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Los niños de Serrano de Morgan Stanley contra el ‘seny’ de Diagonal de La Caixa
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Los niños de Serrano de Morgan Stanley contra el ‘seny’ de Diagonal de La Caixa

La politización de la vida española se cuela hasta en los ámbitos más insospechados. Es lo que tiene la crispación, y más en campaña electoral. Y

La politización de la vida española se cuela hasta en los ámbitos más insospechados. Es lo que tiene la crispación, y más en campaña electoral. Y si hay un enfrentamiento más crispado que el de PP y PSOE, es el de los seguidores del partido conservador con el nacionalismo catalán, especialmente después del Estatut, el boicot al cava y la polémica del castellano en los carteles. Y qué decir si los implicados son niños de Serrano, el núcleo duro del pijerío madrileño y peperos a machamartillo.

La escena ocurrió en la famosa filípica que Juan María Nin, director general de La Caixa, dirigió a todo el equipo de Morgan Stanley banca privada nada más cerrar su compra en la sede de la entidad norteamericana en Madrid, precisamente en la calle Serrano. La reunión fue un gran éxito de crítica y público, según fuentes tanto de los compradores como de los comprados. Salvo por un pequeño rifirrafe que enturbió el triunfo de Nin.

Al final de la reunión, uno de los ejecutivos junior de la oficina madrileña de Morgan se encaró con Nin y con su mano derecha, Juan Antonio Alcaraz, para reprocharles la actitud de La Caixa en particular y Cataluña en general en acontecimientos como el Estatut o la OPA de Endesa, según testigos de la escena. Estos testigos aseguran que Nin arqueó las cejas como pensando "quién se ha creído que es este pipiolo para decirme a mí estas cosas".

Pero Nin, que tiene una educación exquisita, hizo gala de su seny catalán y no entró al trapo. No merecía la pena. Había conseguido su gran objetivo, había encandilado a la plantilla y no iba a rebajarse a contestar a un meritorio. "Imagínate, un junior que apenas aporta negocio a la entidad encarándose con Nin, al que los empleados de La Caixa no ven más que en los periódicos, algo increíble", opina una de las fuentes consultadas. Un portavoz de La Caixa niega tener constancia del incidente.

Más allá de la anécdota, la cuestión política es más importante de lo que parece en el caso de Morgan Stanley. Muchos clientes, aparte de perder el glamour de tener su dinero en uno de los grandes de Wall Street, tienen ciertas reticencias a que pase a manos de La Caixa. Incluso hay quien dice que estas cuestiones son las que forzaron la salida de los dos responsables de la oficina de Madrid, Juan Aguirre y Cipriano Rodríguez Arias, pocos días después de la reunión de marras. De hecho, sigue sin conocerse su destino tras el período de barbecho impuesto por Morgan.

En todo caso, Nin ha tenido un gran éxito en retener a los profesionales de Morgan: sólo han abandonado estos dos -más algún que otro ejecutivo de menor nivel-, lo cual contrasta con la desbandada que vivió el Urquijo cuando lo compró para el Banco Sabadell. Detrás de esta fidelidad, la famosa garantía de mantener los salarios, bonus incluido, de 2007 durante los próximos tres años, a pesar del malestar que este agravio comparativo ha generado en los empelados de la caja.

La politización de la vida española se cuela hasta en los ámbitos más insospechados. Es lo que tiene la crispación, y más en campaña electoral. Y si hay un enfrentamiento más crispado que el de PP y PSOE, es el de los seguidores del partido conservador con el nacionalismo catalán, especialmente después del Estatut, el boicot al cava y la polémica del castellano en los carteles. Y qué decir si los implicados son niños de Serrano, el núcleo duro del pijerío madrileño y peperos a machamartillo.

Juan María Nin Banca privada