Es noticia
Rafa Nadal, en su autobiografía: “La crisis familiar destruyó mi cuerpo y mi alma”
  1. España
  2. Diario Robinson
Matías Vallés

Diario Robinson

Por

Rafa Nadal, en su autobiografía: “La crisis familiar destruyó mi cuerpo y mi alma”

Los periodistas carecen de corazón. Esta carencia no impide que sufran, por remedar a El mercader de Venecia shakespeariano interpretado mejor que nadie por Al Pacino.

Los periodistas carecen de corazón. Esta carencia no impide que sufran, por remedar a El mercader de Venecia shakespeariano interpretado mejor que nadie por Al Pacino. Pero nos estamos desviando. Durante el inolvidable verano de 2009, me vi obligado a relatar a los impenitentes de esta sección que la súbita desorientación de Rafael Nadal y sus incomprensibles derrotas -perdió ante Soderling en Roland Garros, su único traspié en un torneo que ha ganado seis veces- se debían exclusivamente a la separación de sus padres y amenazaban seriamente su carrera.

Todavía me duelen los alfilerazos recibidos, las acusaciones de fementido antipatriota, las críticas de los aprendices de psicólogo que descartaban cualquier conexión entre los ligamentos y las neuronas. Por fortuna, la paciencia es un plato que se sirve frío, y dos largos años más tarde me encuentro con una frase determinante, atribuida en un libro al mejor deportista español de todos los tiempos. "La crisis familiar destrozó mi cuerpo y mi alma". Admitamos que el enunciado evoca el título de una canción de Rod Stewart.

Conozco los comentarios a las crónicas de esta sección como si los escribiera yo, y más de uno ya ha agarrado el ordenador, con la intención de arrojármelo virtualmente a la cabeza bajo la convicción de que la frase susodicha está puesta incorrectamente en labios del ganador de diez torneos del Grand Slam. Añadirán que el autor del libro supera en mendacidad a su seguro servidor, que comparte su febrilidad fabuladora y que merece un castigo tal vez superior. Pues bien, el autor del volumen donde aparecen citas como la anterior o como la inmarcesible "en la superficie seguía siendo un robot que jugaba al tenis, pero el hombre interior había perdido el amor a la vida", o la incandescente "aunque la razón inmediata de mi retirada de Wimbledon fueran las rodillas, yo sabía que la raíz del problema era mi estado de ánimo", responde al nombre de Rafael Nadal, y se parece bastante al tenista de idéntica denominación.

Rafa: My story

Me sé de memoria a mis escépticos, cavilando ahora mismo que se trata seguramente de una novela escrita por el tenista sobre un deportista de ficción, sin vínculo alguno con su propia experiencia. En tal caso, ¿por qué se titula reveladoramente Rafa: My story, en la edición inglesa que estamos repasando?

En efecto, la joven leyenda del tenis mundial asume en su autobiografía el devastador efecto del divorcio paterno, una evidencia que conducía al anatema a quienes así lo adelantábamos hace dos años. Y lo escribe cobrando, porque las estratosféricas ventas del libro se basarán en las confidencias sobre la vida personal del deportista antes que en sus glorias sobre la pista. También en lo crematístico nos duele, para qué vamos a negarlo. A fin de que el relato goce de coherencia literaria, el volumen está firmado por el autobiografiado "con John Carlin". De este periodista ya compré y leí con aprovechamiento White angels, una descripción del modelo desplegado por Florentino Pérez con los fichajes de Zidane, Ronaldo y Beckham. El libro apareció desgraciadamente cuando los madridistas iniciaron una senda de frustración todavía no cauterizada.

No queremos pisotear los derechos editoriales, pero el relato que hace Nadal del desmoronamiento de su autoconfianza, a ritmo de la desintegración del matrimonio paterno, suena a melodrama de Douglas Sirk descongelado por Almodóvar -cuando su padre se lo comunicó, "no volví a hablarle en el viaje de vuelta desde Australia"-. Y no se apresuren a reconciliarse conmigo. Ahora me sobrevienen las dudas de tan íntima relación psicosomática. Se necesita un punto de soberbia para pensar que nos asalta una gripe debido al dolor causado por la mujer que nos rechazó en la discoteca. El periodismo es un espíritu de contradicción.

Rafa Nadal