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El Confidente
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El hijo del presidente de La Caixa se casa en la catedral de Oviedo ante la 'crème' de las finanzas y una infanta
Mayo se viste de boda con festines que solapan -por unos instantes- la crisis que nos asola. Xavi Fainé -hijo del presidente de La Caixa, Isidro
Mayo se viste de boda con festines que solapan -por unos instantes- la crisis que nos asola. Xavi Fainé -hijo del presidente de La Caixa, Isidro Fainé- eligió el comienzo de mes para celebrar su boda. Con traje de tirantes, en plumetti hueso, llegó Carmen Paz, la radiante novia, hija del traumatólogo José Paz. La contrayente se mostró sonriente, y al bajarse del Audi, su hermana Ana le ayudó a colocarse el velo de Chantilly, diseñado por la asturiana Covadonga Plaza. Un look con aire retro donde destacaba el broche de cristal a la cintura. Tras los primeros flashes, entró en la catedral de Oviedo al ritmo de la Marcha Nupcial de Mendelssohn, del brazo de su padre.
Xavi Fainé contrajo matrimonio con una chica bien de Oviedo. Ambos de educación tradicional y formación económica. El papa Benedicto XVI envió su bendición apostólica desde el Vaticano, y Xavi recordó su infancia en el colegio Viaro en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), administrado por el Opus Dei, con sus ejercicios espirituales. La novia eligió al capellán de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús para oficiar la ceremonia.
Los recién casados pertenecen a una generación de economistas que necesitan triunfar en la América de Obama, así que han preparado la mudanza para emigrar dos años y medio a uno de los estados de Carolina -unos invitados decían que al Norte, y otros que al Sur-. Un destino muy similar al de los duques de Palma, doña Cristina e Iñaki Urdangarín, que también vivirán el sueño americano y asistieron a la ceremonia nupcial.
La infanta, directora de la Obra Social de la Fundación La Caixa, vestía un conjunto lavanda con chaquetita 100% cashmere, combinado con unos altísimos peep toe para estar a la altura del jugador de balonmano reconvertido en consejero de Telefónica Latinoamérica. “Yes, we can…”, parecía expresar el ejecutivo al estrechar la mano del ex presidente del Fondo Monetario Internacional Rodrigo Rato, acompañado de su actual pareja, la discreta periodista Alicia González. Rato, que ejerce de presidente del Consejo Asesor Internacional de Criteria CaixaCorp, prefirió entrar por un lateral de la catedral para pasar inadvertido.
Más de 600 invitados
La catedral de Oviedo se vistió de gala y deslumbró con el encendido del retablo del altar mayor. Tonos pastel, estolas de visón, mantones de Manila y telas de raso. Los caballeros traje oscuro, y los testigos de impecable chaqué. Además del “Sí quiero”, uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue el mensaje de la carta del apóstol San Pablo a los Corintios. Como narra la epístola, ante el dislate cotidiano nos queda “el consuelo de la esperanza, la fe y la fuerza del amor”.
Por lo demás, destacó la elegancia de Llüisa Sallent -en rosa palo con negro- acompañada de Juan Antonio Samaranch, ex presidente del Comité Olímpico Internacional. Juan Luis Cebrián, miembro del grupo Bilderberg y consejero delegado de Prisa, junto a su esposa Teresa Aranda, con un llamativo abrigo que recordaba los aires nepalíes, aunque el sol brillaba en el cielo azul.
Las hermanas del novio: Mónica, Jordi, Ana, Ignacio, Joan y Magali entraron en pelotón, guiando a los pajes que vestían de blanco. La novia presumió de parientes intelectuales como su tío Juan Pedro Aparicio, director del Instituto Cervantes en Londres, así como las elegidas para actuar de testigos, algunas profesoras de Facultad de Económicas. Carmen Paz es doctora en Económicas y profesora en la Universidad Carlos III.
Por la alfombra de gala desfilaron personajes de las finanzas, del mundo empresarial y del glamour: el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, con su mujer Consuelo G. Piriz; el ex presidente del Real Madrid y presidente de ACS, Florentino Pérez o el político Miquel Roca i Junyent, entre otros.
Para rematar, se entonó el Himno de Covadonga: “Bendita la reina de nuestra montaña, que tiene por trono la cuna de España. Y brilla en la altura más bella que el sol. Es madre y es reina. Venid peregrinos que ante ella se aspiran amores divinos, y en ella está el alma del pueblo español”.
Además de arroz y pétalos de rosa, los novios fueron sorprendidos a la salida de la catedral con una banda de gaitas asturianas. A continuación algunos invitados realizaron un paseo o visita a los tesoros de la catedral para hacer tiempo hasta el ágape. El comienzo de la misa estaba previsto para las 5 de la tarde, pero la novia prefirió llegar con un retraso de 20 minutos.
En el Hotel de La Reconquista se sirvió un cóctel con aperitivos y la cena, con bogavante del Cantábrico, solomillo de xata roxa y milhojas de manzana. La comidilla del día fue la posibilidad de que el juez Baltasar Garzón hiciese acto de presencia como invitado de honor, pero el magistrado decidió tomarse un fin de semana de descanso después de la apretada agenda de convites nupciales de las últimas semanas.
Mayo se viste de boda con festines que solapan -por unos instantes- la crisis que nos asola. Xavi Fainé -hijo del presidente de La Caixa, Isidro Fainé- eligió el comienzo de mes para celebrar su boda. Con traje de tirantes, en plumetti hueso, llegó Carmen Paz, la radiante novia, hija del traumatólogo José Paz. La contrayente se mostró sonriente, y al bajarse del Audi, su hermana Ana le ayudó a colocarse el velo de Chantilly, diseñado por la asturiana Covadonga Plaza. Un look con aire retro donde destacaba el broche de cristal a la cintura. Tras los primeros flashes, entró en la catedral de Oviedo al ritmo de la Marcha Nupcial de Mendelssohn, del brazo de su padre.