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Mouna Ayoub, reina de la alta costura
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Mouna Ayoub, reina de la alta costura

La libanesa Mouna Ayoub ha vuelto a Mallorca. Ahora mismo posee 1.570 piezas únicas realizadas por los grandes diseñadores de alta costura, una cifra difícil de

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Mouna Ayoub, reina de la alta costura

La libanesa Mouna Ayoub ha vuelto a Mallorca. Ahora mismo posee 1.570 piezas únicas realizadas por los grandes diseñadores de alta costura, una cifra difícil de imaginar. Inició su colección como esposa del magnate Nasser al-Rashid, que le compró el 'Lady Moura', en su momento el yate privado más grande del mundo, para conquistarla. Su tripulación estaba compuesta por 66 personas.

A pesar de su vida relajada, se convirtió en una de las primeras víctimas del islamismo. En Arabia Saudí, se veía obligada a vestir los modelos debajo de la 'abaya', la túnica que le cubría todo el cuerpo a excepción de los ojos. Si el rey Fahd era invitado al barco, cuyo interiorismo había corrido a cargo de esta mujer intrépida, ella tenía que abandonar la embarcación para no incumplir los códigos misóginos del wahabismo.

Mouna Ayoub causó sensación cuando escapó de la jaula dorada en la que vivía. La situación se le hizo insufrible y le comunicó a su marido la decisión de divorciarse por fax. Lo recuerda mientras agita la mano, en la que luce un anillo con una piedra descomunal. Se trata de un diamante de treinta quilates, reconvertido a partir de un pendiente y valorado en 400 millones de las antiguas pesetas. El brazalete de su muñeca perteneció a Gloria Swanson –amante, entre muchos otros, del padre de los Kennedy–. La libanesa conjuga su pertenencia a la 'jet set' más selecta con las críticas a Bush por sus desafortunadas campañas militares en Iraq y Afganistán.

A bordo del 'Lady Moura', esta mujer de 50 años que dedica dos horas diarias al jogging fue anfitriona del Rey de España. Juntos vieron allí la película Platoon. Por aguas de Baleares se encontró también con Tom Hanks y Steven Spielberg. A partir de su divorcio, la prensa islamista no dudó en insultarla con un lenguaje próximo a los abusos físicos. Empezaba así una nueva vida, cuyo núcleo iba a ser la actividad empresarial. Escribió su autobiografía, un éxito de ventas en Francia. A continuación, compró el ‘Phocéa’, el velero de cuatro palos que había pertenecido al magnate francés Bernard Tapie, y que 'sólo' cuenta con una tripulación de 17 personas. Además de reconvertirlo en su mansión flotante, le saca un rédito suplementario al adaptarlo como un hotel de lujo. Puede ser alquilado por la módica cifra de 25.000 euros semanales.

Al desafiar las convenciones islámicas sin apearse de su ritmo de vida, Mouna Ayoub accedió a la condición de mito para muchas mujeres, que hallaron en su experiencia el valor para enfrentarse a situaciones próximas a la esclavitud conyugal. Al contemplar a la madre de cinco hijos, que controla sus inversiones mientras contesta a un centenar y medio de correos electrónicos diarios, no cuesta imaginar que un día saliera en estampida. Es mucho más difícil comprender cómo aceptó dócilmente la 'abaya', que le obligaba a caminar de la mano de sus retoños para no tropezar.

Según su relato, "lo sobrellevas por respeto a las tradiciones del país que te acoge, hasta que no puedes soportarlo". Atravesó una depresión antes de liberarse de los traumas integristas. En tiempos de Letizia, conviene recordar que fue la primera mujer que posó en bikini, una imagen que dio la vuelta al mundo. Piensa que su país natal está amenazado por la conjunción de Hezbolá, Al Qaeda y Siria, antes de evaluar a los creadores cuya ropa atesora. "Para una gran gala, has de vestir de Chanel. Para arriesgar, Galliano. La perfección era Saint Laurent". Si preguntas el precio, no puedes permitírtelo.

La libanesa Mouna Ayoub ha vuelto a Mallorca. Ahora mismo posee 1.570 piezas únicas realizadas por los grandes diseñadores de alta costura, una cifra difícil de imaginar. Inició su colección como esposa del magnate Nasser al-Rashid, que le compró el 'Lady Moura', en su momento el yate privado más grande del mundo, para conquistarla. Su tripulación estaba compuesta por 66 personas.