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Aznar da lustre a la boda del hijo de Luis del Rivero, empresario zapaterista por antonomasia
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Aznar da lustre a la boda del hijo de Luis del Rivero, empresario zapaterista por antonomasia

A las 7 de la tarde del pasado viernes 28 de septiembre, daba comienzo en la iglesia del Monasterio de los Jerónimos, afueras de Murcia, el

A las 7 de la tarde del pasado viernes 28 de septiembre, daba comienzo en la iglesia del Monasterio de los Jerónimos, afueras de Murcia, el enlace matrimonial entre la bella señorita Clara Cerdán y el joven Luis del Rivero, hijo del presidente de Sacyr Vallehermoso del mismo nombre, durante muchos años militante pata negra que fue del PP murciano, devenido, por uno de esos misterios de la España eterna, en la que conviven en pecaminosa coyunda la política y el dinero, en empresario de cámara del Gobierno Zapatero, en general, y del ex asesor económico del Presidente, Miguel Sebastián, en particular.

Cerca de 600 invitados fueron después agasajados con una espléndida cena en la finca que el empresario, uno de los nuevos y rutilantes multimillonarios españoles, posee a 40 kilómetros de Murcia, a la cual muchos llegaron en autocares que fueron recogiendo al personal por los hoteles de la zona, mayormente por el espléndido Hyatt de La Manga. Servía Jockey, y sirvió consomé gelé con caviar, timbal de langosta y pato a la naranja (no está claro que la fruta procediera de la propia finca de Del Rivero, que las produce con profusión, de ahí que los franceses de Eiffage le apoden cariñosamente “el naranjero”), con bomba de frambuesa de postre, además de tarta nupcial, Imperial del 2000 y champagne, naturellement français.

Entre los invitados había una mal disimulada expectación por comprobar si al enlace asistiría Miguel Sebastián. Ni rastro. La expectación, sin embargo, quedó satisfecha al comprobar la presencia en la fiesta de la rumbosa ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, presencia y esencia convertida en recordatorio de que este país nuestro llamado España no tiene remedio: que la titular de Fomento asista a un festejo organizado por el presidente de la primera receptora de obra civil de este país, cuya cuantía asigna el Ministerio que ella preside, no es ni ética ni estéticamente presentable, simple y cotidiano recordatorio de que aquí se han perdido ya las formas.

Quien sí apareció, para sorpresa del respetable, fue José María Aznar y señora, que no asistieron a la ceremonia religiosa (mal, Jose, muy mal), cuya presencia acaparó los comentarios pícaros de la noche, porque, vamos a ver, o Aznar ha perdido el oremus, cosa nada improbable, y ya no sabe si anda por el monte a rolex o a setas, o Luis del Rivero es un simple quintacolumnista pepero infiltrado en La Moncloa para enterarse de los secretos nucleares de ZP, posibilidad ésta que ganó adeptos a lo largo de la cena al reparar los invitados en la presencia también de Ramón Luis Valcárcel, presidente de la Comunidad murciana.

No estaba Emilio Botín, financiador de buena parte de la fiesta de Sacyr Vallehermoso, una sociedad cuya deuda a finales del segundo semestre se elevaba a 19.445 millones de euros, algo así como 3 billones y poco de pesetas, para un valor en Bolsa de apenas 6.984 millones el pasado viernes. Sí que estaban, en cambio, el presidente de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y el director general de Caja Murcia, Carlos Egea, que algo tienen que ver también, para su desgracia, con la deuda citada.

Ausencias significativas de grandes constructores (Florentinos, Entrecanales y por ahí), hasta el punto de que la presencia más notable fue la de Fernando Martín, patrón de Fadesa, otro que tampoco está ahora mismo para tirar cohetes. La nota folclórica la puso Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, acompañado de su simpático machaca, Emilio Butragueño. Por allí vagaba un distraído Ángel Corcóstegui, perdido como todos los ángeles caídos. Y naturalmente toda la cúpula de Sacyr, empezando por Loureda y terminando por Juan Abelló, ese tipo inigualable, todo elegancia a la hora de llevar con prestancia el smoking. Incomparable.

A las 7 de la tarde del pasado viernes 28 de septiembre, daba comienzo en la iglesia del Monasterio de los Jerónimos, afueras de Murcia, el enlace matrimonial entre la bella señorita Clara Cerdán y el joven Luis del Rivero, hijo del presidente de Sacyr Vallehermoso del mismo nombre, durante muchos años militante pata negra que fue del PP murciano, devenido, por uno de esos misterios de la España eterna, en la que conviven en pecaminosa coyunda la política y el dinero, en empresario de cámara del Gobierno Zapatero, en general, y del ex asesor económico del Presidente, Miguel Sebastián, en particular.

Luis del Rivero