La última excentricidad de Marbella: un paseo en bus para mostrar y vender casas al borde del embargo

Los marbelleros están demostrando grandes dosis de imaginación frente a la crisis. Si en un principio organizaron la ‘ruta malaya’, un tour por los hitos de la corrupción de esta famosa localidad de la Costa del Sol, la última excentricidad es un paseo en bus que muestra casas baratas al borde del embargo, tal y como desvela la revista malagueña El Observador.

No es una ruta turística al uso, como la que proponía una foto en Mi Gitana, el chalet de la Pantoja o una noche en el Hotel Guadalpín, sino un viaje informativo que no tiene otro fin que mostrar y vender inmuebles a punto de ser embargados. “Es una oportunidad para comprar barato”, ha afirmado África León, presidenta del Círculo Financiero Internacional (CFI), organizador del evento. Presentará el acto Francisco Javier Jiménez-Friaza, director de una inmobiliaria con la que se han puesto en contacto los propietarios de las viviendas.

Así, el próximo miércoles 29 de abril, a las 16 horas, partirá un bus desde el Centro Comercial La Cañada que, durante cuatro horas, recorrerá el municipio informando de aquellos inmuebles a punto de ser embargados. “Hay de todo: villas, apartamentos, áticos”, explica África, que cobrará 20 euros a quienes quieran vivir esta grata experiencia. Se ignora si ese dinero se descontará de la entrada del piso.

“Ganar en tiempos de crisis: inmuebles con gran descuento sobre el valor de tasación”, es el reclamo de esta peculiar tournée. “Hemos recibido un montón de casos de los que hemos seleccionado los más interesantes”, detalla León. “La crisis es una realidad y éste es un tema de actualidad que genera gran interés entre los inversores. Iniciativas similares ya se practican en Estados Unidos. No creo que perjudique la imagen de Marbella, porque la situación es la que es en toda España y embargos ha habido siempre”, añade.

“Mostrar la dirección exacta de los inmuebles ociosos es muy arriesgado para los propietarios, ya sean particulares, promotores o entidades financieras”, afirma un experto del sector inmobiliario. Porque pudiera suceder lo que en la vecina Mijas, donde una familia de chabolistas gitanos, “como soy de campo, aquí me zampo”, se metió de hoz y coz en una urbanización de lujo mijeña vacía, pero para entrar a vivir. Los malagueños, con el gracejo que les caracteriza, proponían cambiar el nombre de la residencia, Golden Hills, por el de Gipsy Hills. Olé. Finalmente, el clan fue desalojado.

Que vayan tomando nota las entidades financieras pilladas en Pocerolandia, la macrociudad de El Pocero en Seseña, como la CAM. A lo mejor, en vez de ofertar pisos, garajes o locales comerciales en el Residencial, hacen más negocio cobrando ticket por paseo turístico por las inmediaciones de la mole que emerge del secarral toledano. Seguro que directivos de los sectores inmobiliario y financiero de media Europa lo pagaban de buena gana. Eso sí, no hay que confundirles ubicando el residencial en “Madrid Sur”.