Los temores de Del Rivero sobre las reservas indias apaches andaluzas

Hay quien piensa que es el desgaste de dirigir una compañía prácticamente en quiebra, que agota a cualquiera. Otros dicen que no, que el personaje siempre ha sido así. Lo cierto es que el presidente de Sacyr y empresario de cabecera del Régimen, Luis del Rivero, dejó ayer atónitos a cerca de un centenar de periodistas que asistían a la conferencia (por llamarla de alguna forma) que pronunció en la Menéndez Pelayo de Santander, trufada de perlas y ocurrencias a cual más disparatada.

Por ejemplo: "Asegurar que España puede acudir al fondo de rescate europeo es como afirmar que el arzobispo de Canterbury no se fue ayer de putas en Nueva York”. Esta cita erudita se refiere a una anécdota sobre cómo los periodistas manipulan la realidad: en 1910, el arzobispo de Canterbury visitó Nueva York y un periodista le preguntó qué pensaba de que hubiera tantas prostitutas. Él contestó que no sabía que hubiera tantas, y el titular del día siguiente fue "El arzobispo de Canterbury no fue ayer de putas".

Es decir, que el de Sacyr echó la culpa sutilmente a la prensa de exagerar el asunto del rescate. Pero Del Rivero se vino todavía más arriba y dijo que España es el mejor de los cuatro mayores países de la zona euro -Alemania, Francia, Italia y nosotros- y, en consecuencia, el último de los cuatro que debería acudir al fondo.

Se refiere a que los otros tres tienen peores cifras de deuda o de déficit que las españolas. El murciano no debe de haberse enterado de que el discurso oficial ha cambiado y que los "malditos bastardos" de los especuladores ahora son "mercados cuya confianza hay que recuperar", como ayer dijo el mismísimo Pepe Blanco (el de la teoría de la conspiración de los hedge funds) sin que se le alterase el rictus. Pero Del Rivero, erre que erre: "La solución del problema actual es darle a la maquinita del dinero", toda una lección magistral de ortodoxia económica.

El presidente de Sacyr siguió haciendo amigos. Por ejemplo, le parece muy mal que la reforma laboral "no acabe con situaciones que fomentan la vagancia como el PER, que es insostenible y crea un efecto psicológico terrible sobre el sector financiero mundial (?)". "Si lo extremamos, el Sur de España acabará como las reservas indias apaches, donde la gente metía dinero, alcohol y tabaco, y claro, así no salía ni un universitario".

Tampoco dejó de criticar a los Gobiernos europeos (el español incluido) por su timidez a la hora de reducir el déficit: "Las medidas que se han tomado hasta ahora son como tomar aspirinas cuando tienes cáncer, que no digo yo que no te las tomes si te duele la cabeza, pero no te van a curar". Y hasta tuvo una enganchada con un periodista de Reuters que le preguntó qué le parecían las teorías de la conspiración sobre los ataques especulativos contra España: "Reuters sí que sabe de conspiraciones", le espetó. Y ya puestos, llamó a El Mundo "esa gran empresa italiana".

Ya definitivamente desatado, Del Rivero obsequió al auditorio con la fórmula mágica para que España salga de la crisis. Como lo oyen. Como pasar del ladrillo a Nokia requiere 10 años, pues hay que aferrarse a las cinco fortalezas de nuestro país, a saber: el euro, el sol, los hospitales, las autopistas y los aeropuertos. Según sus cálculos, somos el único país en condiciones de atraer a los jubilados europeos de más de 62 años; "tres millones de jubilados permanentes equivaldrían a 150 millones de turistas y se acabarían nuestros problemas".

Lo mejor cómo fue descartando a nuestros posibles competidores en la lucha por esos jubilados de oro: "Francia es muy caro, el Sur de Italia es muy peligroso, en Grecia no se entiende ni el alfabeto, en Croacia ya tienen otra moneda y no tienen nuestros hospitales, Israel está descartado porque ya se ha visto cómo reciben a los turistas en Gaza...".

Ah, Repsol bien, gracias. Y de la huelga general "no tengo ni pajolera idea".