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Haga caso a Sebastián: no compre más el 'Wall Street Journal' y lea 'La Gaceta de los Negocios'
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Haga caso a Sebastián: no compre más el 'Wall Street Journal' y lea 'La Gaceta de los Negocios'

No se vaya de vacaciones a los Alpes, apueste por Sierra Nevada -contando con que la crisis le deje irse de vacaciones-. ¿Acaso no llega a

No se vaya de vacaciones a los Alpes, apueste por Sierra Nevada -contando con que la crisis le deje irse de vacaciones-. ¿Acaso no llega a fin de mes y quiere dar de baja su suscripción en un periódico? Olvídese del Wall Street Journal o The Economist e infórmese con Expansión, Cinco Días, La Gaceta de los Negocios o El Economista. Esos cuatro son españoles. ¿Recuerda aquellos zapatos italianos que tanto le gustaron? No tiene sentido que los compre. Busque y encontrará unos españoles de su agrado. “Tenemos que poner nombres italianos a nuestros zapatos para poder venderlos cuando tienen la misma calidad”, recordaba ayer Miguel Sebastián. Y es que el ministro de Industria tiene clara la apuesta: hay que cultivar el Factor E.

“Además del factor precio o renta, los españoles tienen que incluir el factor España en sus preferencias”, dijo. Su planteamiento es claro: si se dejan de importar 7.000 millones de euros en productos extranjeros porque se consumen productos españoles, se evitaría la destrucción de 120.000 puestos de trabajo. “En la cesta de la compra es sólo cambiar 150 euros al año de productos extranjeros por productos españoles”, dijo. ¿Es aceptable que desde el Gobierno se diga al ciudadano lo que debe consumir?¿Son de recibo estos ramalazos proteccionistas? ¿Y qué sería de la UE si Alemania, Francia o Reino Unido vendieran el mismo mensaje?

Sebastián defendió que “no se trata de una medida proteccionista en tanto no se ponen trabas a las importaciones”. Es más, argumentó que se trataría sólo de reducirlas en un punto porcentual, el equivalente a esos 7.000 millones. Además, defendió la iniciativa al asegurar que no todos los países tienen el mismo déficit exterior, muy abultado en España, y que una reducción de las compras de productos extranjeros como la que propone su Ministerio sólo nos equipararía con los hábitos de consumo de nuestros socios comunitarios.

En todo caso, nada que no se viera venir tal y como arrancó el discurso. “Keynes está más vivo que nunca cuando muchos lo habían desterrado”, apuntó, matizando que, frente a la Gran Depresión de 1929, en esta crisis afortunadamente los países no han dejado que el mercado arregle por sí solo todas las cosas. “No se van a cometer los errores de política económica de aquel periodo”, concluyó. Algo que debería tranquilizarnos, si no fuera porque los créditos no llegan a familias y empresas.

En eso Sebastián ve más de un culpable, incluido el “fatalismo desproporcionado” de los medios de comunicación, que está ayudando más bien poco. “Algunas empresas me han dicho que en el departamento de riesgo de los bancos se utilizan las informaciones de prensa para rechazar la concesión de créditos. Y que luego tienen que emplear muchos recursos en matizarlas”. En un desayuno de prensa organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), el ministro insistió en la necesidad de que se dé también cobertura a las buenas noticias en tanto lo que se publica “tiene un gran impacto en las expectativas”.

El ministro fue más allá y puso ejemplos. Especialmente dolorosos para él, por lo que dejó traslucir. El ministro mostró su incredulidad por el hecho de que la rebaja del rating de España por parte de Standard&Poor’s supusiera portadas en todos los periódicos, mientras que el mantenimiento de la calificación de triple A por parte de otra agencia, Fitch, pasara “desapercibido”. En todo caso, recordó que el Gobierno tiene a los bancos en el punto de mira en tanto es indudable, según admitió, que el crédito no está llegando con la intensidad deseada. “El objetivo no era ayudar a los bancos y cajas a mantener su cuenta de resultados. Era evitar un colapso de crédito a familias y empresas”, matizó.

 

No se vaya de vacaciones a los Alpes, apueste por Sierra Nevada -contando con que la crisis le deje irse de vacaciones-. ¿Acaso no llega a fin de mes y quiere dar de baja su suscripción en un periódico? Olvídese del Wall Street Journal o The Economist e infórmese con Expansión, Cinco Días, La Gaceta de los Negocios o El Economista. Esos cuatro son españoles. ¿Recuerda aquellos zapatos italianos que tanto le gustaron? No tiene sentido que los compre. Busque y encontrará unos españoles de su agrado. “Tenemos que poner nombres italianos a nuestros zapatos para poder venderlos cuando tienen la misma calidad”, recordaba ayer Miguel Sebastián. Y es que el ministro de Industria tiene clara la apuesta: hay que cultivar el Factor E.

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