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Así se las ponen a Rajoy: como a Fernando VII
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Federico Quevedo

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Así se las ponen a Rajoy: como a Fernando VII

Sánchez, Rivera e Iglesias se lo han puesto a huevo a Rajoy para que vuelva a ganar las elecciones. El PP arrastrará el voto útil y recuperará parte del voto que perdió el 20-D

Foto: Mariano Rajoy y Felipe VI. (EFE)
Mariano Rajoy y Felipe VI. (EFE)

Este lunes el rey Felipe VI comienza la última ronda de contactos para proponer candidato a la presidencia del Gobierno. Es la última, digo, porque o hay candidato, o directamente se convocan elecciones generales para el 26 de junio, de modo que esta será una legislatura de récords: la más corta de la democracia, del Gobierno que ha estado más tiempo en funciones y la que más rondas de consultas reales ha sumado -tres-.

Y es que, salvo sorpresas de último minuto, el martes por la tarde el Rey comunicará al presidente del Congreso que no propone a ningún candidato porque ninguno de los dos posibles -Rajoy y Sánchez- suman los suficientes votos como para salir investido en segunda votación con mayoría simple. ¿Puede haber sorpresas? Siempre queda un margen, pero incluso los que hemos mantenido hasta el final que podía haber pacto en base a lo único que une al resto de partidos y que no es otra cosa que el rechazo al PP tenemos que asumir que nos hemos equivocado porque ni siquiera esa excusa es suficiente para armar un acuerdo. O eso parece.

De ahí que los partidos estén ya en clave electoral de cara al 26-J. Es difícil saber hoy qué va a pasar dentro de dos meses, pero si nos atenemos a lo que dicen las encuestas todo hace prever un resultado muy parecido al del 20-D, es decir, una nueva victoria del PP con Mariano Rajoy como candidato, un segundo puesto muy discutido entre PSOE y Podemos-IU -es posible que los socialistas ganen en escaños y la alianza de los dos partidos de izquierda lo haga en votos-, y un cuarto puesto para Ciudadanos con una cierta mejora porque habrá robado algo de voto al PSOE e, incluso, al partido de Pablo Iglesias, gracias a que una parte del electorado más moderado de estos partidos habrá visto con buenos ojos los intentos de Rivera por buscar un acuerdo.

A Rajoy, como he dicho otras veces, le funciona la táctica de esperar sin hacer nada, y dejar que sean otros los que se equivoquen

No deja de ser indignante que los mismos líderes políticos que nos han conducido a unas nuevas elecciones por su incapacidad para buscar acuerdos sean los que vuelvan a encabezar las listas electorales de sus respectivas formaciones. Eso, sin duda, se traducirá en un aumento de la abstención que también empiezan a reflejar las encuestas. Pero, con todo, lo más sorprendente es el aparente escaso desgaste que ha sufrido el PP en estos seis meses, pese a no haber hecho nada para merecer una segunda reválida de sus votantes.

Al PP no parecen afectarle ni los casos de corrupción ni el inmovilismo. Pero la razón no es otra que los errores de sus adversarios. A Rajoy, como he dicho otras veces, le funciona la táctica de esperar sin hacer nada, y dejar que sean otros los que se equivoquen. Y al final, de cara al ciudadano, los que se presentan con la imagen de la incapacidad y la irresponsabilidad son quienes durante estos meses han estado jugando al gato y al ratón con los acuerdos.

No deja de ser indignante que los mismos líderes que nos han conducido a unas nuevas elecciones sean los que vuelvan a encabezar las listas de sus partidos

Se cuenta que a Fernando VII le gustaba mucho jugar al billar y siempre ganaba todas las partidas. Pero no lo hacía porque fuera un buen jugador, sino porque sus contrincantes se las ponían, como diríamos ahora, a huevo para que ganara. En el fondo, Sánchez, Rivera e Iglesias han hecho tres cuartos de lo mismo, ponérselas a Rajoy a huevo para que vuelva a ganar las elecciones. El PP arrastrará el voto útil, recuperará parte del voto que perdió el 20-D a manos de Ciudadanos porque el partido de Rivera ha quedado demasiado expuesto a su pacto con el PSOE, y eso compensará lo que se pueda ir a la abstención por rechazo a la corrupción. Pero no será mucho.

Lo que sí está dejando claro todo esto es que el PP tiene un suelo de votantes en torno a los siete millones que permanece inalterable, pase lo que pase. De ahí que todo haga pensar que Rajoy volverá a ganar las elecciones. ¿Será presidente? Eso es demasiado pronto para decirlo, porque primero habrá que ver el resultado, y si se diera el caso de que la suma con Ciudadanos les acercara más que ahora a la mayoría absoluta, habrá una negociación en la que el partido de Rivera tendrá la sartén por el mango. Pero lo único cierto es que el líder del PP ha sabido aprovecharse de los errores de sus adversarios, y que estos no han dudado en hacer posible una nueva victoria del PP.

Este lunes el rey Felipe VI comienza la última ronda de contactos para proponer candidato a la presidencia del Gobierno. Es la última, digo, porque o hay candidato, o directamente se convocan elecciones generales para el 26 de junio, de modo que esta será una legislatura de récords: la más corta de la democracia, del Gobierno que ha estado más tiempo en funciones y la que más rondas de consultas reales ha sumado -tres-.

Mariano Rajoy Izquierda Unida Ciudadanos