemont abre la campaña con ataques a España y la UE'. Lo ha hecho en Bruselas, rodeado de señoras y señores, cada uno con su vara de alcalde o alcaldesa.

Pensé: "Este arranca haciendo amigos. Se mete con los españoles y, a la vez, con los europeos. Por si hubiera duda de a quién se refiere, les ataca por su nombre, para que quede claro que habla de Tajani, de Juncker, de Tusk, vamos, de los del premio Princesa de Asturias. Quizá son celos porque a él no se lo han dado".

Lo que me sorprende es que esto es el comienzo de la campaña. Me parece que es un comienzo de la campaña un poco agrio, pero cada uno empieza las campañas como le parece oportuno.

PERO

Veo cómo continúa. Ayer, miércoles, aparece un nuevo partido, el PGDG, Partido de la Guerra de Guerrillas, que ataca, en saltos simultáneos, las autopistas, las estaciones del AVE, y, en un ejercicio de extrema violencia, se carga Cataluña.

O sea, que los ataques verbales del 'expresident' se han convertido en brutalmente físicos.

Veo la tele con disgusto. Se me revuelve el estómago cuando oigo, y luego leo, que estas guerrillas urbanas están copiadas de Cuba, lo que me hace saber cómo acabaremos, si en las elecciones del 21-D ganan Carles y sus seguidores.

En la tele, en pleno lío en la estación del AVE, veo a un señor con gafas, muy contento porque ha venido a Sants "amb els nens", con los niños. Este debe ser el futuro Ministro de Educación del PGDG. Porque para educar a los niños, nada mejor que enseñarles a odiar a España y, de paso, a la UE. Y siguiendo la línea de enseñanza, enseñarles a arruinar a un país que iba bien antes de que llegaran ellos. Enseñarles a que un golpista en la cárcel es un héroe nacional. Enseñarles a que la Policía Nacional y la Guardia Civil son unos malvados y que por eso, los Mossos d'Esquadra les dejaron solos el 1-O mientras los fotógrafos sacaban miles de fotos para enviarlas a todo el mundo como muestra de la brutalidad de las fuerzas del orden "del Estado español". En resumen, enseñarles a destruir, nunca a construir. ¡Y nos quejábamos de las 'ikastolas'!

Pues mira, Carles. Cuando eras un fugado de la Justicia, pensé que te había entrado miedo. Sigo pensándolo.

Luego, con tus ataques verbales, pensé que querías hacer una campaña pintoresca. El Robin Hood que se enfrentaba al malvado porque el malvado era muy malvado.

El Rey de la Astucia, que a base de gracietas, va avanzando. El simpático de Girona, que primero fue nombrado alcalde y luego, 'president de la Generalitat', me parece que nunca por votos, sino porque andaba por allí en el momento oportuno.

O sea, el PGDG, partido de la guerra de guerrillas, arranca la campaña honradamente, sin engañar a nadie. Su programa consiste en hundir, económica y socialmente, a Cataluña. Y de simpatía, nada. Y de cariño, nada. Les agradezco mucho su claridad.

Cuando veo a unos cuantos 'consellers' en la cárcel, no me alegro, porque esa es una situación que debe ser desagradable. Pero pienso que la sociedad se debe, perdón, NOS DEBEMOS defender de esta gente con las armas que tenemos. No he dicho con todas las armas, porque tenemos más. Y con ellos en la cárcel, estamos más seguros. No porque no se puedan fugar, sino porque, aunque trabajen desde allí, siempre es menor el daño, económico y social, repito, que pueden causar.

Parece que Carles quería una lista única y Oriol no quiere. Es igual. Juntos, separados o revueltos, son un peligro público. O varios peligros públicos, de los que hay que defenderse.

Son las 5 de la tarde del jueves. Carme Forcadell ha declarado en el Supremo. No sé cómo ha acabado el asunto.

Corto, porque tengo que enviar el artículo.

Carme no quiere ir a la cárcel. Yo tampoco quiero que vaya. Pero esta gente, suelta, ¡me da tanto miedo!

P. S.

1. Entrevistan en RNE a David Summers. Intervengo por teléfono. David dice que quiere que los que trabajen con él sean sinceros, nobles, leales. Desde el primero hasta el último.
2. Me alegra mucho oírle decir eso. Coincide con mi teoría. Yo quiero que los que me rodean sean majos, o sea, sinceros, nobles, leales.
3. Cuando descubres que alguien piensa así, notas un soplo de aire fresco en el actual aire viciado y sucio de Cataluña.
4. Y te reafirmas en tu manera de ver la vida, que es la de muchos otros.
5. Ahora, esos "muchos nosotros" tenemos mucho que hacer el 21-D.
6. Porque, en una sociedad civilizada, no cabe el PGDG.