Es noticia
Los Reyes se rinden al glamour de Pedro J. Ramírez, como antes hicieran Zapatero y Rajoy
  1. España
  2. El Confidente
El Confidencial

El Confidente

Por

Los Reyes se rinden al glamour de Pedro J. Ramírez, como antes hicieran Zapatero y Rajoy

Cena de gala en el Hotel Palace de Madrid para celebrar el 20 aniversario del diario El Mundo, con entrega de unos llamados “Premios Internacionales de

Cena de gala en el Hotel Palace de Madrid para celebrar el 20 aniversario del diario El Mundo, con entrega de unos llamados “Premios Internacionales de Periodismo” y asistencia de sus Majestades los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía. Pedro José Ramírez vive su momento de gloria: si hace dos semanas se fotografiaba en el madrileño Palacio de los Deportes con Zapatero a su izquierda y Rajoy a su derecha, anoche fueron los Reyes quienes acudieron a poner en pública evidencia el poder del director de El Mundo.

Tiene por eso toda la razón el periodista cuando se incluye, en unos inefables rankings que confecciona el propio diario, entre los 10 hombres más influyentes de España. A la cena de anoche acudió, por parte del Gobierno, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, criatura predilecta de Ramírez en el Gobierno Zapatero, como lo es Miguel Sebastián entre los ministros con cartera. Ayer habían confirmado su asistencia un buen número de celebrities del mundo de la banca y la gran empresa, caso de Alfredo Sáenz, Isidro Fainé, Miguel Blesa, Florentino Pérez, Ignacio Sánchez Galán y muchos más.

El periódico y su director se toman así un respiro en la dificilísima situación por la que atraviesa, como la totalidad de la prensa escrita, por lo demás. El verano pasado, Unidad Editorial, editora del diario, llevó a cabo un ERE que afectó a cerca de 170 trabajadores, periodistas incluidos, y todos los rumores apuntan a que a primeros del 2010 será necesario repetir la operación. ¿Qué piensan los sacrificados del ERE de los fastos en curso, y del dinero gastado con tal motivo en tiempos tan duros como los actuales?

Pecata minuta, quizá, comparado con la dimensión del problema de fondo, que no es otro que la precaria situación financiera del grupo italiano RCS, propietario casi al 100% de Unidad Editorial, que arrastra una deuda que más que dobla su valor en  Bolsa por culpa precisamente de su filial española. Hace muchos meses que los italianos pusieron el cartel de “se vende” sobre Unidad Editorial, pero el problema es que no hay quien lo compre, ni siquiera con una joya dentro como El Mundo, segundo diario español por circulación y desde luego también por influencia.

Olvidados los nubarrones por un día, Pedro José se divierte. La presencia ayer del Rey en la cena del Palace fue para él algo más que un gesto. Fue la reivindicación de su papel como protagonista destacado del establishment hispano y, sobre todo, la materialización de una victoria que borra una derrota que el periodista tiene entre los momentos más amargos de su vida. En efecto, si ayer el Rey fue al Palace, hace algo más de 17 años fue Pedro José quien se vio obligado a viajar a otro Palacio para sufrir la mayor humillación de su vida, en un episodio que nunca ha contado y del que muy poca gente tiene conocimiento.

El ‘chivatazo’ que le costó el cargo a Sabino

Corría el mes de junio de 1992. El Mundo se atrevió a reproducir una información aparecida en la revista francesa Point de Veu y en la italiana Oggi sobre los devaneos de don Juan Carlos con la decoradora mallorquina, Marta Gayá, estrechamente ligada al Rey durante muchos años, como todo el mundo sabe. Escándalo por todo lo alto e indignación real en la misma proporción. El Rey llamó a su amigo Giovanni Agnelli, al magnate italiano propietario del Grupo RCS y máximo accionista también de Oggi.

Y cuentan que Su Majestad pidió la cabeza de Ramírez y Agnelli se mostró muy dispuesto a servírsela en bandeja de plata. Lo salvó in extremis el banquero Mario Conde, entonces presidente de Banesto e intimo amigo del Monarca. A cambio, el periodista tuvo que confesarse en Palacio. Pedro J. llegó a La Zarzuela a los postres de un almuerzo que el Rey compartía con el propio Conde y con su intendente, Manuel Prado y Colón de Carvajal. Y allí confesó Pedro J. Ramírez que su fuente, en aquel caso y en otros similares, había sido el general Sabino Fernández Campo, a la sazón Jefe de la Casa del Rey.

Aquella confesión puso en marcha de inmediato el relevo de Sabino al frente de la Casa del Rey. El recientemente fallecido Sabino era ni más ni menos que “un traidor”. La relación causa efecto fue inmediata. Tanto, que don Juan Carlos, cogido de improviso, aceptó como sustituto a un hombre que no sólo no conocía, sino que ni siquiera sabía que existía, pero que llegó avalado por el respaldo total del propio Conde y de Colón de Carvajal: Fernando Almansa, que no tomaría posesión de su cargo, sin embargo, hasta enero de 1993.

Sabino ha reconocido sin ambages su participación en aquellos episodios, el más notable de los cuales fue la publicación, también en el verano de 1992, de un polémico viaje del Rey a Suiza, incógnito total, que le impidió firmar el Real Decreto de sustitución de Fernández Ordóñez por Javier Solana (Asuntos Exteriores) preparado por el presidente González. “Bueno, es cierto que alguna vez he comentado de rondón con Alonso Manglano (responsable del CESID con los Gobiernos de Felipe González), que, de vez en vez, no está mal darle un toquecito al Rey. Los dos estábamos de acuerdo”. Sabino pensaba que era la única manera de lograr disciplinar al Monarca y, consecuentemente, ponía manos a la obra. La delación del periodista, sin embargo, le costó el cargo.  

Cena de gala en el Hotel Palace de Madrid para celebrar el 20 aniversario del diario El Mundo, con entrega de unos llamados “Premios Internacionales de Periodismo” y asistencia de sus Majestades los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía. Pedro José Ramírez vive su momento de gloria: si hace dos semanas se fotografiaba en el madrileño Palacio de los Deportes con Zapatero a su izquierda y Rajoy a su derecha, anoche fueron los Reyes quienes acudieron a poner en pública evidencia el poder del director de El Mundo.

Periodismo El Mundo