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La cadena de restaurantes de Antonio Banderas se va a pique mientras el actor se dedica a bailar el reggaeton
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La cadena de restaurantes de Antonio Banderas se va a pique mientras el actor se dedica a bailar el reggaeton

Es elogiable la capacidad de algunos para capear el temporal. Mientras La Posada de Antonio, una cadena de restaurantes propiedad del actor Antonio Banderas –quien comparte

Es elogiable la capacidad de algunos para capear el temporal. Mientras La Posada de Antonio, una cadena de restaurantes propiedad del actor Antonio Banderas –quien comparte accionariado con Francisco González y Burger King Andalucía- ha declarado recientemente la suspensión de pagos, solicitando concurso de acreedores, la agenda del malagueño está que echa humo.

El émulo del ‘Zorro’ no para. Acaba de terminar tres proyectos: una película en la que hace de partenaire de Jennifer López; otra, El camino de los ingleses, que es su segundo filme como director, previo las preceptivas subvenciones públicas; y una tercera, Take the lead, en la que encarna a un profesor de baile que da lecciones de civismo a un grupo de pandilleros con dulce reggaeton de fondo.

En el negocio gastronómico, en cambio, las cosas no le ruedan tan bien como en el cine. Su red de franquicias, que nació con la compra de un local en la calle Granada de Málaga y hoy consta de alrededor de diez restaurantes, fue vendida en su día a bombo y platillo como un proyecto en expansión, de vocación internacional, en el que, en un principio, Banderas se preocupó “personalmente por el desarrollo de todas las negociaciones”, según aseguró en su día su directora de comunicación. Se trataba de hacer una especie de Planet Hollywood, pero con deje andaluz.

Sin embargo, la cosa no funcionó. Así, la pésima gestión inicial y las pérdidas hicieron necesaria la entrada del grupo granadino Abades como gestor. Y, ya se sabe, hay que cambiar con los tiempos. “(Banderas) acude a los locales con un acuerdo publicitario. Ahora está un poco al margen de todo esto y, si es a nivel promocional para la empresa, eso tiene un coste. No utilizamos la imagen de Antonio si no es con contrato. Tenemos más facilidad para acceder a él, pero no está al cien por cien a nuestro servicio”, comenta una portavoz de Abades.

Ahora, con el concurso de acreedores en marcha, la Posada de Antonio ha cambiado su domicilio social de la calle Sol de Benalmádena –donde tienen su despacho los responsables de la sociedad Francisco Fortes y Jesús Fortes, dirigente del PP en esta localidad andaluza, y donde está el domicilio social de un buen número de empresas de Banderas y los propios hermanos Fortes- a la malagueña Avenida Aurora.

Y nada, a mal tiempo buena cara. “El tema está muy bien. Hemos firmado un contrato con un grupo de restauración andaluz. Era lo que queríamos, tener la gestión en manos de profesionales”, asegura Fernando Moreno, uno de los administradores de la Posada.

Es elogiable la capacidad de algunos para capear el temporal. Mientras La Posada de Antonio, una cadena de restaurantes propiedad del actor Antonio Banderas –quien comparte accionariado con Francisco González y Burger King Andalucía- ha declarado recientemente la suspensión de pagos, solicitando concurso de acreedores, la agenda del malagueño está que echa humo.