¿Es España el país más estable de Europa? Según se mire…

Hace unos días, el diario norteamericano 'Wall Street Journal' elogiaba a Mariano Rajoy por ser el único dirigente europeo que ha sido capaz de contener el alcance del populismo, en este caso de izquierdas. Si miramos una foto de los principales líderes de la UE en alguna de esas cumbres a las que habitualmente algunos de ellos se negaban a convocar al presidente español, resulta que esos mismos que le rechazaban hoy ya no están, principalmente el italiano Renzi y el británico Cameron.

Los dos han caído, además, víctimas de su propia vanidad. Creyeron que por sí solos eran capaces de sacar adelante apuestas muy arriesgadas que contaban con el rechazo de la mayoría. En Gran Bretaña, el populismo de derechas se hizo con la victoria del Brexit, y en Italia la derrota de Renzi amenaza con llevar al poder a la izquierda populista de Beppe Grillo. En Estados Unidos ,Trump derrotó al 'establishment' y en Francia todas las encuestas dan como favorita para las elecciones de mayo a Marine Le Pen aunque una alianza entre Valls y Fillon puede dejarla fuera del Elíseo. En Austria la ultraderecha se ha quedado a muy poco de una victoria y en Alemania el nazismo resurge con fuerza aunque parece que Merkel consigue frenar su avance.

Con ese panorama, es lógico que quien se fije en España vea a un presidente del Gobierno que ha conseguido mantenerse en el poder contra viento y marea y en el peor de los escenarios posibles, y que ahora gobierna llegando a acuerdos importantes con el principal partido de la oposición, mientras la principal fuerza representativa del populismo en España se enzarza en un debate identitario y estratégico dejando a la vieja política todo el espacio posible para la gobernabilidad. ¿Es esto mérito de Rajoy? Si no hacer nada puede considerarse como un mérito, sí. Pero en mi opinión hay que atribuir esta circunstancia a deméritos ajenos mas que a méritos propios.

Aunque también es verdad que el PP es el único partido que goza de una cierta estabilidad interna, mientras los demás se desangran en luchas intestinas. Es lógico, por tanto, que desde cualquier atalaya del 'establishment' mundial se vea a Rajoy como un valor seguro en el que poder confiar. En esta circunstancia, además, la legislatura se prevé larga, lo cual añade más puntos a su favor.

O no. Me explico. En España no ha triunfado el voto de rechazo al sistema porque nadie ha sabido capitalizarlo. Esto ya lo hemos explicado más veces, pero en comparación con los porcentajes que el voto antisistema tiene en el resto de Europa, aquí sin embargo se queda muy por debajo. Una de las razones está en la propia fragmentación de ese voto. Mientras en Europa el populismo se concentra bajo unas solas siglas o una sola bandera —Frente Nacional en Francia, Cinco Estrellas en Italia, Syriza en Grecia…—, en España el voto de rechazo se diluye entre Podemos, sus distintas marcas regionales, los partidos independentistas… Y además es un voto muy significado a la izquierda, por lo que pierde la posibilidad de obtener votos del descontento del centro y la derecha que, inevitablemente y ante la ausencia de siglas a las que votar, se vuelca en la abstención.

Sería necesario acometer reformas profundas para que el descontento desaparezca y de los primeros pasos del Gobierno no extraigo que vaya a ser así

Pero esto no significa que las razones que han llevado a que en otros países el populismo avance con fuerza no se den en España. Al contrario, se dan y con la misma intensidad que en cualquier otro país europeo. Sería necesario acometer cambios y reformas muy profundos para que ese descontento desaparezca y, la verdad, de los primeros pasos del Gobierno no extraigo la conclusión de que vaya a ser así. No, salvo que le obliguen.

Y ese es el quid de la cuestión. Si los partidos que ahora mismo se encuentran en pleno proceso de debates internos consiguen superar sus propios miedos a la verdadera representación de la gente, de los ciudadanos, entonces será posible conducir al Gobierno del PP por el camino de la reforma y la regeneración. Pero si insisten en colocarse en el antagonismo absoluto unos y en la indefinición otros, dejarán al PP todo el terreno abonado para seguir gobernando a golpe de decreto sin afrontar los verdaderos problemas del país. Si eso es lo que se entiende por estabilidad, seguramente en el 'Wall Street Journal' seguirán aplaudiendo con las orejas… Pero nosotros seguiremos perdiendo la oportunidad de hacer de este un país mejor, más justo y más abierto.