Día 26. ¿Perros o niños? La verdad incómoda de la otra guerra del coronavirus

Hola amigos. Yo soy Tom, el perro salchicha, y usted no lo es. ¡Quiero un zumito!

Un fantasma recorre Europa: el fantasma de la guerra de los perros contra los niños.

Bienvenidos a los diarios de la pandemia. Guau, guau.

Preguntas sin respuesta

Toda España se hace ahora mismo las mismas preguntas:

¿Por qué los perros pueden saltarse la cuarentena del coronavirus y los niños no? Si el perro es el mejor amigo del hombre, ¿qué es el niño?, ¿la mascota favorita del hombre? ¿Por qué Sánchez mencionó más veces a los perros que a los niños en su primer discurso sobre el Covid-19? No contento con abrir su Gobierno a comunistas y batasunos, ¿quiere Sánchez ahora imponer la Dictadura del Perrotariado? ¿Quién está detrás del poderoso 'lobby' perruno español? ¿Es el entrañable perrito de Scottex un lobista comeniños? Si Pluto es un perro, entonces... ¿qué es Goofy? ¿Has estado alguna vez en una cárcel turca para chuchos? ¿Te gustan las películas de gladiadores perrunos? ¿Has visto alguna vez a un pekinés desnudo? Queremos saber, y el Gobierno no da respuestas.

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Es un hecho: los chihuahuas están en las calles y los niños en las casas. Hay creciente malestar entre ambas comunidades. Por no decir violencia soterrada. La Guardia Civil detuvo ayer en Cáceres a cinco niños disfrazados de perros robando helados en el supermercado, lo que activó una dinámica acción/reacción. "Ninguna agresión sin respuesta", clamó el perro de la Lotería, y una camada de pekineses secuestró a un niño gordo en Móstoles y pidió 50.000 salchichas a cambio.

El JEMAD amenaza con sacar los tanques para atajar un conflicto que se extiende por el país. Ha llegado la hora de decir basta. ¡Acabemos con la guerra de los perros contra los niños! Nos unen más cosas de las que nos separan, y como dice Miss Universo, "nada es más deseable que la paz en el mundo entre bebés y perretes".

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Pero los chuchos no quieren la paz, los chuchos no dan cuartel. "Los perros salen atados a la calle, mientras que los niños son incontrolables", sostienen para justificar el 'apartheid' coronavírico.

No les falta razón, porque, como todo el mundo sabe, cada vez que un niño sale a la calle: se escapa a los cinco segundos, se tira contra las ruedas de un todoterreno en marcha, caga en un árbol, mea en los tobillos de un policía, ladra a los transeúntes, entra en un bar, bebe directamente del grifo de cerveza, se hace un tatuaje de Pocoyó en un antro y se casa en Las Vegas con un cazafortunas. ¡Todo ello sin bajarse del carrito en el que va atado! ¡Ni Houdini en sus mejores tiempos! Un auténtico descontrol, la anarquía, el desiderátum.

No contento con abrir su Gobierno a comunistas y batasunos, ¿quiere Sánchez ahora imponer la Dictadura del Perrotariado?

La última vez que saque a mi hija de dos años a la calle, se escapó, viajó a México, destruyó la civilización maya tras contagiarles la gripe española... y volvió a casa esa misma noche (había helado de Peppa Pig para cenar).

Lo raro, por tanto, no es que el Gobierno confine a los niños durante la cuarentena; lo verdaderamente extravagante es que pudieran salir a la calle antes del coronavirus. ¿Estamos locos o qué?

También es fascinante la cantidad de virólogos que hay en este país. Siete de cada 10 dueños de perros son eminencias mundiales en epidemiología infantil. El CSIC ha cerrado tras ser humillado por la dueña de un caniche que demostró científicamente que los niños son supercontagiadores. Los niños son supercontagiadores del coronavirus, sí, y yo me estoy bebiendo una superbotella de ginebra mientras digo esta gilipollez. A su salud. Guau, guau.

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